La economía brasileña se contrajo en el tercer trimestre, cediendo a la presión de las altas tasas de interés y propinando un nuevo golpe al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien predijo «un espectáculo de crecimiento» durante su gestión. Pero los analistas estiman que sólo se trata de una caída temporal y […]
La economía brasileña se contrajo en el tercer trimestre, cediendo a la presión de las altas tasas de interés y propinando un nuevo golpe al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien predijo «un espectáculo de crecimiento» durante su gestión.
Pero los analistas estiman que sólo se trata de una caída temporal y que la economía se recuperará para el segundo trimestre del próximo año, a tiempo para que Da Silva use al crecimiento económico como un ancla en su campaña para la reelección. El Producto Interno Bruto se redujo 1,2% en el tercer trimestre, en comparación con el trimestre anterior, la primera caída en los dos últimos años. Los analistas esperaban una reducción de apenas 0,5%. El declive afectó a todas las áreas, excepto el sector servicios, cuyo crecimiento fue nulo. La economía creció 1% frente al mismo trimestre de 2004.
El menor crecimiento reforzará los llamados para que el banco central reduzca las tasas de interés, que se encuentran entre las más altas del mundo, y probablemente aumentará las presiones para que el gobierno incremente el gasto fiscal de cara a un año de elecciones.
Lula, el primer presidente de origen obrero del país, ha enfrentado un escándalo de corrupción que ha golpeado a su partido, el Partido de los Trabajadores, y ha distraído a su gobierno.
Los llamados a recortar las tasas de interés se hicieron oír a pocas horas del anuncio, y procedían del propio gabinete de Lula. «El resultado es preocupante porque demuestra que la economía está reaccionando al ajuste de las tasas de interés y a la restricción en la inversión», dijo el ministro de comercio Luiz Fernando Furlan. «Esto genera las condiciones para acelerar una reducción de las tasas de interés».
En los últimos tres meses, el banco central brasileño ha empezado a reducir la tasa de interés de referencia, conocida como SELIC, la que actualmente se ubica en un 18,5%, después de un período de nueve alzas consecutivas, entre septiembre de 2004 y mayo de este año. Los aumentos contribuyeron a reducir la inflación, la que ahora bordea el 6%, un poco más alta que la meta del banco central de 5,1%.
Las magras cifras del tercer trimestre llevaron a la Confederación Nacional de Comercio, organismo que agrupa a las empresas minoristas, a rebajar a 2,4% el crecimiento estimado para 2005. Funcionarios del gobierno habían proyectado una expansión de 4% para este año.
Pero ahora que las tasas de interés han empezado a bajar, dijo Carlos Thadeu de Freitas Gomes, el principal economista del grupo empresarial, es probable que la economía crezca a una tasa anualizada de entre 3% y 4% entre marzo y octubre del próximo año, cuando la carrera presidencial se encuentre a todo galope.
«A fin de cuentas, Lula está cumpliendo», dice Alexandre Fischer, economista de la consultora GRC Visao, de Curitiba. «El desempleo es más bajo, el crecimiento económico probablemente será mayor que el de los ocho años del gobierno anterior y él ha mantenido la austeridad fiscal y monetaria. Él capitalizará estos esfuerzos en 2006».
Y aunque los observadores han estado previendo que la temporada de compras navideñas no será espectacular, hay señales de que los consumidores están regresando a las tiendas. Por primera vez en 20 años, De Millus, una de las fábricas de lencería más grandes del país, no dará días libres a sus empleados durante las festividades navideñas, para cumplir con los pedidos que van en aumento.