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Argentina

La ética en las inversiones

Fuentes: Argenpress

La caída del privilegio del FMI, lo convierte en un acreedor al que le cabe igual tratamiento que a los que entraron en el canje.

Estamos asistiendo a nivel mundial a la era de los fraudes bancarios y bursátiles, donde en cuestión de minutos algunos ganan fortunas a costa de… otros que las pierden, todo ello basado en ‘dibujos contables’ formulados por lo que fueron los más prestigiosos auditores.

Entre los escándalos más resonantes —- tenemos A Enrón, Xerox, WorldCom en los EEUU, Parmalat en Italia, todo lo cual lleva a que bancos y brockers —- dan información falsa que induce a la compra de bonos, acciones, cuotapartes de fondos de inversión, basados en la confianza que habían dispensado hasta ahora, empresas como Arthur Andersen, han debido pagar fortunas de resarcimiento llegando hasta su propia bancarrota, después de mas de 100 años de vida.

Recientemente mientras el Citigroup pagó 75 millones de dólares para poner fin a una demanda planteada por inversores de Global Crossing Ltd., que se declaró en la sexta quiebra más grande en la historia estadounidense, el ex CEO de WorldCom, recibirá una condena de 85 años !!!, por haber producido pérdidas a sus accionistas de unos 180.000 millones de dólares y 20.000 personas perdieron sus trabajos.

La mayoría de los directores y auditores de estas empresas han sido procesados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos con cargos de perjurio, lavado de dinero, extorsión, tráfico de drogas y de armas, así como el fraude en miles de pequeños inversores… que perdieron millones de dólares en operaciones en que se les había entregado información falsa incluyendo a algunos de los mayores bancos del mundo, que fueron defraudados por empleados corruptos.

La mala praxis

En el caso de los países, el auditor ha sido el FMI, que en las décadas anteriores ha ocultado la verdadera situación económica que condujo a la debacle del 2001 con sus consecuencias no solo económicas sino especialmente sociales a través de la más fabulosa regresión de la distribución del ingreso.

En efecto ya en 1998 los Estados Contables de la Administración Central confeccionada por la Contaduría General de la Nación del país mostraban un estado de insolvencia ya que el país solo contaba con menos de $ 0,50 de activo para responder a cada peso de deuda que fue disminuyendo hasta $ 0,10 en el 2001, en que se declaró el default.

El ocultamiento de estos indicadores por parte de los economistas y funcionarios del FMI los constituye en participes necesarios del fraude que generaron, al — dar luz verde para que los bancos y brockers continuaran con la venta de bonos, acciones y cuotaparte de fondos.

La deuda privilegiada

La ley de quiebras en Argentina así como la de otros países determinan que un acreedor privilegiado por tener su crédito respaldado con una garantía real como una hipoteca, solo la puede invocar en caso que el acreedor demuestre que al momento de firmar esa hipoteca no conocía el estado patrimonial y/o financiero del deudor, ya que en caso contrario esa garantía ha sido fruto de una maniobra para mejorar su condición contra la masa de acreedores, en cuyo caso el acreedor pierde su calidad de privilegio que le otorgaba la hipoteca y el crédito pasa a tener igual tratamiento que los que constituyen la masa acreedora.

Esta ha sido la situación que ocurrió con la Argentina, en que el FMI como auditor del país, conocía su situación económica financiera, y siguió otorgando la famosa ‘luz verde’ que hizo que bancos y brockers hayan recomendado efectuar compra de títulos, acciones y participaciones en fondos que luego entraron en default generando los perjuicios a los pequeños inversores del planeta que compraron basados en sus recomendaciones.

Es una oportunidad histórica para Rodrigo de Rato

El FMI reconoció su culpabilidad a través del documento autocrítico producido por su Oficina de Evaluación Independiente (IOE), sobre su actuación en la Argentina durante la década de los 90 y en la etapa previa a la crisis de 2001, y Rodrigo de Rato tiene la oportunidad histórica de reparar integralmente los daños causados – por sus anteriores autoridades que actuaron entre 1998 y 2001 – tanto al país como a los inversiones, reparación que debe restituir el equilibrio afectado por el daño, tratando de situar a la víctima en una situación equivalente a la que hubieran tenido si el hecho perjudicial no se hubiera producido, que en principio debiera ser la diferencia entre las sumas que se le reclaman al país y la deuda legitima que honraría el país, de acuerdo a las normas generales del derecho

Así como lo hizo Arthur Anderson en el caso Enron, y otros auditores el FMI deberá reparar integralmente los daños causados por su actuación dolosa con la responsabilidad que le cupo como auditor de la Argentina durante los últimos 20 años, en los que defraudó a la comunidad internacional, otorgando la luz verde durante la década del 90.

La fe en los auditores

A partir del caso Enron han surgido a la superficie fraudes que permanecían ocultos a los ojos de los inversores basados en auditorias y recomendaciones de agencias bursátiles más importantes. Hace pocas semanas la SEC Securities and Exchange Comisión – Comisión de Valores de los EEUU, las viene denunciando penalmente por violaciones sobre transferencia de acciones y valores entre las que ya figuran mas de 50 fraudes de operadores en Wall Street, llegando a la renuncia del hombre que la presidio durante muchos años acusado de complacencia del gobierno.

Esta situación no es privativa de los EEUU sino en Europa desde la renuncia de un director del Bundesbank (Banco Central Alemán, pasando por el grupo suizo Adecco SA y el holandés Royal Ahold se llega a Italia con el escándalo de Parmalat, donde cerca de 30 ex miembros del consejo de administración incluyendo al fundador están presos acusados de una bancarrota fraudulenta que muestra un grado de deterioro en la fe y la confianza como uno de los peores años de estafas, sobornos y negocios vinculados al poder, en que mientras miles de ahorristas y pequeños inversores han tenido pérdidas monumentales, hay denuncias que durante los últimos 20 años políticos italianos recibieron dinero de la firma.

Si bien en los EEUU, el gobierno reaccionó a través de la SEC y de una reciente Ley estableciendo nuevos requisitos a cumplir para las empresas que cotizan en bolsa, pero es muy difícil descubrir un fraude cuando los directores y/o gerentes de la empresa se complota con sus auditores.

Moisés Resnick Brenner es Presidente de la Comisión de Economía del Centro Argentino de Ingenieros. Miembro del Encuentro del Pensamiento Nacional.