I Quiero comenzar destacando la firma del contrato para la creación de las Empresas Mixtas en la Faja del Orinoco el miércoles 12 de mayo. Ahora sí comienza, en firme, el nuevo proyecto petrolero venezolano, con una nueva concepción filosófica, con una nueva y armónica orientación político-ideológica y social, de cara a nuestra real y […]
Quiero comenzar destacando la firma del contrato para la creación de las Empresas Mixtas en la Faja del Orinoco el miércoles 12 de mayo. Ahora sí comienza, en firme, el nuevo proyecto petrolero venezolano, con una nueva concepción filosófica, con una nueva y armónica orientación político-ideológica y social, de cara a nuestra real y verdadera Independencia nacional.
Con la participación de empresas petroleras de la India, Japón, España y Estados Unidos y una inversión conjunta de 40 mil millones de dólares en nuestro país, las recién creadas empresas mixtas Petrocarabobo y Petroindependencia producirán 800 mil barriles diarios de petróleo en 2016.
Hacer el socialismo siendo una nación petrolera es un dilema que tenemos que resolver. Sin embargo, tal resolución pasa por mantener nuestra autonomía e independencia en este terreno, si deseamos contar con una soberanía invulnerable. Y esto irrita a la oposición apátrida que se opone a nuestra soberanía petrolera, acostumbrada como estaba a la entrega de la misma a intereses foráneos que pasaban por encima de nuestra dignidad patria.
Ahora somos los venezolanos y las venezolanas quienes establecemos las condiciones a quienes desean trabajar conjuntamente con nosotros en la Faja. La Faja del Orinoco está bajo control de Venezuela y seguirá bajo control de Venezuela.
Reconocimiento especial quiero hacer a todos los trabajadores y trabajadoras, sin excepción alguna, que laboraban en la plataforma gasífera Aban Pearl que cumplía labores de extracción en el Pozo Dragón, ubicado al norte de la Península de Paria.
No sólo demostraron a carta cabal su profesionalismo y el nivel técnico alcanzado, sino, por sobre todo, su compromiso patrio. Tengo constancia de ello: dieron el todo por el todo para salvar del hundimiento a la plataforma semisumergible, pero las condiciones adversas se impusieron sobre la valiente respuesta y esfuerzos que todos y todas dieron colectivamente.
A las 11:23 de la noche de este miércoles se activaron todas las alarmas y el proceso de evacuación y seguridad. No hay ningún riesgo de fuga de gas que, en este caso, sería gas seco. Se desconectó la plataforma del pozo, se activaron las válvulas de seguridad y un mecanismo adicional.
Este grave accidente ha servido para dar prueba de los niveles de responsabilidad, prevención y seguridad con los que se opera en todos nuestros proyectos petroleros y gasíferos, muy al contrario de las actuaciones de ciertas grandes compañías, de raigambre y estructura cien por ciento capitalistas, y que operan en otras partes del mundo importándoles un bledo las consecuencias desastrosas que puedan producir. En este sentido, el proyecto Macondo de la British Petroleum ya entró en la historia de los peores desastres ecológicos. Desde hace tres semana, y tras cada día que pasa, 800.000 litros de crudo (5.000 barriles aprox.) están siendo vertidos al Golfo de México luego de que se produjera un error en el manejo de la Plataforma petrolera Deepwater Horizon, que explotaba un pozo a 1.525 metros de profundidad.
Estas prácticas guiadas por la voracidad son las que en Venezuela estamos empeñados en superar, y vaya que lo estamos logrando: el factor humano y ecológico representa y representará, siempre, nuestra principal prioridad.
Le hemos decretado la guerra al crimen en todas sus expresiones. Quiero reiterarlo, tal y como lo hice con motivo de la inauguración, este jueves 13, del Centro de Formación Policial de Catia y que forma parte de la Universidad Nacional Experimental de Seguridad (UNES): en Venezuela no hay intocables.
Nos guía una convicción irrenunciable: la lucha contra la impunidad pasa por la convicción de que no debe existir la perversa condición que convierte a unos hombres y mujeres en ciudadanos y ciudadanas de primera, y a otros y otras en ciudadanos y ciudadanas de segunda. Bajo tal premisa, este viernes 14 de mayo se iniciaron los primeros allanamientos y detenciones en locales dedicados a la venta ilícita de dólares y oro.
Lo hemos jurado: a los especuladores y estafadores les vamos a dar con todo, para parar, de una vez por todas, el desmadre con que pretenden quebrar nuestra economía y finanzas. Con toda la celeridad del caso, hemos reformado la Ley de Ilícitos Cambiarios, en especial sus artículos 2 y 9, para evitar, de esta manera, que los enemigos de la Patria sigan amparándose en lagunas y vacíos legales. Lejos debe quedar de nosotros la perversa concepción de que «quien hace la ley, hace la trampa».
Hago un llamado a los señores diputados y diputadas, del presente y del inmediato porvenir, para que tomen plena conciencia de la necesidad de generar una nueva cultura legislativa y jurídica: una cultura para la verdad y para la justicia.
Como un gigantesco paso hacia el Estado Social y, aún más, hacia el Estado Comunal o Comunero, este viernes 14 de mayo hemos instalado en el Salón Ezequiel Zamora, otrora Salón de Gobernadores, del Palacio Blanco, el Consejo Federal de Gobierno.
Nos estamos montando sobre el potro encarnado en un nuevo Federalismo Bolivariano, Zamorano y Socialista como la clara y perceptible superación de aquel federalismo liberal y burgués que fue implantado por la IV República. Este último tuvo, como una de sus consecuencias más nefastas, el nacimiento de un concepto degenerado de descentralización.
Se trataba de una descentralización fundada en una desigual e inarmónica división política y territorial, hecha como un traje a la medida de la oligarquía, y no en la Unidad por la que lucharon nuestros Libertadores: la Unidad que hoy nosotros, desde nuestra Revolución Bolivariana, reivindicamos y estamos haciendo realidad.
En este preciso sentido, no podía menos que saludar la asistencia de gobernadores y alcaldes de la oposición, a plena conciencia de que más allá de nuestras diferencias ideológicas y políticas, está de por medio el proyecto nacional contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
«Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos«, escribía por allá en 1828 nuestro Libertador Simón Bolívar al Mariscal Antonio José de Sucre. Con este espíritu, ha nacido el Consejo Federal de Gobierno, y bajo este mismo espíritu debe seguir cobrando vida este máximo instrumento del Pueblo: como instrumento de las comunidades para que tomen, definitivamente, el mando y ejerzan, como pensaba Kléber Ramírez, poderes de Estado, haciendo realidad la Toparquía robinsoniana; la Toparquía que se prefigura en los Distritos Motores de Desarrollo.
Llego la hora entonces para que, sin ninguna clase de eufemismos, el ejercicio del poder obediencial se radicalice entre nosotros. En este sentido, el Consejo Federal de Gobierno nace bajo el signo del poder obediencial y debe señalar el camino y dar el ejemplo.
¡Todo el poder para el pueblo!
Patria socialista o muerte.
¡¡Venceremos!!
Fuente: http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=234318&lee=15