La capital mexicana recibe en noviembre otra vez a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), la cita más importante de su tipo en el mundo de habla hispana, cuyo éxito contrasta con el bajo nivel de lectura y comprensión de textos que se registra en esa franja etaria
Cerca de 400 sellos editoriales presentarán más de 50.000 títulos para los menores de 18 años, en la que será la vigésima quinta edición del FILIJ.
Se espera que la feria reciba a casi 320.000 personas, lo que la coloca como la más concurrida de América Latina en materia de libros para niños y adolescentes, dijo Raúl Zorrilla, del estatal Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), organizador del encuentro.
El empresario librero Matías Zapata sostiene el éxito de la FILIJ está vinculado a la alta calidad de los expositores y a las actividades paralelas que se desarrollan, más que a un apego especial de los jóvenes mexicanos a los libros.
«Leemos poco desde niños, pero la feria es de buena calidad y se ve como una oportunidad de esparcimiento y compromiso con la cultura, así que la gente acude y eso es bueno», dijo Zapata a IPS.
De forma paralela a la feria, que se realizará del 12 al 20 de noviembre en un recinto de la capital un seminario internacional sobre fomento a la lectura, el III encuentro internacional de Bibliotecas Públicas y varias exposiciones de ilustraciones y grabados.
A esas actividades paralelas asistirán investigadores y funcionarios de Argentina, Colombia, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
«Supongo que el creciente éxito de la feria impactará de algún modo en los niveles de lectura general de los mexicanos, así que hay que celebrarlo», declaró Zapata.
Seis de cada 10 mexicanos mayores de 15 años lee apenas un libro en el año, según datos de la Encuesta Nacional de Prácticas y Consumo Culturales, realizado por Conaculta y dado a conocer el julio.
Entre los menores de 15 años no se sabe con certeza cuántos libros se leen al año, pero estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sobre los niveles educativos en México, indican que quienes leen entienden poco.
Menos de uno por ciento de los estudiantes mexicanos de 15 años son capaces de contestar adecuadamente preguntas que requieren competencias lectoras sofisticadas, señalan las investigaciones.
Este bajo porcentaje de menores capacitados, se compara con el 10 por ciento promedio de los estudiantes de todos los países de la OCDE que sí entienden a cabalidad lo que leen.
Entre los integrantes de la OCDE figuran todas las naciones del Norte industrializado.
La FILIJ apuesta por elevar los niveles de lectura entre los mexicanos y en 25 años algo de eso se ha logrado, comentó Zorrilla a IPS.
Para descubrir si efectivamente es así, Conaculta realizará un estudio al respecto. La hipótesis es que los niños que asistieron a las primeras citas son hoy adultos que inculcaron a sus hijos el amor por la lectura.
Según Zorrilla, la FILIJ es la feria más importante de su tipo en todos los países de Iberoamérica y ha sido un espacio único para reflexionar, entre editores y lectores, sobre el papel y la influencia de los libros en los niños, niñas y adolescentes.
De esas reflexiones pasadas, surgió la idea de que en esta próxima edición de la feria habrá por primera vez una división de espacios y actividades entre el público adolescente y el de niños.
Se instalará un pabellón especial para jóvenes, donde estarán más cómodos y aprovecharán mejor la oferta que se les presenta, explicó Zorrilla.
Para Zapata, quien administra una pequeña librería en la capital mexicana, la FILIJ demostró a los editores en sus 25 años de vida que los jóvenes y niños son un público que merece atención especial.
«Los menores son buenos compradores de oferta cultural y de entretenimiento. En general son un negocio y qué mejor si así lo entendemos y de paso promovemos más y mejores lectores», puntualizó.