1. La última semana de enero de 2010 representó una nueva batalla mediática encabezada por los sectores más conservadores de la sociedad venezolana en contra del gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías. No era para menos teniendo en cuenta las declaraciones del Comandante en su discurso del 23 de enero en la Plaza Oleary de […]
1. La última semana de enero de 2010 representó una nueva batalla mediática encabezada por los sectores más conservadores de la sociedad venezolana en contra del gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías. No era para menos teniendo en cuenta las declaraciones del Comandante en su discurso del 23 de enero en la Plaza Oleary de Caracas. Allí, conmemorando los 52 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Chávez retó a esa oposición heredera del pacto puntofijista que durante 40 años signó los destinos de Venezuela, a juntar las firmas para llamar a un referéndum revocatorio de su mandato. Luego, con la claridad que lo caracteriza y analizando el panorama post victoria del fascista Piñera en Chile, sentenció que «el imperio está en pleno contraataque. Se pretende eliminar a los gobiernos de izquierda para colocar a los lacayos del imperio yanqui. Tengo fé en los lideres verdaderos, hombres y mujeres revolucionarias. Venezuela es vanguardia del movimiento revolucionario y esa es la responsabilidad que tenemos«.
2. El grito escuálido no tardó en arribar frente a una decisión soberana de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) que se dio a conocer el mismo 23 de enero. Si bien ningún dirigente de la oposición contestó el reto del presidente para la convocatoria a un referéndum -única instancia a nivel mundial que permite la revocatoria popular de un jefe de Estado- el movimiento estudiantil de derecha que tiene como base de operaciones a la Universidad Central de Venezuela se levantó frente al supuesto cierre de RCTV (¿no era que ya había sucedido esto en 2007, tal como estos niños bien habían señalado al mundo?). El argumento del cierre es fácilmente desmontable, al igual que en 2007, cuando se decidió una no renovación de la licencia por parte del Ejecutivo frente a las abiertas pruebas de apoyo de esta señal al golpe de Estado de Abril de 2002. Lo que sucedió hace algunos días fue sencillamente una suspensión temporal de 6 canales de televisión: American Network, America TV, Momentum, RCTV, Ritmo Son y TV chile, quienes fueron suspendidas hasta cumplir con la legalidad vigente (por, entre otras cosas, no transmitir alocuciones oficiales -no solamente las cadenas-, no difundir el Himno Nacional, no anunciar el tipo de producción, los elementos de lenguaje, salud, sexo y violencia , difundir más de dos horas de telenovelas en horario supervisado, etc).
3. El problema de RCTV, sin embargo, es otro. Es su concepción ideológica y su alineamiento directo con aquellos sectores que fueron desplazados de los puestos de poder por la Revolución Bolivariana. De ahí que el canal de Marcel Granier se sienta gustoso de darle difusión a otro empresario, Noel Álvarez de Fedecamaras, quien no tiene tapujos de ningún tipo para reclamar una «solución militar» al problema llamado Hugo Chávez Frías. Este hecho, que sucedió el pasado 21 de enero, grafica las reales intenciones de estos sectores y el peligro que representan a nivel continental. Por ello, derrotados una y otra vez en la arena electoral, intentarán seguir montando estrategias de este tipo para tratar de arribar a otro «abril de 2002«.
4. Fue precisamente en aquel entonces cuando el aliado incondicional de RCTV, Human Rights Watch, publicó un comunicado que reconocía a las «autoridades de transición» y no consideraba como concluido al Estado de derecho. Es decir, toda una toma de posición al respecto, similar a la que tuvieron George Bush y José Maria Aznar. Tampoco asombra el posicionamiento de Human Rights Watch frente a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que data del año 2003. Allí, HRW compartió posición con una organización vinculada a la CIA llamada «Reporteros Sin Fronteras» para boicotear esa ley (que es precisamente la que ahora dispone la suspensión temporal de las 6 emisoras). No sorprende tampoco -ni mucho menos- los nexos que unen al encargado para América Latina de HRW, José Miguel Vivanco, con la Fundación Konrad Adenauer, conocida por un furioso anticomunismo y por hacer base de operaciones contra Cuba a nivel mundial (a tal punto que el propio Vivanco participó en actividades públicas con el veterano agente de la CIA Frank Calzón, director del gusano Cuban Freedom Center). Estos son los «buenos muchachos» que ahora nos pretenden vender el «cierre» de RCTV por parte del «totalitario y tirano» Chávez.
5. Resulta interesante concluir con una apreciación del momento político que se abre a raíz del inicio de la Campaña Admirable, al que se hacía referencia en el primer punto de este artículo. Con una oposición mediática-desarticulada, y que expone como punta de lanza a un movimiento universitario de «niños bien» (que hacen huelgas de hambre porque precisamente jamás tuvieron que pasar hambre), se abre un año político que tendrá su nirvana con las elecciones a la Asamblea Nacional de septiembre próximo. El desafío actual reside en desmantelar la batería de mentiras que se posan (y se posarán) sobre la Revolución Bolivariana a raíz de la guerra de cuarta generación que nos tratan de imponer desde Washington. Se trata de frenar el contraataque imperial con la radicalización de un proceso que es un faro a nivel continental, y que tiene en septiembre una difícil contienda. Esa es la tarea que nos tenemos que dar todos aquellos que luchamos a diario por ese otro mundo posible, donde no quepan los Vivanco ni los Granier. Esperemos que este articulo haya servido minimamente a ese fin.
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