Recomiendo:
0

La historia insurgente del petróleo venezolano

Fuentes: Rebelión

Uno de los recursos fundamentales que ha utilizado el capitalismo para garantizar su supervivencia histórica a través de los siglos, ha sido la herramienta ideológica que como contratendencia viene suministrando una visión del mundo construida por el capital, tendiente a legitimar los intereses coyunturales y estratégicos de la burguesía como clase, frente a las demandas […]


Uno de los recursos fundamentales que ha utilizado el capitalismo para garantizar su supervivencia histórica a través de los siglos, ha sido la herramienta ideológica que como contratendencia viene suministrando una visión del mundo construida por el capital, tendiente a legitimar los intereses coyunturales y estratégicos de la burguesía como clase, frente a las demandas de las clases trabajadoras. Con el discurso ideológico portador de falsa conciencia, la clase empresarial no solamente oculta los desmanes sociales ocasionados por la acumulación de capital, sino que además, logra el consenso necesario entre las masas explotadas para no tener que depender sólo de la violencia física para imponer su dominación política. El resultado de la aplicación del discurso ideológico liberal no es otro que una realidad social construida, donde pululan las mentiras, las medías verdades y las explicaciones «científicas», todas ellas conducentes a preservar el orden del capital. En este orden de ideas, la Historia y la Economía Política han sido las disciplinas sociales más permeadas por la ideología del capital, ofertando una visión desfigurada de la realidad, pues, a ellas corresponde suministrar la explicación del problema económico de toda formación social. Ocultar la explotación de los hombres por otros hombres y justificar la apropiación de la Naturaleza por el Capital, ha sido la gran tarea de la historiografía y de la Economía Política burguesa que se le inocula a nuestros pueblos, para mantenerlos sometidos a una régimen social injusto, depredador e inhumano.

Con el advenimiento de la Revolución Bolivariana, emergieron en Venezuela los tres grandes enemigos del capital, a quienes se les consideraba muertos y enterrados: El nacionalismo, el rentismo y el socialismo. Sin embargo, el Comandante Chávez le demostró al capital transnacional que estos muertos gozaban de muy buena salud y, además, cuentan con millones de partidarios en estas latitudes. Obviamente, la reacción de la burguesía mundial no ha sido otra que intentar por todos los medios posibles, aniquilar esta revolución que amenaza con darle carta de ciudadanía a los fantasmas precitados, y que junto con las fuerzas populares, serán los enterradores del capital globalizado.

Ahora bien, para que las fuerzas que defienden los intereses del trabajo le insuflen vida al nacionalismo, al rentismo, al socialismo y a la lucha de clases, se necesita un inmenso esfuerzo teórico que reclama dos urgentes tareas: desenmascarar la ciencia social al servicio del capital, o sea, ajustarle las cuentas a la historiografía y a la economía política del capital, y a la vez, elaborar un nuevo discurso científico histórico-económico que aclare la finitud del régimen del capital, y las maneras de transitar hacia una sociedad libertaria, que necesariamente debe ser socialista. En otras palabras, la Revolución Bolivariana necesita un corpus teórico que le dé afiladas herramientas para vencer al capital, pues, con el famoso Árbol de las Tres Raíces, es poco lo que podemos avanzar en la senda socialista, por tratarse de un discurso de indiscutible esencia liberal.

En atención a lo expuesto, la Universidad «Francisco de Miranda» de Coro, bajo la certera conducción política y académica de su Rector Profesor Luis Dovale Prado, viene desarrollando un conjunto de actividades, conducentes a proponer ideas que ayuden en la elaboración del cuerpo teórico que esta revolución necesita perentoriamente. En tal sentido, recientemente se montó en Paraguanà con la colaboración de PDVSA, un seminario sobre «Petróleo Global y Estado Nacional», dictado por los doctores Bernard Mommer y Asdrùbal Baptista, donde se analizaron las variables fundamentales que definen el origen y el destino de la renta petrolera venezolana. Las enseñanzas que nos quedaron de tan fructífera actividad fueron entre otras las siguientes:

1.-El analfabetismo petrolero de los venezolanos en todos sus estratos sociales, es una peligrosa realidad que debe ser combatida por todo el aparato educativo y demás medios de comunicación social. Además, debemos crear una nueva semántica petrolera donde no se confundan términos como «energía» y «fuente de energía»)

2.-Los intelectuales orgánicos del capital nacional y mundial se han empeñado en ocultarnos la realidad petrolero-rentística de nuestro país, hasta el extremo de hacernos sentir vergüenza por ser vividores de la renta petrolera.

3.-Dado que somos un país preñado de recursos naturales, se nos impone a los venezolanos la urgente tarea de estudiar la economía política de la naturaleza, a fin de buscarle viabilidad económica a este país. El pueblo debe derrotar la tesis imperial sostenedora de que los recursos naturales son Patrimonio Común de la Humanidad.

4.-Se nos suministró la idea que el petróleo no se había sembrado suficientemente, cuando la realidad histórica demuestra que se sembró en demasía, al punto de que el país se indigestó y colapsó, por no contar con un salario real que absolviera la producción industrial altamente capitalizada por la inversión de la renta petrolera.

5.-La renta petrolera es ingreso no producido por el trabajo venezolano; proviene del mercado mundial. El petróleo es un bien natural NO-PRODUCIDO por el trabajo humano.

6.- Al contrario de lo que comúnmente se cree, no es PDVSA la que sostiene a la sociedad venezolana: es el recurso natural petróleo el que sostiene a PDVSA y a toda la sociedad.

7.-El sistema de Cuentas Nacionales que aplica el Banco Central de Venezuela, no sirve para interpretar la realidad económica de nuestro país, ya que no contempla la existencia de la renta petrolera.

8.-La nacionalización petrolera significó una declaración de guerra del capital transnacional derrotado en el régimen concesionario, contra el estado venezolano dueño del recurso petrolero. La caída de la IV República se inició con la nacionalización, cuando AD y COPEI abandonaron sus tesis nacionalistas-petroleras. Abandono que encabezó el mismísimo Juan Pablo Pérez Alfonso.

9.- La apertura petrolera fue una imposición al país del régimen petrolero ingles del mar del norte, diseñado por los países consumidores-desarrollados para liquidar la renta de la tierra en todo el planeta.

10.- La orimulsión fue la primera expresión o concreción en Venezuela del régimen petrolero ingles del mar del norte; significando para el país una gigantesca estafa que aun tiene dolientes en el país.

11.- La «enfermedad holandesa» , es la justificación antipopular usada por la burguesía para poner la renta al servicio de la tasa de ganancia del capital, y expropiar de paso, a los países periféricos de sus recursos naturales.

12.-La Cuestión Petrolera en su dimensión histórico-económica es una materia a ser entendida y defendida por políticos nacionalista-izquierdistas y sus pueblos. Los expertos petroleros amamantados en la economía neoclásica sólo han contribuido a oscurecer esta área del conocimiento.

13.-El actual ordenamiento jurídico-minero del país (Constitución de 1999, Ley de Hidrocarburos de 2001, Ley del Gas) sigue estando a favor del capital imperialista petrolero; por lo que se hace urgente una revisión a profundidad de esta comprometedora realidad jurídica.

14.- El nacionalismo petrolero venezolano nació con Juan Vicente Gómez, por lo tanto, nuestro primer nacionalismo petrolero fue oligárquico, donde se destacaron figuras estelares corianas como Pedro Manuel Arcaya y Gumersindo Torres. Todo lo contrario de lo que afirman las historiografías marxista-leninista y socialdemócrata.

15.-La creación de la Corporación Venezolana de petróleo (CVP) obedeció a los intereses del nacionalismo petrolero adeco-copeyano. Todo lo contrario de la PDVSA APERTURISTA que fue una creación del imperialismo petrolero para velar por sus intereses estratégicos, eliminando de paso la labor contralora del Ministerio de Petróleo. Esa PDVSA nació racista, clasista y antinacional.

16.-El imperialismo está empeñado en minar la OPEP desde adentro aprovechándose de las petromonarquìas y de la política de recolonización de la periferia del sistema, con la decidida aspiración de integrarla al seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a fin de ponerla al servicio del capital transnacional.

17.-Al contrario de lo que se afirma en el discurso petrolero del capital transnacional, debemos esforzarnos en ser un país petrolero, a fin de convertir la renta petrolera en bienestar para nuestro pueblo.

18.-La comprensión de la Venezuela petrolera como país rentista, pasa por una revisión a fondo del pensamiento económico liberal post-clásico, donde la categoría «renta del suelo» fue intencionalmente minimizada y estigmatizada; así mismo, se hace necesario revisar también la escuálida contribución post-marxista en materia de renta del suelo. Hasta ahora lo que tenemos en esta área de conocimiento teórico son los legados de la economía política clásica, los del binomio MARX_ENGELS, Lenin y los recientes aportes de Baptista, Mommer. Flichman, Dubrott.

19.-Es de urgencia crear un programa nacional de formación en economía y política petrolera, destinada a alfabetizar en esta materia al pueblo venezolano.

20.-Dado que en esta década estamos cumpliendo nuestro primer centenario hidrocarburero, es perentoria la necesidad de celebrar el Primer Congreso de Historia Petrolera de Venezuela, donde se afinen los rieles por los que debe transcurrir de ahora en adelante, LA HISTORIA INSURGENTE DEL PETRÒLEO VENEZOLANO.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.