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La huelga, el sacrificio y el hambre

Fuentes: Rebelión

Todos los noticieros televisivos y editoriales de periódicos de derecha del área hispanoamericana, invaden con el tema de La Huelga de Hambre, ya que se ha hecho una inversión económica extraordinaria en una difusión mediática, para imponer el regreso de una practica que había estado olvidada. Nadie sensato podrá pensar que una publicidad tan sostenida […]

Todos los noticieros televisivos y editoriales de periódicos de derecha del área hispanoamericana, invaden con el tema de La Huelga de Hambre, ya que se ha hecho una inversión económica extraordinaria en una difusión mediática, para imponer el regreso de una practica que había estado olvidada. Nadie sensato podrá pensar que una publicidad tan sostenida sea gratis. En los momentos en que la humanidad no ha podido disminuir la pobreza y el hambre, debido a las estructuras y mecanismos financieros, monetarios, productivos y comerciales más las desigualdades de oportunidades, ha tenido como resultado los grandes niveles de desnutrición en los países emergentes.. Los titulares de las noticias no se conmueven ante las altas cifras de exterminio por hambre, el desamparo de pueblos de todos los continentes, pero mas cercanos, los de Haití, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Colombia, Honduras y en las zonas marginales de México. Más de 30 millones de mexicanos padecen problemas «críticos de desnutrición según el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. El INEGI en su informe del 2009 declara que un 18 % de los niños mexicanos no alcanzan la talla correspondiente debido a la desnutrición y el hambre coincidiendo con el informe de la FAO y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación de la ONU.

Sin embargo, en el senado mexicano por ejemplo, no ha sido el tema pasional, el de los niños que ha diario mueren de hambre sin huelga, en zonas rurales y sectores desamparados de las ciudades, sin que las cámaras televisivas los rodeen. El interés se centra en el hambre voluntaria de los opositores políticos cubanos es decir «el hambre del desafío espectacular». Ante esta realidad la huelga de hambre filmada y rodeada de cámaras, entrevistas, llamadas telefónicas internacionales y una cobertura colosal, resulta un lujo y un insulto a los derechos humanos, de los que sí mueren por hambre sin que lo hayan decidido. Ése es el asesinato real. Es también un nuevo negocio, y un nuevo consumo de campaña mediática que insiste en provocar la pugna ideológica. El bloqueo a Cuba provoca un castigo de hambre dirigido al pueblo de Cuba y no a su gobierno, pero esa tampoco la enfatizan Televisa, CNN y compañía

El instinto de valorar y defender la vida es inherente a todas las especies y más al ser humano. Según los maestros cristianos de los tres primeros siglos después de Cristo eran asesinados por sus convicciones religiosas a veces eran crucificados prisioneros políticos romanos fueron arrojados a los leones en un espectáculo circense, convirtiéndose en mártires involuntariamente. Los sacrificios humanos se practicaron en las religiones celtas de la  edad de bronce en los rituales relacionados con la adoración de los dioses en Escandinavia. Sigmund Freud, Carl Jung y el resto de las escuelas que estudian los instintos de los seres vivos, afirman que «no hay derecho mas justo que el de cada quien por preservar su existencia». Otros al borde de la muerte darían cualquier otra cosa por salvar su vida que es una ofrenda de cada quien a su obra, a su familia, a sus hijos a su trabajo y un compromiso con sus semejantes. La deuda de corresponsabilidad con la naturaleza. Sin embargo, hay personas que, sin dudarlo ni un instante, darían la vida por salvar la de otras, e incluso la de una sola y también quien ofrendaría su propia vida por una causa, una fe o un principio moral. En «El Amor a la vida«, Erich Fromm detalla el deber y responsabilidad de cada persona con su propia vida. Poner en riesgo la vida para una acción heroica, no es lo mismo que suicidarse o autoinmolarse para provocar un efecto en otros. Los mártires como Jesús. También hay personas, para quienes su vida está por encima de la de cualquiera. No les importaría el sacrificio de miles para sobrevivir ellos cayendo en un egoísmo extremo. En las culturas afroamericanas consumir los alimentos es un acto sagrado, no hay pataquines ni fábulas en que los dioses yorubas o bantués, dejen de comer para obtener resultados, a pesar de transitar por una cruel historia de esclavitud . El hambre como arma para lograr objetivos no aparece en estas culturas, pero si la intensidad de la vida para mejorarla. En el siglo XIX el ejército mambí se enfrentó al poderoso español sin que ningún general convocara a morir por hambre sino por el contrario se alzaron en combate vitales sobre la caballería. Por lo tanto esta acción no tiene antecedentes ni tradición en las culturas de Cuba y el Caribe.

El Harakiri, práctica japonesa de abrirse el vientre por suicidio ritual, produciendo un destripamiento, fue en origen restringida a ciertos personajes, es un autocastigo para redimir el honor de una casta, solamente reservada a los nobles y adoptada más tarde por otras clases sociales. Pero no es para llamar la atención, reclamar u obtener demandas.

Los luchadores sociales han recurrido al sacrificio de muerte lenta por medio de una huelga de hambre, como Gandhi, desde 1896, ya que la India posee una tradición de fakirismo. Se dice también que el faquir puede pasar días y meses sin comer y duerme en una cama de clavos El mérito se basa en el reto de resistir y desafiar las necesidades naturales. La Biblia contiene también un relato sobre el sacrificio del hijo Isaac que Dios le pidió a Abraham, pero este se produce sin contar con la voluntad de la victima. La sociedad de consumo necesita una clase de hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos para consumir sus ideas, cuyos puntos de vista estén estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos empleando fundamentalmente la televisión. Los televidentes y los clientes de los periódicos deben satisfacer sus deseos, los cuales son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica. Se les hace fácil por medio de una insistente campaña provocar odios y fobias hacia determinadas personas países y razas. De la misma manera que se venden refrescos y jabones se venden las opiniones distribuyendo la descalificación hacia naciones que no sean las subordinadas a Estados Unidos. El sujeto automatizado se enfrenta a una situación peligrosa, ya que su razón se deteriora y decrece su inteligencia, adquiriendo el poder material sin el conocimiento para emplearlo. Debía clamarse por el derecho humano a decidir por uno mismo sin que nos colme una invasión de anuncios que advierten de peligros de la llegada de un fantasma depredador… de la ridícula amenaza de «Ahí viene el coco», del acoso y adoctrinamiento mediático, es un derecho humano que se debe defender pero de pie con la vida, con la voz, y con el cumplimiento del deber para ser escuchados. El mundo entero requiere cambios en muchos sentidos y sobre todo para liberarnos de la dictadura de los medios, quienes por la desinformación estimulan el odio provocan sabotajes, defienden a terroristas y ocultan las verdades. No exhibiendo las imágenes de un cuerpo deteriorado, enflaquecido para señalar culpables y conmover a un público desinformado. Sino sanos y fuertes, lo más que se pueda, que la lucha puede ser muy larga. Mejorar la vida con el vigor de la vida y no con la muerte. ¡Viva la vida! 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.