Su negativa firmar un convenio con sus 120 mecánicos del país desata una acción sindical nacional para impedir que sus coches entren en Suecia o que los talleres reciban repuestos
Elon Musk es un patrón poco amigo de los sindicatos. Los empleados de Tesla han denunciado durante años coacciones y despidos para dificultar la acción sindical. Una política que la marca está intentando imponer en Suecia, pero donde le puede salir muy cara, con una reacción en cadena de trabajadores de todo el país para forzar al fabricante de coches eléctricos a firmar un convenio con sus 120 mecánicos.
El bloqueo es total. Los sindicatos de estibadores han declarado que no descargarán ni un Tesla más hasta que no se llegue a un acuerdo. Los trabajadores de la red eléctrica no intervendrán en sus puestos de carga ni los repararán cuando se averíen. Los empleados de mantenimiento no pisarán sus instalaciones. Los taxistas se han comprometido a no adquirir ninguno de sus modelos hasta que haya convenio colectivo.
“Los convenios colectivos son la base del modelo sueco de mercado laboral”, justifica IF Metall, el poderoso sindicato sueco de la industria metalúrgica y manufacturera que representa a los mecánicos de Tesla: “Los empleados de Tesla merecen condiciones laborales dignas y seguras, como todos los trabajadores de Suecia. Es por eso que IF Metall lleva mucho tiempo negociando con Tesla. Desafortunadamente, se han negado a firmar un convenio colectivo y, por lo tanto, violan los principios básicos del mercado laboral sueco”.
La negativa de Tesla a ratificar el convenio derivó en una huelga de IF Metall que comenzó el 27 de octubre. La semana pasada sus mecánicos consiguieron que los estibadores de los cuatro principales puertos del país secundaran la acción y bloquearan los vehículos del fabricante a partir de este lunes. Sin embargo, han sido los intentos de Tesla de sortear la huelga −IF Metall denuncia que ha intentado subcontratar a otros mecánicos y derivar sus coches a puertos secundarios− los que han desencadenado la campaña a nivel nacional.
elDiario.es ha intentado ponerse en contacto con Tesla, que no ha respondido a la solicitud de información. La compañía ha manifestado a TT, la principal agencia de noticias sueca, que “es lamentable que IF Metall haya tomado estas medidas”. “Ya ofrecemos acuerdos equivalentes o mejores que los cubiertos por la negociación colectiva y no encontramos ninguna razón para firmar ningún otro acuerdo”, argumentan fuentes de la empresa.
Según IF Metall, lo que piden los mecánicos para su convenio es un pacto sobre aumentos salariales anuales, coberturas de seguros y pensiones, y otros beneficios que recibirían si estuvieran bajo un convenio colectivo de otra industria del país.
Los convenios colectivos garantizan un mercado laboral con muy pocos conflictos o huelgas (IF Metall — Sindicato sueco de la metalurgia y la manufactura)
“Los convenios colectivos se negocian sector por sector, y a los empleados se les garantizan los salarios y las condiciones de trabajo habituales en todo el sector. Esto permite a las empresas operar en igualdad de condiciones, al tiempo que se evita el riesgo de que un solo empresario distorsione la competencia en el sector imponiendo malas condiciones a sus empleados”, argumenta el sindicato.
“Una vez firmado un convenio colectivo, tanto empresarios como trabajadores tienen la obligación de mantener la paz”, continúa: “Como resultado, el convenio colectivo garantiza un mercado laboral sueco con muy pocos conflictos o huelgas. Se basa en una larga tradición de más de 100 años de negociaciones entre las partes del mercado laboral. El convenio colectivo crea una situación de claridad y orden tanto para los trabajadores como para los empresarios, al tiempo que evita los conflictos”.
“La pequeña Suecia contra el poderoso Musk”
Suecia es un mercado pequeño pero importante para Tesla. El coche más vendido en el país nórdico en lo que va de año ha sido, con diferencia, su Tesla Model Y. La industria automovilística española pone como ejemplo a seguir la implantación de la electromovilidad en los países nórdicos, Suecia incluida. En 2023, el 38% de los vehículos vendidos en el país han sido completamente eléctricos y otro 28%, híbridos.
La pugna laboral entre el pequeño grupo de mecánicos utilizando todos los recursos a su alcance para presionar al gigante estadounidense de la movilidad eléctrica (que tiene 127.000 trabajadores en todo el mundo) se ha convertido en un acontecimiento en el país. Este miércoles más sindicatos seguían sumándose a la campaña, con los representantes de las empresas de paquetería y transporte avisando que no llevarán ni repuestos ni cartas a la empresa hasta que el conflicto se solucione.
El Dagens Nyheter, el periódico más importante de Suecia, ha lanzado una cobertura especial que incluye el seguimiento de cómo se está contando la situación a nivel internacional. “La huelga de Tesla en Suecia se ha convertido en noticia en todo el mundo: la ‘pequeña’ Suecia libra la primera gran batalla contra el ‘anti-sindicatos’ Elon Musk”, resume.
No se trata sólo de los sindicatos de trabajadores del metal y del transporte. Esto es importante porque está en juego todo el modelo sueco (Tommy Wreeth — presidente del sindicato sueco de trabajadores del transporte de mercancías)
“Si lo dejamos pasar se abrirá una grieta en todo el sistema”, ha avisado Tommy Wreeth, responsable del Sindicato Sueco de Trabajadores del Transporte, en declaraciones a The New York Times: “No se trata solo de los sindicatos de trabajadores del metal y del transporte. Esto es importante porque está en juego todo el modelo sueco”. Wreeth ha informado este miércoles a la prensa sueca de que está en contacto con los sindicatos daneses y noruegos para intenta evitar que Tesla eluda el bloqueo sueco a través de sus puertos.
Elon Musk, por su parte, no ha hecho ninguna referencia al conflicto laboral que vive su empresa en Suecia. No obstante, uno de sus últimas publicaciones en X (conocida anteriormente como Twitter) fue precisamente para alabar a los trabajadores de la empresa. “El equipo de Tesla es increíble: se enorgullecen de trabajar duro, construyen grandes productos y son gente de buen corazón”, escribió en respuesta a un comentario con un vídeo que le mostraba dando un discurso en la nueva gigafactoría de Berlín, una instalación similar a la que quiere atraer la Comunidad Valenciana.