Catembe, Mozambique (CC – Flickr – Rosino) El informe de la auditoría sobre la deuda «oculta» de Mozambique (2 billones de dólares) realizada a petición del fiscal general de Mozambique comenzó a circular desde finales de junio de 2017, con varios meses de retraso. Sólo las conclusiones están, por el momento, disponibles. Son claras: […]
Catembe, Mozambique (CC – Flickr – Rosino)
El informe de la auditoría sobre la deuda «oculta» de Mozambique (2 billones de dólares) realizada a petición del fiscal general de Mozambique comenzó a circular desde finales de junio de 2017, con varios meses de retraso. Sólo las conclusiones están, por el momento, disponibles. Son claras: más allá de los límites planteados por la firma usamericana Kroll, una gran parte de estos empréstitos son ilegítimos.
Esta auditoría fue exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reanudar su apoyo presupuestario a las autoridades mozambiqueñas, interrumpido en abril de 2016, cuando esta deuda ‘oculta’ fue descubierta.
Resumen de los episodios anteriores
En agosto de 2013 se creó la empresa Ematum (Empresa mozambiqueña de Atún) por iniciativa de los servicios de la seguridad de Estado. Un mes más tarde esta empresa pasa un pedido a las Construcciones mecánicas de Normandía (CMN), una subsidiaria de Privinvest, de 30 barcos, 24 barcos para la pesca de atún y 6 patrulleros, en un contrato valorado en 200 millones de euros.
Para financiar este pedido Ematum pide prestados, en forma de eurobonos, 500 millones de dólares al Crédit Suisse y 350 millones de dólares al segundo banco ruso VTB (banco público), con la garantía del gobierno mozambiqueño, entonces dirigido por Armando Guebuza. El total de estos préstamos representa alrededor de 6 % del PIB del país.
El 5 de septiembre de 2013, tres ministros franceses, entre ellos Arnaud Montebourg, ministro de ‘Recuperación Productiva’, se hicieron presentes en Cherburgo para la firma del contrato, presentado como «salvador del astillero de Cherburgo, en crisis de pedidos y que se preparaba a establecer nuevas medidas de desempleo parcial». En noviembre, las CMN anunciaron que iban a subcontratar la construcción de 16 de los 30 barcos en Rumania. «Su precio de coste es menos de la mitad de lo que cuesta en Francia (…) el recurso a esta subcontratación en Rumania nos permitió proponer un precio global competitivo y garantizar así el empleo de nuestros 350 asalariados» (sic), declara el presidente de las CMN, Pierre Balmer, Fue lo que Montebourg había llamado «el triunfo del made in Cherburgo y en consecuencia del made in France».
Nadie se mosquea sobre la financiación (un préstamo de 850 millones de dólares para una factura de 200 millones de euros), nadie señala que las CMN se especializan en la construcción de barcos militares y no en los barcos pesqueros.
Este préstamo realizado a través de Privinvest, sociedad domiciliada en los Emiratos Árabes Unidos, y dirigida por el empresario francolibanés Iskandar Safa, está dividido en varias cuotas, colocadas exitosamente ante importantes inversores de bonos, atraídos por el 8,5% de rendimiento.
Entre 2013 y 2014 son en total cinco préstamos, por un importe global de 2 mil millones de dólares, que se suscribieron con los mismos bancos, por tres compañías, Ematum (850 millones de dólares), Mozambique Asset Management por 535 millones de dólares y Proindicus (622 millones de dólares), todas tres creadas por iniciativa de la seguridad de Estado, que no tiene ninguna experiencia de este tipo de prácticas. Estas compras correspondían a elementos de defensa costera: radares, drones… Privinvest afirma que no había ningún armamento incluido.
Reestructuración
El gobierno de Mozambique fue obligado a reintegrar en su presupuesto la parte militar del préstamo Ematum (350 millones de dólares), creando así una primera nota falsa con los proveedores de fondos del país (el FMI especialmente). Para éstos, si el país hace importantes gastos militares, ya no es necesario prestarle asistencia, iniciada en el momento de la iniciativa PPME (países pobres muy endeudados) para la cual Mozambique fue uno de los primeros países que alcanzó el punto de culminación. El país así se benefició de una disminución de su deuda pública. Francia, único país europeo vecino de Mozambique, a través de la isla de Mayotte, está muy interesada por las enormes riquezas gaseras y petrolíferas del país y por las necesidades de equipos de protección costera que se derivan. No es una casualidad si Mozambique fue el primer país en firmar un contrato de desendeudamiento y desarrollo (C2D) con Francia 1 . Desde entonces las inversiones francesas están experimentando un notable aumento. Una empresa francesa (Tereos) comparte con empresas sudafricanas el sector azucarero, segundo proveedor de empleo tras el sector público.
En 2016, las autoridades mozambiqueñas tuvieron que reestructurar la deuda de Ematum para poder hacer frente a los plazos. 85% de los acreedores han aceptado un canje de títulos muy interesantes para ellos, sus antiguos títulos fueron reemplazados por bonos del Estado a 10 años, con un rendimiento del 14,4%. Apenas unas horas después de este acuerdo, se enteraron de la existencia de los préstamos ocultos de Proindicus y MAM. Desde entonces, en el mercado secundario, estos títulos se venden alrededor del 75% de su valor nominal, es decir, un tipo de interés real del 19%. Con una madurez de 10 años, estos valores serán liquidados en 2026, o sea cuando el país afectará el beneficio de grandes inversiones realizadas en el sector del gas. En 2010, en efecto, 5 000 billones de metros cúbicos de gas, fueron descubiertos en las costas del país, ahora llamado ‘pequeño Qatar’ en el sector. Las vicisitudes de la deuda soberana no han calmado el ardor de los inversionistas en este sector, todas las transnacionales del sector siguen siendo parte del panorama (incluido Total). El primer acuerdo firmado compromete a más de 7 mil millones de euros, es decir, más de la mitad del presupuesto del país. Y los beneficios para el país se estiman a corto plazo a decenas de miles de millones, lo que provocó el anuncio hecho por las autoridades mozambiqueñas, de la creación de un fondo soberano dotado de un capital inicial de 350 millones de dólares.
¿Cuáles son las conclusiones de la auditoría Kroll?
Sin poder acceder a todos los elementos, no facilitados por las empresas incriminadas, Kroll pone de relieve dos problemas principales: una sobrefacturación escandalosa y una falta de justificantes para el dinero prestado.
Así los barcos pesqueros entregados por las CMN, facturados a 20 millones de euros cada uno, se calculan en 1,8 millones de euros. Entregados, pero no utilizados, se oxidan en el puerto de Maputo, por falta de marineros formados. Un experto independiente, acreditado por Kroll cifra en 713 millones de dólares la diferencia entre el valor real de las entregas y el importe presupuestado.
Agregando el valor de los equipos suministrados, estimados por Kroll en 505 millones de dólares, y 200 millones de comisiones… ¡solo faltan 1,3 billones de dólares para justificar el importe de las sumas prestadas! ¿Dónde pasó esta suma? Probablemente compartida entre entregas de armas y lo que el informe llama el «pequeño grupo» de la seguridad de Estado, cuyos nombres están ocultos en el informe de auditoría (incluso si los nombres circulan en el lado de los servicios de seguridad).
Los auditores han orientado sus investigaciones hacia las cuentas del ex presidente de la República, Armando Guebuza. Pero el actual presidente, Felipe Nyusi, anteriormente fue ministro de Defensa y por lo tanto, una de las tutelas de Ematum.
El informe señala también el importe de las comisiones embolsadas por los bancos y el proveedor, lo que representa un total de 200 millones de dólares (10% del total prestado). En la reestructuración del crédito de Ematum, en 2016, de nuevo se pagaron 4,1 millones de dólares al Crédit Suisse como comisión.
Bancos poco cuidadosos
Los bancos implicados en este asunto no son víctimas, son cómplices. Según los procedimientos de los que se dotó, el Crédito suizo debe obtener luz verde del Banco de Mozambique y del tribunal administrativo. Además, el banco debe informar al FMI antes de firmar el contrato.
Nada de eso se realizó, y sin embargo… el préstamo se concedió. Las comisiones percibidas obviamente volvieron al banco poco cuidadoso de la legalidad.
En cuanto al FMI, si suspendió su ayuda al país, se limitó durante su visita en julio de 2017 a exigir la publicación íntegra del informe Kroll.
Una deuda ilegítima
Para Joseph Hanlon, de la Open University, «esta serie de fracasos es tan absurda que debería haber sido obvio para el Crédit Suisse, VTB y los otros prestamistas que este proyecto no era viable». Para él es claro que esta deuda es ilegítima. Los acreedores tienen, en efecto, una obligación de vigilancia, es decir, negarse a prestar por razones que no sean públicas al hacer préstamos a las instituciones estatales.
La garantía aportada por las autoridades de la época es ilegal. La constitución mozambiqueña prevé, en efecto, que solamente el parlamento puede aportar esta garantía. Por otra parte los importes garantizados sobrepasaban largamente los límites máximos autorizados por las leyes de finanzas de 2013 y 2014. Además, la persona encargada de emitir un dictamen sobre la garantía gubernamental de los préstamos Proindicus y MAM trabajaba un mes antes como director no ejecutivo… de Ematum, con una remuneración de 5.000 dólares al mes, de agosto de 2013 a julio de 2014
El Financial Times, en su editorial del 2 de julio, va en el mismo sentido, caracterizando estas deudas ocultas como odiosas.
El Parlamento validó estos préstamos, a posteriori, durante 2017. Esta decisión corre el riesgo de dificultar la renegociación de estas deudas, ilegales e ilegítimas.
Desde entonces, Mozambique está sumido en una crisis financiera sin precedentes. La deuda pública ha llegado ahora al 120 % del PIB. Incapaz de honorar sus reembolsos, el país está en mora, de 60 millones de dólares, desde enero de 2017. El gobernador del banco central anunció que las deudas bilaterales y multilaterales serían cubiertas, pero que los acreedores de las deudas ocultas deberían aceptar una reestructuración
Si la reestructuración es del tipo de la propuesta a los acreedores de Ematum, comprometiendo los recursos futuros del gas, se hará contra los intereses de la población que se excluye de estos beneficios. El salario mínimo no agrícola asciende a 60 dólares al mes aproximadamente. Sin embargo es ella quien debe nuevamente, asumir el pago de esta deuda ilegítima, incluso reestructurada. Las responsabilidades de los acreedores son tales, los silencios cómplices de los países proveedores de fondos, incluido el FMI, tan patentes, que la única solución, legítima es el repudio de esta deuda.
Nota:
1 Los C2D son el método utilizado por Francia para gestionar las bonificaciones de la deuda bilateral, particularmente para favorecer a las empresas francesas.
Original en francés: http://www.cadtm.org/La-dette-cachee-illegitime-du#nb1
Traducido por María Piedad Ossaba
Claude Quémar es miembro del CADTM France.
Fuente: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=21456