Se liberalizó el mercado más allá del acuerdo
No es difícil hallar explicación a la crisis de los productores mexicanos del campo. Mientras aquí los subsidios se han eliminado en la práctica, las importaciones de maíz proveniente de Estados Unidos se multiplicaron por 15 desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En ese periodo, el valor de la compra de alimentos de aquella nación creció a una tasa superior a 100 por ciento. A la avasalladora competencia estadunidense se ha sumado una »política más liberal» del gobierno mexicano que, en el caso del maíz, ha liberalizado el mercado más allá de lo requerido por el propio acuerdo.
Los datos y la última apreciación están contenidos en un nuevo reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), titulado El TLCAN a los 11, en el que se analiza la creciente integración de la agricultura en América del Norte a partir de la entrada en vigor del acuerdo, en enero de 1994.
El reporte indica que el volumen de las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México creció de 0.5 millones de toneladas en 1993 hasta 7.5 millones de toneladas en el último año, lo que representó un crecimiento de mil 400 por ciento. En el caso del maíz amarillo el volumen de exportación desde Estados Unidos a México pasó de 914 mil toneladas métricas en promedio en los tres años previos a la entrada en vigor del TLCAN a 5 millones 499 mil toneladas en el trienio pasado, un incremento de 502 por ciento. Ello implicó que el valor de las compras creciera de 104 a 600 millones de dólares, según el reporte.
De acuerdo con el USDA, »en la siguiente década, dos materias primas en el sector de granos y semillas se perfilan para ser objeto de un mayor esfuerzo de integración (al mercado estadunidense): el maíz en México y el trigo en Canadá».
El maíz mexicano es el único bien primario entre los granos y semillas oleaginosas que se mantiene sujeto a un régimen de transición antes de que las compras de Estados Unidos puedan ser realizadas sin barrera arancelaria, lo que de acuerdo con el tratado debería ocurrir en 2008.
El USDA anota en el reporte que »sin embargo, el gobierno mexicano generalmente ha impulsado una política más liberal hacia el maíz de lo que el TLCAN requiere así que -desde la perspectiva de la agencia estadunidense- el país puede beneficiarse más de la integración del mercado de granos».
La organización no gubernamental Oxfam International, que tiene su sede en Londres, documentó que la liberalización en la práctica del mercado de maíz en México ha provocado un incremento rápido de importaciones baratas procedentes de Estados Unidos. Ello, añadió, ha forzado a la baja los precios que reciben los campesinos mexicanos, »con efectos devastadores para las comunidades rurales pobres». Según Oxfam, el apoyo del gobierno estadunidense a su sector agrario es parte esencial de este problema. Los productores mexicanos pobres compiten contra agricultores estadunidenses que en un año reciben 10 mil 100 millones de dólares en forma de subsidios.
Desde la perspectiva del USDA, México »representa también un mercado atractivo para la exportación de maíz blanco, que es usado para producir tortillas y otros alimentos que tienen como base el maíz».
No sólo ha crecido la importación de maíz, aunque se trata de un cultivo altamente sensible en México.
»Entre los tres países (firmantes del TLCAN) una mayor integración está claramente representada en el incremento en el comercio regional de granos, semillas oleaginosas y productos relacionados. En esta amplia categoría, las exportaciones de Estados Unidos a México y Canadá y las de Canadá a Estados Unidos se han más que duplicado desde la entrada en vigor del acuerdo».
A partir de finales de 1993, las exportaciones estadunidenses de algodón a México pasaron de 75 a 350 millones de toneladas métricas, un incremento de 360 por ciento. En el último año, alrededor de dos terceras partes de las ventas estadunidenses de carne de ave a México están representadas por productos que México no produce en grandes cantidades.
El valor de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a México pasó de 3 mil 476 millones de dólares entre 1991 y 1993, previo a la entrada en vigor del TLCAN, a 7 mil 516 millones de dólares en el último trienio, lo que representó un incremento de 116 por ciento, según el reporte.