La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos contempla modificar el muy usado índice de precios al consumidor, lo que podría tener un gran impacto en cómo los mercados y las autoridades interpretan los datos de inflación. La agencia, parte del Departamento de Trabajo, considera la posibilidad de publicar el índice y sus subíndices con […]
La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos contempla modificar el muy usado índice de precios al consumidor, lo que podría tener un gran impacto en cómo los mercados y las autoridades interpretan los datos de inflación.
La agencia, parte del Departamento de Trabajo, considera la posibilidad de publicar el índice y sus subíndices con tres decimales en lugar de uno, dijo un representante de la agencia. Con esto, se reduciría dramáticamente la frecuencia con la que el redondeo de los números produce una tasa de inflación engañosa.
Aún no se ha anunciado una decisión final, pero, de aprobarse, el cambio podría entrar en vigencia a principios del próximo año.
El índice de precios al consumidor es una de las estadísticas más observadas por Wall Street, ya que influye mucho en las decisiones que la Reserva Federal (Fed), el banco central de EE.UU., toma sobre las tasas de interés.
En los últimos meses, los mercados se han movido con nerviosismo a la espera de saber si el cambio mensual del índice era de 0,2% o 0,3% (los inversionistas y la Fed se concentran más en la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía).
Todos los meses, la agencia toma nota de los precios de 80.000 artículos en 200 categorías y convierte el resultado en un número índice. Los índices son luego combinados en una variedad de categorías, como el que agrupa a todos los artículos y el subyacente. Luego, se calcula la diferencia entre los índices para dar la tasa de inflación. El índice de junio, de 202,3 puntos, era 0,2% mayor al índice de mayo (201,9) y 4,3% superior al índice de junio de 2005 (193,9). Así es que la tasa de inflación mensual fue de 0,2% y la tasa de inflación anual fue de 4,3%.
Sin embargo, al redondearlas, estas cifras pueden ser engañosas de dos maneras. Una es que el cambio porcentual es redondeado. Por ejemplo, un incremento de 0,249% es redondeado a 0,2%, mientras que un alza de 0,251% es redondeada a 0,3%. La diferencia entre 0,2% y 0,3% parece bastante, pero si no se redondeara, la diferencia sería ínfima.
La segunda y más seria forma en las que las cifras pueden ser engañosas es el hecho de que la Oficina de Estadísticas Laborales redondea los índices antes de publicarlos. Supongamos que el índice para un mes es 198,945 puntos y se redondea a 198,9. El índice del mes siguiente es 199,355, y se redondea a 199.4. La diferencia entre las cifras redondeadas es 0,251%, lo que se redondea a 0,3%, pero la diferencia entre los números iniciales es de apenas 0,206%, que redondeado sería 0,2%.
La diferencia entre 0,2% y 0,3% puede tener un enorme impacto en el mercado.
Un informe de Elliot Williams, empleado de la Oficina de Estadísticas Laborales, resalta que el informe correspondiente a febrero de 2005 registró una inflación subyacente de 0,3%, por encima del 0,2% previsto por los economistas. Ante la noticia, los precios de los bonos se fueron abajo. Sin embargo, Williams dice que el índice sin redondear habría dado un cambio de 0,2% «y no habría significado ninguna novedad para las proyecciones de inflación o los precios de los bonos».
El informe de Williams halló que, entre 1986 y 2005, usando un índice redondeado a un solo decimal produjo una tasa mensual inexacta el 24% del tiempo, y una tasa de inflación subyacente errónea el 16% de las veces. Si se usara un índice redondeado a tres decimales, se reduciría la incidencia de errores a menos de un 1% en ambos casos.
«Elevar la precisión del índice de precio del consumidor ayudará a hacer insignificantes los errores de redondeo», escribió Williams, cuya opinión no representa la de su oficina.