Cansan, agotan, alteran al más calmado, generan malestar permanente… Pero no hay más remedio que insistir. «Ayuda despreciada» es el ignominioso título del primer editorial del global-imperial del pasado jueves [1]. ¿Ayuda!?, ¿qué ayuda? «El trato y las calumnias contra Felipe González aíslan aún más a Maduro» es el subtítulo. ¿Calumnias? ¿Qué calumnias? ¿De qué […]
Cansan, agotan, alteran al más calmado, generan malestar permanente… Pero no hay más remedio que insistir.
«Ayuda despreciada» es el ignominioso título del primer editorial del global-imperial del pasado jueves [1]. ¿Ayuda!?, ¿qué ayuda? «El trato y las calumnias contra Felipe González aíslan aún más a Maduro» es el subtítulo. ¿Calumnias? ¿Qué calumnias? ¿De qué están hablando? ¿De qué o de quién aíslan a Nicolás Maduro? ¿De grupos como los que ellos representan?
El contenido felipista ad nauseam del texto:
Escribe don o doña Sentencias: «Nicolás Maduro acaba de despreciar una oportunidad extraordinaria para tratar de reconducir la degradación en Venezuela, la situación que está sometiendo a su población a un nivel de penuria e inseguridad jurídica inconcebibles hace pocos años». ¡Oportunidad extraordinaria para reconducir la situación! ¡Es cómico! ¿Inseguridad jurídica? ¿De quién, de quiénes?
La zafiedad de los insultos dedicados al ex presidente del Gobierno español Felipe González, prosiguen, «el burdo hostigamiento ejercido contra él durante su visita a Caracas y la injustificable negativa para permitirle visitar a Leopoldo López y Daniel Ceballos -dos de los más emblemáticos presos políticos, ambos en huelga de hambre- no pueden ciertamente ser enarbolados con orgullo por el régimen de Nicolás Maduro como una pretendida defensa de la soberanía nacional venezolana». ¿Presos emblemáticos? ¿Injustificable negativa? ¿Por qué no visita don ex Gas Natural a Arnaldo Otegui, sin que compare desde luego a este último con aquellos dos miembros de la derecha pro-golpista venezolana? ¿El régimen de Maduro? ¿Lo dicen ellos que jamás hablarían del Régimen de Felipe VI o del régimen del 78, y en este caso con motivo?
Constituyen más bien, señalan, «una prueba evidente del callejón sin salida en el que se ha instalado el chavismo, empeñado una y otra vez en volar cualquier puente de diálogo que pueda tenderse para facilitar una salida política realista en Venezuela». ¿Qué salida política realista? ¿La entrega del poder? ¿La rendición total a sus planes de expropiación y destrucción de los éxitos populares? ¿Qué los usurpadores de la voluntad popular en mi ocasiones, los expropiadores de los bienes comunes, hagan del país lo que les venga en gana? ¿Están hablando de esto?
González, afirman, «no llegaba a Caracas como un aventurero entrometido sino como el representante de un amplio espectro de Gobiernos y personalidades de reconocido prestigio profundamente preocupados por la deriva antidemocrática en la que el régimen de Maduro está sumiendo al país». Ejemplo de estas personalidades de reconocido prestigio: Uribe el criminal. ¿Deriva antidemocrática defenderse de opositores golpistas apoyados por servicios imperiales?
Una preocupación, prosiguen, «que llega al mismo papa Francisco -quien no se caracteriza precisamente por tener pelos en la lengua a la hora de denunciar situaciones injustas y hacer llamamientos al diálogo en conflictos-, cuya entrevista con Maduro en Roma fue suspendida por el mandatario venezolano alegando una enfermedad». ¿Algún problema en esa suspensión? ¿No está clara la jugada de involucrar al Papa en este acoso y recibo contra la revolución bolivariana? ¿Qué pinta el Papa en esta impía historia de la lucha de clases? ¿A favor del presidente Maduro tal vez?
Al contrario de lo que Maduro denuncia en sus diatribas, aseguran los sentencias, «con su machacona insistencia en un fantasmagórico eje Miami-Bogotá-Madrid» (¿fantasmagórico?, ¿dónde está el fantasma?), «la comunidad internacional democrática está profundamente preocupada por el futuro del país sudamericano». ¡Lo han clavado, el mejor chiste del año y de la década! ¡La comunidad internacional democrática profundamente preocupada por el futuro del país sudamericano y el global como portavoz de esa preocupación! ¡Qué risa doña Elisa-Felisa!
El continente, prosiguen, «no puede permitirse una Venezuela que de pronto salte varias décadas atrás en lo económico y muchísimo menos en lo político». ¡Pero si es eso, precisamente eso, lo que pretenden, con la ayuda «político-cultural» del grupo PRISA-que-da-risa! ¡Volver al pasado más rancio y más expropiador! ¡Qué cinismo el suyo!
Las repetidas ofertas de mediación hechas por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, comentan, «o los esfuerzos como el protagonizado por el político español deben ser interpretados como lo que son: la plasmación de una legítima preocupación por un país que en absoluto merece atravesar la penosa situación que vive desde hace un tiempo». ¡Otra vez la misma historia! ¿Santos no debería estar pensando en un tema más próximo y mucho más importante? Por ejemplo, la paz justa en su país. ¿Presenta el global sionista a Colombia y a su gobierno sionista como ejemplo de democracia y equidad? ¡Dan risa… y llanto!
Por no hablar de esta tautología de curso de introducción básica: «los esfuerzos como el protagonizado por el político español deben ser interpretados como lo que son: la plasmación de una legítima preocupación por un país…». ¿Cómo lo que son? ¿Y quién dice lo que son? ¿Y por qué son de este modo? ¡Son ellos los hermeneutas infalibles!
Hay más: «Maduro puede seguir insultando y denigrando a todo aquel que le tienda la mano, pero esa actitud no le servirá para resolver los gravísimos problemas de gobernabilidad a los que tiene que enfrentarse todos los días y que todos los días sufren sus conciudadanos». Más allá de la clara amenaza de estos gallitos zafios de pelea que van y se las dan de exquisitos y educados, ¿el presidente venezolano ha insultado alguna vez a alguien que tratara respetuosamente a su país y a su presidencia? Algún ejemplo por favor…
La estocada final: piensa el ladrón y el sinvergüenza que todos de su condición. «Y si el presidente venezolano cree que su inadmisible actitud le puede ayudar de cara a las elecciones del próximo otoño -con unas encuestas que ahora mismo le son muy desfavorables- no puede estar más equivocado». Con gran parte de los líderes de la oposición encarcelados (¿gran parte?) «y siendo tachados sistemáticamente de terroristas sin prueba alguna es muy difícil hacerse pasar por un adalid de la democracia». ¿Y no lo son, no son terroristas si causan terror, si han causado terror organizado entre la ciudadanía? ¿Consejos para las elecciones? ¿El global preocupado porque las encuestas no sean del todo favorables a Maduro? Por favor…
El koniek final, como si fueran unos angelitos del mundo 3 popperiano: «Si además se maltrata e insulta a quienes de buena fe solo quieren ayudar a Venezuela, tampoco se puede presumir de agudeza política y sentido de Estado». ¡Sólo de buena fe! ¡Ayudar a Venezuela! ¡Falta de agudeza y sentido de Estado!
¿De dónde sacarán sus editorialistas? ¿De la derecha extrema de la extrema derecha? ¡A qué nivel de abyección ha llegado el global y cortesanos como González quien, por cierto, ha recibido el trato que se merecía acompañado de una derrota política de primer orden! De primer orden. ¿Se le bajarán un poco los humos de hombre de Estado por encima del bien y de mal?
Notas:
[1] http://elpais.com/elpais/2015/06/10/opinion/1433960056_707256.html
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