Este domingo pasado se cumplieron 59 años del nacimiento del comandante y presidente Hugo Chávez, su vida y su obra son un legado imprescindible para Venezuela y los pueblos latinoamericanos. Hoy sería imposible en cualquier análisis dejar de estudiar su obra, sus discursos y su concepción estratégica continental de unidad entre los gobiernos y pueblos […]
Este domingo pasado se cumplieron 59 años del nacimiento del comandante y presidente Hugo Chávez, su vida y su obra son un legado imprescindible para Venezuela y los pueblos latinoamericanos. Hoy sería imposible en cualquier análisis dejar de estudiar su obra, sus discursos y su concepción estratégica continental de unidad entre los gobiernos y pueblos de Latinoamérica. Un cúmulo de experiencias y ensayos, su práctica consecuente le permitieron organizar con el pueblo una Constituyente, para en referéndum aprobar la constitución Bolivariana de Venezuela que sería la base de sus programas de la patria en cada periodo electoral durante 14 años de gobierno, sin perder ninguna elección. Sería en otro análisis donde podríamos profundizar el carácter de la carta magna, como el más amplio en deberes y derechos ciudadanos, su énfasis en la independencia y la soberanía, así como la defensa del carácter popular de la revolución bolivariana, tal como reza en la definición del modelo venezolano, una Democracia Participativa y Protagónica.
La pasión por la historia y la obra del Libertador Simón Bolívar, marcó su compromiso político desde su juventud en el Ejército Venezolano, donde forjó el movimiento bolivariano, base de la asonada militar de 1992 para deponer el gobierno corrupto y criminal del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, padre de la reforma neoliberal y de la masacre popular conocida como el Caracazo en 1989, corresponsable de décadas de corrupción y abandono social, de generar altos niveles de pobreza, falta de trabajo y deseguridad social.
Su paso por la cárcel forjó su carácter de líder militar y popular, su sueño de continuar y cimentar el testamento de Bolívar, el que en sus últimos días de vida en Santa Marta manifestó que «he arado en el mar», ante la traición de la oligarquías criollas de Colombia y Caracas. Ese compromiso inmortal con la historia llevó al comandante Chávez a forjar el ALBA, la UNASUR y la CELAC. Esta última organización seria el sueño del libertador, de ver la América una sola desde el Rio Negro hasta la Patagonia unida. Hoy, pese a la diversidad ideológica, se han logrado acuerdos políticos, económicos, sociales, militares, se crean intercambios entre naciones latinoamericanas, en el bicentenario de la independencia.
Esta nueva realidad no está exenta de desafíos externos, las presiones de EEUU y el gobierno de Barak Obama, que aspira un continente balcanizado y sumiso al neoliberalismo, a los acurdos del ALCA, a los ajustes del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), bajo la tutela del Ejército de Estados Unidos, con sus bases y portaviones. Ante estas provocaciones y planes desestabilizadores, la única garantía es la unidad de los gobiernos latinoamericanos y de los pueblos, el fortalecimiento de los instrumentos regionales y continentales.
La creación de un mundo multipolar como lo manifestara el comandante Chávez, en sus viajes a Europa Oriental, a Asia, África, en su largo peregrinar de 14 años por la unidad mundial de los pueblos y naciones soberanas, no puede quedar en un sueño bolivariano. Debe ser una verdad tangible y un deber de la conciencia en el pueblo venezolano, latinoamericano y mundial, sobre la construcción de un nuevo mundo, contra la destrucción del planeta, por la soberanía e independencia de las naciones, de sus recursos y de su historia. Esto fue parte del legado de un gran hombre y estadista, por la defensa de los pueblos y el futuro de América Latina y la sociedad mundial.
La necesidad de profundizar la lucha contra la corrupción y elevar la eficiencia
No es casual que toquemos el tema de la corrupción y la eficiencia, es parte de las últimas decisiones del presidente Chávez en su mensaje al pueblo venezolano en diciembre del 2012, donde informaba que se iba a operar a Cuba. Sus palabras vislumbraban su fatal partida, nada dejó al azar, desde la designación del candidato a la presidencia, el hoy presidente constitucional Nicolás Maduro, hasta la construcción de la organización popular, en su alegato «Comunas o Nada», como otros temas de urgencia para el desarrollo de la revolución bolivariana.
La corrupción ha sido definida en muchas oportunidades como un monstruo de muchas cabezas, porque logra infiltrarse en los mecanismos de gobierno. Se basa en la conocida frases de que «cada hombre tiene su precio», atribuida por la historia a Napoleón Bonaparte, que no sabemos si es fabulada. Pero si sabemos que muchos empresarios y políticos han aplicado su capacidad de corromper a funcionarios públicos, desde los comisionistas, los gestores, hasta «el pana que tiene el contacto», han creado desde décadas un estilo de corrupción perversa, apropiándose de los erarios públicos y los fondos de las Misiones Sociales, o los recursos para viviendas, hasta el desvió de créditos a Fundaciones o Consejos Locales, hacia intereses personales.
La necesidad de una lucha frontal contra la corrupción, implica altos niveles de honestidad e integridad, porque han sido décadas de descontrol, que vienen de la Cuarta Republica, pero que son parte de esta nueva Republica. En ese sentido se deben revisar e investigar a los funcionarios que serán parte de las investigaciones de los delitos y sus agravantes, porque serán presionados por los corruptos y sus testaferros, porque se han acostumbrado a violar la ley, porque no se crearon los mecanismos de control. Además la contralorías en su mayoría no ha realizado su papel de control, seguimiento y denuncia de funcionarios que caigan en delitos económicos.
Se han logrado varias detenciones y averiguaciones en hechos de corrupción
Se ha avanzado en la detención de algunos casos de corrupción, en empresas del estado, en algunos funcionarios de ex gobernaciones, como en instituciones como el SENIAT. También se ha realizado recientemente el desafuero por la Asamblea Nacional del diputado opositor Richard Mardo por las denuncias sobre defraudación tributaria y legitimación de capitales que reposan sobre él, hecho que generó una defensa cerrada de los diputados opositores, sobre un hecho no político.
Además este hecho no es nuevo, porque el Diputado José Caldera, miembro del mismo partido de Mardo, Primero Justicia (PJ) fue descubierto en una filmación en un hecho de corrupción, al recibir fondos privados sin ser informados al Consejo Nacional Electoral (CNE), porque eran para apoyar al gobernador Henrique Capriles. Lo llamativo de este hecho, es que el video fue enviado al gobierno por sectores de la oposición,para sacar del juego a Caldera, como candidato Alcalde y beneficiar a otro vinculado a Capriles, como se dice: «cuando el río suena porque piedra trae».
Este nuevo desafió contra este flagelo no puede ser coyuntural, debe ser una tarea constante en cada Estado de Venezuela, deben crearse mecanismos de interrelación con las comunidades, con los vecinos, acudir a asambleas populares y analizar sus denuncias, así como ejercer contralorías en la instituciones del estado, para verificar los usos de las partidas y créditos adicionales. El uso de los Consejos Locales como contrapartida al estado, es otra manera sana de evaluar, rectificar y determinar si existe un delito, porque para vencer el monstruo de muchas cabezas, se debe acoplar la investigación, con la ética y la moral del equipo investigador, y con la contraloría popular. Sólo de esa manera avanzaremos en profundizar la revolución bolivariana.
Publicación Barómetro 01-08-13
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