El ahora candidato a la presidencia de Venezuela, Teodoro Petkoff, ha propuesto su muy peculiar visión de izquierda neoliberal para «cambiar la historia del país.» Sin embargo, su programa de gobierno mas bien se asemeja a las políticas neopopulistas que pretendieron implementar hace mas de una década los presidentes Fujimori, Menen, Color de Mello y […]
En medio de un estratégico despliegue mediático y acompañado del mismo chiripero que hizo gobierno con Caldera, Petkoff ha desempolvado las viejas recetas neoliberales que a principio de los noventa aplicó desde Cordiplan con la llamada «Agenda Venezuela», las cuales enrumbaron al país hacia una de las peores crisis económicas de toda su historia. Esta vez, Petkoff pretende esconder el núcleo neoliberal de su propuesta de gobierno en una retórica claramente populista, ofreciendo acabar con problemas socioeconómicos estructurales con la implementación de políticas monetarias y fiscales de corte neoliberal que permitan la «creación de empleo» y una «mejor distribución» de la renta petrolera.
Para Petkoff, el desempleo es la «causa principal» de la pobreza. Esta aproximación unidimensional y anacrónica de la pobreza es un reducto del pensamiento neoliberal que ignora aspectos tan importantes como el acceso universal a la salud, educación, vivienda, participación política y esparcimiento que permite alcanzar estados de bienestar integral. En este sentido, Petkoff pretende desarrollar su gobierno sobre la base de la implementación de «políticas económicas dirigidas a crear empleos.» Lo mismo prometió Petkoff cuando formaba parte del gobierno de Caldera y permitió desbancar el ahorro de los trabajadores por medio de la reforma al régimen de prestaciones sociales con la promesa de mas empleos y mejores salarios. Estas políticas económicas estarán entrañablemente vinculadas al paradigma neoliberal que supedita el interés colectivo al interés privado de las grandes empresas, lo que significaría un giro radical de la alternativa bolivariana que privilegia la diversificación de la económica y el desarrollo endógeno a través de la promoción y creación de pequeñas empresas, micro-empresas y cooperativas.
Sin embargo, el mayor aporte que hace Petkoff a su propuesta de izquierda neoliberal y que conforma la «columna vertebral» de su oferta electoral, es la implementación del «cesta-ticket petrolero», definido como un «fondo autónomo [proveniente] de los ingresos petroleros para [que] mediante bonos canjeables como cesta-tickets o a través de cuentas bancarias… las familias venezolanas [puedan] financiar los gastos de educación, salud y refacción de viviendas.» Con esta propuesta, Petkoff intenta relevar al Estado de su exclusiva responsabilidad y naturaleza política en la provisión de infraestructura social para pasarla a manos privadas. Los servicios sociales serán financiados directamente por el ciudadano y administrados por la empresa privada, una propuesta claramente populista y neoliberal que dista muchísimo de lo que realmente significa ser de izquierda.
La propuesta constituye una trampa neopopulista que en realidad pretende privatizar PDVSA y el Estado. Es populista porque ofrece mayores recursos monetarios en manos individuales sin proponer algún tipo de organización socioeconómica que le permita a la población desarrollar por si misma una contraparte productiva, con lo cual la mano de obra termina esclavizada y condenada a las promesas del gobierno de turno. De igual manera, la propuesta es neoliberal porque previene al Estado de intervenir en el planeamiento y desarrollo de la infraestructura social del país en materia de educación, salud y viviendas para entregársela a la empresa privada.
En todo caso, la propuesta neopopulista de Petkoff es profundamente débil e insostenible. Las políticas económicas neoliberales que deberá implementar entrarán en franca contradicción con sus promesas populistas, debido a que la aplicación de las mismas inevitablemente debilitarán el precio del barril de petróleo igual a como ocurrió cuando se desempeñaba como jefe de Cordiplan en el nefasto gobierno de Caldera. En ese entonces, el precio del petróleo cayó por debajo de los 10 dólares mientras la economía se contraía precipitadamente. Un escenario similar hará cortar el flujo de los llamados «cestas-tickets» mientras Petkoff se enreda con mas promesas de imposible cumplimiento.
Afortunadamente el pueblo venezolano dejó de ser ingenuo hace tiempo, y por mas que se disfrace de populista, la costura neoliberal de la «izquierda» de Petkoff resalta por encima de cualquier despliegue mediático.