Recomiendo:
0

La izquierda no debe buscar «refundaciones», sino crear nuevos caminos

Fuentes: Correspondencia de Prensa

1. Premio consuelo En el comienzo, el PT pedía disculpas por participar de las elecciones, después pasó a disputarlas incluso sin saber lo que quería. Y el calendario pasó a ser el calendario electoral. Y los núcleos pasaron a ser los gabinetes de los diputados. No descifrar teóricamente la realidad pasó a ser fatal a […]

1. Premio consuelo

En el comienzo, el PT pedía disculpas por participar de las elecciones, después pasó a disputarlas incluso sin saber lo que quería. Y el calendario pasó a ser el calendario electoral. Y los núcleos pasaron a ser los gabinetes de los diputados. No descifrar teóricamente la realidad pasó a ser fatal a partir de 1994. (1)

En los últimos 10 o 15 años el PT se transformó profundamente. De un partido constituido mayoritariamente por cuadros organizadores y movilizadores sociales pasó a ser un partido constituido por diputados, senadores, gobernadores, alcaldes, consejales, funcionarios de gabinete, asesores parlamentarios y gubernamentales, directores y funcionarios medios de empresas públicas y para-estatales, de bancos federales y estaduales, funcionarios de organizaciones sociales burocratizadas, etc. Es decir de un partido que luchaba desde las organizaciones sociales por los intereses de los trabajadores y desposeídos a un partido integrado y adaptado a la institucionalidad burguesa. Un partido donde la referencia de clase es sólo una remota memoria. Y esto en el sentido borgiano: la memoria como una forma del olvido.

La casi totalidad de esos cuadros institucionalizados y burocratizados abandonaron toda concepción de clase y toda perspectiva socialista. Las corrientes que aún se reivindican del socialismo como la Democracia Socialista y otras menores, en realidad poseen un programa mínimo y un programa máximo, como la socialdemocracia en las primeras décadas del siglo XX. Un programa mínimo reformista – en contados casos (con reivindicaciones que podrían ser conquistadas todavía en el régimen capitalista) o, lo que es peor – en la mayoría de los casos – directamente de adaptación a la contrarreforma neoliberal y un programa máximo o socialista, que debería ser realizado en el futuro después de la llegada de los socialistas al poder y que en realidad no es más que un palabrerío socialista «para los días de fiesta» y que lejos de ser un programa se trata de una fraseología hueca proyectada hacia un porvenir indefinido e inalcanzable.

Hace unos días un compañero de Florianópolis oyendo agitar a favor del socialismo en un futuro incierto a uno de esos nuevos afiliados del PSOL que salieron del PT con el PED suplicó: ¡Por favor no me hagan de nuevo el «cuento del socialismo»!

A esa «izquierda» que se auto-titula «socialista» le faltan siempre las propuestas transicionales. Es decir la «combinación de la exigencias inmediatas con reivindicaciones de transición, esto es, formuladas para resolver problemas sentidos por las masas en su experiencia en los países capitalistas, mas que cuando realizadas entrarían en choque con el capitalismo, llevarían a un desarrollo de la conciencia socialista de la población y abrirían una dinámica de cambios que no se agotaría hasta el socialismo. El programa funcionaría así como un puente para el socialismo».(2) Y en especial faltan en todos los casos las propuestas que cuestionan la institucionalidad burguesa y promueven organismos alternativos de democracia obrero y popular. Desde sus gabinetes y escritorios tratan siempre de encaminar los reclamos, las protestas, las movilizaciones hacia el callejón sin salida de la institucionalidad burguesa.

En la profunda transformación del PT de los últimos 10 o 15 años, hubo un «primer premio» para aquellos que pasaron a ser «operadores de fondos de pensión» o intermediarios del capital financiero nacional e internacional -en especial integrantes del campo mayoritario- y un «premio consuelo», de decenas de millares de cargos en la institucionalidad burguesa para los militantes partidarios que se subordinaron a esa institucionalidad.

La llamada «izquierda» del PT fue también beneficiaria de ese «premio consuelo» y es eso lo que los retiene dentro del PT. Y lo que los hará apoyar la candidatura Lula en el 2006. Y lo más dramático de todo es que lo hacen en medio de una crisis de legitimidad de las instituciones de dominación burguesa imperialista como nunca se había vivido en Latinoamérica.

2. La actual relación de fuerzas

La crisis del «mensalao» y la «caixa 2» que lejos de limitarse al PT – como quiere hacernos creer el sistema mediático – se extendió a todo el sistema político brasileño, no hizo más que demostrar que Brasil no es una excepción de la crisis de legitimidad institucional de dominación en los países latinoamericanos. Para el PSOL de Santa Catarina el escándalo político de mediados del 2005 – que aún se arrastra – era de alguna manera previsible. El Proyecto de documento del PSOL (SC) presentado en la Segunda Plenaria del PSOL en Porto Alegre -enero de 2005 – se iniciaba con esta caracterización:

«El panorama latino-americano del último decenio está determinado por una crisis institucional de dominación política burguesa-imperialista en escala continental. Esta crisis institucional tuvo diferentes manifestaciones y se expresa de manera desigual en las diferentes regiones. Las luchas de los movimientos sociales se convierten en el elemento dinamizador central y el eje sobre el cual, en diversas ocasiones, las masas asedian a las clases dominantes y sus instituciones (…) El clima de revuelta en las clases bajas explica la inestabilidad latino-americana»

Fue en base a esa elaboración colectiva que, en junio de este año y como corolario de una investigación (3) sobre los presidentes destituídos por la movilización popular en la última década, formulé algunas tesis sobre la inestabilidad institucional en Sudamérica. (4)

En dichas Tesis se afirma lo siguiente:

«El panorama sudamericano, desde hace más de una década, se caracteriza por una crisis institucional de dominación política burguesa-imperialista a escala continental. Desde 1992, con la caída de Collor, el cargo de presidente sudamericano pasó a ser revocable en cualquier momento, si la movilización de la población alcanza la magnitud necesaria para forzar la destitución.

Durante ese período hay un cierto padrón de comportamiento que se inicia con el presidente brasileño y se reproduce once veces: tres en Ecuador (Bucaram 1997, Mahuad 2000 y Gutiérrez 2005); dos en Venezuela (Carlos A. Pérez 1993, Carmona 2002) y Bolivia (Sánchez de Lozada 2003, Carlos Mesa 2005). y por una vez en Brasil (Collor 1992), Paraguay (Cubas 1999), Perú (Fujimori 2000) y Argentina (de la Rúa 2001).

En todos los casos se plantearon situaciones ineludibles de expulsiones presidenciales forzadas por el ejercicio de la democracia directa de la población movilizada. La única variante se da en Venezuela donde Chávez es restituido por la movilización luego de la breve intentona de golpe patronal auspiciado por EE.UU. que mantuvo 48 horas a Carmona en la presidencia.

La crisis institucional ha permitido que uno de los distintivos del horizonte democrático de la humanidad que Marx extrajo de la experiencia de la Comuna de Paris, comience a ser conquistado: los representantes deben ser revocables en todo momento, por la sola voluntad de los representados. La democracia representativa debe estar siempre subordinada a la democracia directa.» (tesis 1 y 2)

El origen de esa crisis de legitimidad de la hegemonía burguesa-imperialista que cuestiona las instituciones de dominación está en la aplicación de las políticas neoliberales y en los procesos de corrupción a que conduce esta orientación:

«Tanto las elites dirigentes como las clases dominantes están sometidas a todos los procesos de corrupción inherentes a la venta, montaje y gestión de los sectores privatizados y del pago a los fraudulentos «acreedores» de la deuda. De igual forma participan como socios menores de los saqueos de los recursos naturales y los fraudes del capital financiero internacional. Las medidas económicas pro imperialistas y la corrupción convierten a los gobiernos, partidos tradicionales y parlamentos en un sistema político envilecido, que en cierto momento provoca la repulsa de multitudes enfurecidas.

En todos los casos se manifiesta un rechazo a las elites políticas tradicionales que administran el país en función del capital imperialista y sus socios nativos. La política aplicada conduce, por un lado, a desgastar las bases de apoyo social de las elites dirigentes y de las clases dominantes en las llamadas clases medias; y por otro a corroer la legitimidad de las elites dominantes que se convierten de hecho, en apéndices poco confiables de las potencias imperialistas y sus direcciones. Los planes económicos neoliberales no dejan margen al clientelismo clásico de los partidos tradicionales. (tesis 5)

Las explosiones antigubernamentales tienen su origen en las luchas de los movimientos sociales y en particular en la rebelión de nuevos sujetos sociales castigados por la política neoliberal:

Las luchas de los movimientos sociales se convierten en el elemento dinamizador central y el eje sobre el cual, en diversas ocasiones, las masas asedian a las clases dominantes y sus instituciones. Los sucesivos levantamientos, huelgas, ocupaciones de tierra, cortes de caminos, luchas contra las privatizaciones y manifestaciones de masas, revelan la magnitud socio-política de las resistencias populares, amplias, radicales, democráticas y antiimperialistas. Es que la recolonización imperial de América Latina, coloca las tareas políticas de soberanía nacional y de transformación de la sociedad de manera íntimamente relacionada.

Los sujetos de la rebeldía social son diversos: trabajadores sindicalizados, desempleados, campesinos sin tierra, campesinos-indígenas que sustentan la resistencia zapatista, pueblos indígenas, pobladores sin techo, operarios de fábricas «recuperadas», jubilados, cooperativistas, estudiantes, jóvenes y mujeres de los barrios pobres, pequeños agricultores y comerciantes arruinados, pequeños ahorristas estafados, etc. El clima de revuelta en las clases bajas explica la inestabilidad latinoamericana. Con diferentes magnitudes y diversas expresiones, no hubo un país de América del Sur que no atravesase por crisis de las instituciones burguesas.» (tesis 6 y 7)

En medio de este cuestionamiento de las masas a las instituciones de dominación burguesas imperialistas es imprescindible tener una política transicional promoviendo organismos de democracia popular directa.

«En esta etapa de crisis institucional de dominación imperialista y burguesa seguiremos presenciando repulsas populares a los presidentes, parlamentos o justicia burguesa. Cuando las instituciones democrático burguesas son colocadas en jaque por la movilización popular en medio de un sistema político corrompido, es necesario patrocinar en el movimiento instituciones alternativas de democracia popular, presentando una salida positiva para las aspiraciones populares de cambio. Estas propuestas deben acompañar el real desenvolvimiento político de la movilización popular. Debemos extraer nuestras propuestas del propio movimiento social. Es allí, en las resistencias a la opresión, donde surge y se inventa la política. Es en la formulación y la movilización por nuevos derechos que los explotados se transforman en sujetos activos y definen nuevas instituciones de democracia popular.» (tesis 15)

«La deficiente fuerza político-organizativa de la izquierda socialista y revolucionaria en el continente, frenó e impidió la conexión necesaria entre los diversos movimientos sociales radicales y sus dinámicas políticas de mudanza profunda. En esta fase, falta todavía una dirección social y política anticapitalista y antiimperialista que pueda disputar la conducción del gobierno y del estado a las elites y a las clases dominantes. Esta dirección socio-política se hace imprescindible para un cambio radical de la sociedad.

No será administrando el capitalismo que alcanzaremos esa nueva sociedad. La lógica del capital es acumulativa, no distributiva. Sólo asumiendo medidas anticapitalistas se puede impulsar un plan de distribución justa de la riqueza.» (tesis 17)

Lo que acabo de describir es un panorama de la relación de fuerzas en Latinoamérica. La situación no se caracteriza por una derrota del movimiento de masas en el continente que hace más de una década que viene realizando batalla tras batalla por sus derechos y reivindicaciones, sino por la debilidad de la izquierda socialista y revolucionaria y la falta de una dirección socio-política anticapitalista y antiimperialista.

En un reportaje que ya respondió Joao Machado y donde el sociólogo Emir Sader no se destaca por la sutileza y la tolerancia, éste afirma:

«La correlación de fuerzas mudó brutalmente, contra nosotros. Nunca en el mundo la palabra izquierda, desde que fue inventada con esa connotación, estuvo tan débil. En Europa, desapareció la izquierda, que aplicó medidas neoliberales y quedó aislada. La Unión Soviética, que era un referencial, desapareció. Los sindicatos decayeron, el trabajo desapareció como temática. En América Latina, los nacionalistas se convirtieron al neoliberalismo, los peronistas fueron protagonistas en la privatización, el socialismo chileno, bien… China, es bueno que exista, pero no vamos a decir que es socialismo.» (5)

Ya en su análisis luego de la explosión de las torres gemelas en Nueva York, Sader afirmaba:

«El período histórico iniciado con el fin de la URSS sigue plenamente vigente. Los Estados Unidos continúan como la única súper potencia, con hegemonía mundial. Nada de lo importante que sucede en el mundo de hoy -en los planos económico, político, militar, informativo, cultural – puede ser entendido haciendo abstracción de esa hegemonía. Ella está fuerte política e ideológicamente.»

En primer lugar es oportuno recordar que cuando la URSS aún existía, no se trataba en realidad de una disputa por la hegemonía entre dos superpotencias. Sino de un acuerdo a veces tácito, a veces explícito de reparto de zonas de influencia. La URSS denominó esta política «Coexistencia Pacífica». ¿La correlación de fuerzas mudó porque -entre otras cosas- desapareció el referencial de la Unión Soviética? En verdad la implosión de la URSS terminó con las ilusiones en regímenes dominados por una casta que veneraba la falta de democracia y de equidad y que denominándose socialista -o socialismo real-no hacía más que desprestigiar la perspectiva socialista.

Por otra parte en la etapa actual, la crisis de hegemonía podría no devenir de la competencia de otra potencia ascendente. No olvidemos a Gramsci. La función hegemónica depende, en gran medida, del apoyo o beneplácito de los hegemonizados. Y lo que presenciamos en América Latina -y en otras partes del mundo- es un proceso de rebelión de los hegemonizados y de repudio a las instituciones de dominación hegemónica de la burguesía y el imperialismo.

El gran problema es ¿qué definimos con la palabra izquierda? ¿En Europa, la socialdemocracia que se hizo neoliberal era la izquierda? ¿El peronismo o la socialdemocracia chilena eran la izquierda? Mientras continuemos con esas ilusiones no vamos a resolver la crisis de dirección socialista y revolucionaria que mantiene huérfanos a los millones de luchadores latinoamericanos. Sader afirma que:

«La Carta al Pueblo Brasileño mudó la naturaleza de la candidatura de Lula para un compromiso con el capital financiero que imposibilita la salida del modelo» (6)

Luego asegura que en la actual relación de fuerzas lo central es defender al PT de los ataques de la derecha. Aunque no lo diga, esto implica acompañar su política de sostén al gobierno Lula y su reelección en el 2006. Al mismo tiempo insulta a la izquierda que pretende construir una alternativa a la debacle del PT y su gobierno. Y para completar la confusión expresa nostalgias por la desaparición de la URSS.

Sader destaca la subordinación del PT a la institucionalidad burguesa, pero no saca todas las consecuencias sobre ello. István Mészáros desenlaza este nudo gordiano con toda claridad en «Para alem do Capital.»

«El capital es la fuerza extraparlamentaria par excellence que no puede ser políticamente limitada en su poder de control socio-metabólico. Esa es la razón por la cual la única forma de representación política compatible con el modo de funcionamiento del capital es aquella que efectivamente niega la posibilidad de contestar su poder material. Y, justamente porque es la fuerza extraparlamentaria par excellence, el capital nada tiene que temer a las reformas decretadas en el interior de la estructura política parlamentaria. (7)

«El poder extraparlamentario del capital sólo puede ser enfrentado por la fuerza y por el modo de acción extraparlamentario del trabajo» (8)

«Sólo un vasto movimiento de masas radical y extraparlamentario puede ser capaz de destruir el sistema de dominio social del capital.» (9)

3. Algunas pistas para encontrar la izquierda

De la experiencia Latinoamericana de los últimos años y del NO fundacional del PSOL nosotros sacamos algunas conclusiones para aquellos que quieren construir una alternativa socialista y revolucionaria:

1- El programa fundacional del PT -hoy abandonado- definía con claridad la relación entre la institucionalidad; procesos electorales y gabinetes parlamentarios, respecto a la movilización social y la transformación de la sociedad.

En el 1er. Plenario del PSOL SC en Camboriú sintetizamos esta posición de la siguiente forma:

«El partido debe subordinar la actividad institucional, electoral y parlamentaria a la organización e impulso de la movilización popular» (10)

Según datos periodísticos, más de 60% de los parlamentarios federales cambiaron de partido durante esta legislatura. Quizá por esa razón puede existir una interpretación equivocada respecto a los ingresos de nuevos congresistas al PSOL. Cuando abrimos la puerta de nuestra casa a los compañeros que abandonaron el PT decepcionados, no estábamos ofreciendo meramente una legenda electoral. En primer lugar, lo que ofrecíamos era una breve, pero substanciosa tradición política. Queríamos compartir un capital programático que nos enorgullece y que actúa como cimiento de nuestro partido. Nos referimos a ese magnífico gesto político que fue la votación de Heloísa, Luciana y Babá contra la ley de (contra-) Reforma de la Previsión Social. ¿Cuál es el sentido de esa votación? Justamente, colocar la actividad parlamentaria al servicio de la organización e impulso de la movilización popular que defendía los derechos que la ley arraso. Aquellos que desde el PT votaron afirmativamente la ley, patrocinaban lo contrario: subordinaban la organización y la movilización popular a la institucionalidad burguesa al servicio del capital financiero. Y aquellos que se abstuvieron no pueden continuar en el limbo. Hay que elegir una o otra. No hay una tercera vía.

2- La prioridad de la democracia directa sobre la representativa es uno de los ejes de la movilización de masas en los últimos años en Latinoamérica. Es tan contundente esta reivindicación en nuestro continente que once presidentes fueron expulsados de sus mandatos en los últimos 13 años. Dos de ellos durante el 2005. Y siempre, su expulsión se concretó por la rebelión de las masas que tomaron las calles o bloquearon los palacios de gobierno, asumiendo la democracia directa sin respetar el término de los mandatos representativos. La única excepción, la restitución de Hugo Chávez a la presidencia, derrotando el golpe norteamericano, tuvo el mismo sentido programático. Las poblaciones pobres de Caracas descendieron de los cerros, rodearon la casa de gobierno e impusieron el retorno del mandatario. Si no fuese por la acción de democracia directa del pueblo caraqueño movilizado, su legítimo representante y mentor de la revolución bolivariana estaría preso o en el exilio y los agentes del imperialismo gobernando Venezuela.

Las acciones de democracia directa, son el instrumento de los sectores populares contra el fraude programático de los representantes que traicionan sus compromisos. Y el camino para defender sus auténticos representantes cuando son amenazados de ser depuestos por las elites reaccionarias.

En el 1er. Plenario del PSOL SC en Camboriú formulamos esta posición de la siguiente manera:

«El partido apoya toda forma de democracia directa (plebiscito, referendo, movilizaciones, asambleas populares, luchas directas), dándole prioridad en relación a la democracia representativa. Las cuestiones fundamentales de la nación, como el ALCA, la propiedad del agua, la reforma de la educación, deben ser decididas por participación popular directa. El principio da elegibilidad debe atingir todas las esferas del poder, incluyendo el judicial. El PSOL debe defender la revocabilidad – por quien los eligió – de todos los mandatos, en cualquier momento, cuando son descumplidos los compromisos programáticos.» (11)

Nuestra propuesta es clara. Pretendemos que en el PSOL la democracia representativa se considere subordinada a la democracia directa de as masas. Así la participación electoral del partido y la actuación de los representantes de cualquier nivel electos bajo nuestra sigla se subordinarán a la movilización y organización social y a la transformación justa y democrática de la sociedad. Elegibilidad en todas las esferas del poder y revocabilidad de los representantes en todo momento, completan esta definición democrática que va más allá de la restringida democracia burguesa.

Está demás decir que todo eso no significa desaprovechar ninguna oportunidad de ejercer la representación democrática ni de desperdiciar los espacios democráticos de la sociedad.

Una definición clara del partido respecto a la institucionalidad burguesa es imprescindible para no caer en los callejones sin salida en que está irremediablemente sumergido el PT.

4. Presente griego

Luego del PED el PSOL se vio incrementado en cinco diputados federales y tres estaduales. Quiero testimoniar nuestra corta experiencia con el ingreso del diputado estadual Afranio Boppré (APS) al PSOL-SC, incorporación efectuada a principios de octubre de este año.

En Santa Catarina hace casi dos años se viene trabajando en la construcción del PSOL. Para esto no se contó con el aporte inicial de una corriente que rompiera con el PT como fue el caso de SP, RJ, RS, PA o AL. Se fue ganando cada militante uno a uno. Y se agrega a esto que SC no cuenta con una capital que centralice la mayor parte de la política estadual. El litoral del estado tiene varias ciudades que compiten en tamaño e importancia con la capital. Esto exigía que fuera necesario un esfuerzo de construcción en varias ciudades al mismo tiempo.

No es raro entonces que los oportunistas políticos, viendo las posibilidades de la candidatura de Heloisa Helena a la presidencia, comenzaran sus intentonas de introducirse en el partido con objetivos únicamente electorales. Así pasó en Criciuma con un grupo semi-gansteril proveniente del PSDB; o en Joinville con un «entrista» del PSDB que logró hacerse elegir como parte de los 101 y luego desapareció con 500 asignaturas para la legalización; con un grupo de ex PDT de Joinville en connivencia con el alcalde del PSDB de esa ciudad; y otros casos menores.

Hasta principios de octubre del 2005 el equipo de dirección provisoria que garantizó la colecta de asignaturas y la legalización del PSOL en Santa Catarina fue controlando el proceso de construcción e impidiendo las burdas maniobras electoralistas de estos personajes.

Pero a partir de la «Afiliación Democrática» resuelta por la dirección para favorecer el ingreso de los desafiliados del PT durante el PED, la situación en Santa Catarina se agravó.

Los electoralistas se envalentonaron, y con la mayor impudicia comenzaron las maniobras y manipulaciones para favorecer a todo aquel que tuviera como único objetivo candidatearse, intentando desplazar o directamente expulsar a los fundadores y demás compañeros que rechazaban la metodología y la política que llevó al PT a la decadencia.

Este grupo liderado por el ex Presidente del PSOL de Santa Catarina, H. Scherner detectó que el nuevo diputado y su gabinete se sentían mucho más cómodos con el electoralismo sin principios, que con los objetivos fundacionales del PSOL nacional. Con recursos de un mandato estadual que coincidía con sus métodos espurios y su institucionalismo descarnado comenzaron a actuar conjuntamente de forma desvergonzada.

Todo esto nos permite concluir que el ingreso del diputado Boppré a través de la «afiliación democrática» fue un verdadero presente griego para el PSOL SC. Sospecho que en Santa Catarina no tuvimos la suerte de recibir verdaderos organizadores o movilizadores sociales. Como contrapartida nos topamos con varios funcionarios de gabinete formados en el cretinismo parlamentario.

5. División de aguas

El consejo que damos a los que se vean en la misma situación es delimitar programáticamente a aquellos que sólo se acercan al PSOL porque lo consideran una atractiva franquicia.

El documento que elaboramos para el 1er. Plenario del PSOL-SC en Camboriú nos permitió definir con rapidez quienes eran los que se subordinaban de pies y manos a la institucionalidad burguesa. El debate no pasa por la adhesión o no al Socialismo en abstracto. Como ya adelantamos existe un palabrerío hueco sobre el «socialismo» que se usa como cortina de humo para ocultar la subordinación a la institucionalidad burguesa. La división de aguas está en la relación con esa institucionalidad.

Nuestro «presente griego» propuso la modificación de dos de los cinco puntos que aprobamos en Camboriú:

1- el referido a la relación mandato-movilización social
2- el que expresa la relación entre democracia directa-democracia representativa
Y la anulación de un tercero:
3- el que caracteriza la crisis de legitimidad institucional en Latinoamérica y propone «estimular alternativas de democracia popular, presentando una salida positiva para las aspiraciones populares de cambio, extrayendo nuestras propuestas del propio movimiento social, para conducir una reforma política e institucional, profunda y estructural, fundando una nueva democracia basada en la igualdad, libertad, justicia social y soberanía, inherentes al sistema socialista» (12)

Al parecer, por nuestra modesta experiencia estas definiciones sirven para desenmascarar a los caballos de Troya provenientes del PT. Son posiciones que pretendemos defender en el próximo congreso partidario a principios del 2006.

6. Frente Social y Político

Nuestra experiencia respecto a política de alianzas en el Estado nos indica que existen organizaciones sociales que tienen mayor coincidencia con nuestras posturas estratégicas que algunas corrientes que se reivindican socialistas. Como decimos en nuestro documento de Camboriú:

» Si, por un lado, el momento que vivimos es de profunda crisis de los proyectos históricos de organización… las posibilidades de recomposición son múltiples e inciertas. El PSOL constituye una de esas posibilidades, sin la pretensión de ser la única o la mejor. Su contribución será mayor si comprende, en cuanto colectivo, las posibilidades y limitaciones, asumiendo un papel adecuado de contribución e interlocución con los demás sujetos de esta reconstrucción. Consulta Popular, MTL, MST, Corrientes organizadas de corte socialista, Conlutas, y mismo la izquierda del PT son interlocutores posibles en esta coyuntura. Tan importantes cuanto esos son los nuevos luchadores sociales (MPL-Movimento Passe Livre, Catadores de Papel organizados, Movimientos Indígenas, de Jóvenes, etc.), que construyen formas innovadoras de organización y lucha, dando um nuevo impulso a al lucha de clases, nacional e internacional.» (13)

La separación de lo social y lo político sólo favorece al capital. Más aún en esta etapa de contra-reforma neoliberal, donde por mínima que sea la movilización social, cuestiona al capitalismo.

«El desafío mayor del mundo del trabajo y de los movimientos sociales que tienen como núcleo fundacional a la clase trabajadora es crear e inventar nuevas formas de actuación, autónomas, capaces de articular íntimamente las luchas sociales, eliminando la separación introducida por el capital, entre acción económica, por un lado (realizada por los sindicatos) y acción político-parlamentar, en el otro polo (realizada por los partidos). Esta división favorece al capital, fracturando y fragmentando todavía más el movimiento político de los trabajadores.» (14)

Por eso es necesario «comprender la necesidad de construir alianzas más allá de los partidos políticos. Ejemplos como los da Bolivia y de Ecuador – donde frentes que reunieron organizaciones sociales y políticas acumularon fuerza para barrer procesos antipopulares de desnacionalización y promover cambios institucionales – o el de Uruguay – donde la Comisión Nacional en Defensa del Agua consiguió aprobar en plebiscito la reforma constitucional en favor de agua como bien público – demostraron el potencial de la construcción de frentes de este tipo. Un frente único social y político posibilita superar la fragilidad de la izquierda socialista y dar consecuencia política a los movimientos sociales radicalizados. El PSOL se debe asumir como impulsor de un Frente Único Social y Político que organice a lucha por la real transformación social del Brasil.» (15)

La valiente negativa de nuestros parlamentarios fundadores abrió una nueva etapa en la saga de la izquierda brasileña. Ella no debe buscar «refundaciones», sino crear nuevos caminos, usar la creatividad que siempre fue la marca de su contribución histórica.

Isla de Santa Catarina, diciembre 2005

* Juan Luis Berterretche, es miembro de la Secretaría de Formación del PSOL (Santa Catarina)

Notas

1. Introducción al Programa de Transición, Joao Machado, Ediciones Em Tempo.
2. América Latina: Once fugas y un retorno, Correspondencia de Prensa Nº 3021, 7 de mayo 2005.
3. Tesis sobre la inestabilidad institucional en Sudamérica, J.L.Berterretche, junio 2005.
4. Emir Sader, ibid.
5. Emir Sader, ibid.
6. István Mészáros, «Para além do Capital» pag. 856, Editorial Boitempo, Editora da UNICAMP, Sao Paulo, 2002.
7. Ibid, pag. 857
8. Ricardo Antunes, Presentación de «Para além do Capital» de István Mészáros, pag. 18
9. Punto 2 del documento «Frente Única Social e Política para o Brasil» aprobado en el 1er. Plenario del PSOL SC en Camboriú, 8 de octubre 2005.

10. Ibid, Punto 4
11. Ibid, Punto 5
12. Ibid.
13. Ricardo Antunes, Ibid, pag. 19
14. «Frente Única Social e Política para o Brasil», conclusión.