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La Ley de Pesca permitió recuperar la riqueza marina venezolana

Fuentes: ABN

Aun cuando sectores de la derecha intentaron suprimir con un golpe de Estado en abril de 2002 el proceso de cambios que comenzaba a afianzarse en el país con la aprobación en noviembre de 2001 de 49 Leyes Habilitantes, entre ellas la Ley de Pesca y Acuicultura. El pueblo venezolano no permitió que se diera […]

Aun cuando sectores de la derecha intentaron suprimir con un golpe de Estado en abril de 2002 el proceso de cambios que comenzaba a afianzarse en el país con la aprobación en noviembre de 2001 de 49 Leyes Habilitantes, entre ellas la Ley de Pesca y Acuicultura. El pueblo venezolano no permitió que se diera al traste con la revolución bolivariana. Seis años después, el 14 de marzo de 2008, Venezuela estableció la eliminación de la pesca industrial de arrastre.

La Federación de Cámaras de Venezuela (Fedecámaras), liderada por quien fuera dictador por 48 horas, Pedro Carmona Estanga, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, encabezada por el ahora prófugo de la justicia, Carlos Ortega, los medios de comunicación privados y trabajadores de la nómina mayor de Petróleos de Venezuela (Pdvsa); irrumpieron el 11 de abril de 2002 contra un gobierno legítimamente constituido. El cual había establecido como requisito fundamental que las grandes industrias de la pesca dejaran de enriquecerse sólo ellas, para beneficiar a quienes por años vinieron sobreviviendo con sus migajas, los pescadores artesanales.

Y es que los sectores opositores venezolanos, representados en este caso, por los grandes empresarios de la industria de pesquera (arrastre), jamás podrían haber estado de acuerdo con un Gobierno, elegido por el pueblo y para el pueblo, que regulara esta actividad que perjudicaba a los pequeños pescadores (artesanales), quienes a su vez, dañaban enormemente el ecosistema marino, por cuanto, muchas de las especies marinas estaban desapareciendo debido a que sus grandes redes (rastropescas), arrancaban de las entrañas del mar todo lo que estuviera a su paso. Pues se trataba sólo para ellos de un valor capitalista: mercancia.

Por ello, una vez restituido el hilo constitucional, el 13 de abril de ese año, el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, siguió en su afán de «dar al César lo que es del César» y sería seis años después, en el 2008, cuando la Asamblea Nacional (AN) aprobaría la reforma de la Ley de Pesca y Acuicultura para garantizar el desarrollo sustentable de los recursos hidrobiológicos y el medio ambiente venezolano.

Sobre esta reforma, el presidente de Insopesca, Gilberto Giménez, ha dicho que Venezuela es el primer país que por la vía del poder popular, ha implementado diversos planes y proyectos para apoyar principalmente a quienes de forma rudimentaria practicaban el arte de la pesca. Nuevamente se observa que los intereses colectivos han estado por encima de los individuales, y que el propósito del Ejecutivo Nacional fue beneficiar a quienes por años estuvieron marginados.

Capitalismo fracturado

La reforma de la Ley de Pesca y Acuicultura fracturó enormemente a la gran industria de la pesca. Sus dueños, fieles representantes del capitalismo exacerbado, pretendían seguir sacando las riquezas del lecho marino como lo hicieron por años los colonizadores.

Al respecto, Giménez sentenció:»El grado de intereses económicos que se manejan detrás de esta actividad depredadora del ambiente es muy grande, y como venezolanos debemos sentirnos orgullosos de contar con leyes que se toman en favor del pueblo».

Seguridad alimentaria: principal propósito

Desde 1999, la meta del Gobierno revolucionario ha sido siempre que el pueblo produzca lo que come, y que a su vez, coseche por si mismo lo necesario para alcanzar la soberanía alimentaria. Eso no se hizo durante décadas, al contrario, las grandes transnacionales del sector alimentos, como sucedió en el resto de los países de América Latina, eran las que obtenían las grandes ganancias.

Con las especies marinas también pasó lo mismo, pero una vez instituida la eliminación de pesca industrial de arrastre, junto con una política de otorgamiento de créditos y apoyo técnico a los pequeños pescadores, el sector comenzó a cambiar a través de la organización popular. Como resultado de los cambios profundos en este sector las venezolanas y los venezolanos pudieron adquirir durante la reciente Semana Santa (2010), a través de las redes Mercados de Alimentos (Mercal) y Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) diversas especies marinas a precios muy por debajo de los establecidos en los comercios privados.

Es decir, que a tan sólo un año de haberse promulgado la reforma de la Ley de Pesca y Acuicultura, la cual dio un plazo de 365 días para que la industria pesquera se adecuara y desapareciera por completo la pesca de arrastre, plazo que se venció el pasado mes de marzo de 2009, ya todos los venezolanos disfrutan y se benefician de las decisiones políticas del gobierno Bolivariano.

Marinos cesantes son atendidos

El Gobierno, fiel al principio de inclusión de todos los venezolanos, puso en práctica un plan para beneficiar a los marinos que se dedicaban a la pesca de arrastre. Así, inicialmente censó a éste sector y determinó que en el estado Anzoátegui habían 241 afectados; 24 en Carabobo; mil 480 en Falcón y mil 220 en el estado Sucre, para un total de 2 mil 965 marinos.

Una vez hecho el censo, durante el año 2009 otorgó a través de la banca pública, 1.566 créditos por el orden de los 30 millones 453 mil 811 bolívares a 1.655 pescadores cesantes de los estados Anzoátegui, Falcón y Sucre, con el objetivo de mantenerlos insertados en el aparato económico del país.

De este total, mil 729 solicitaron créditos a través del Fondo para el Desarrollo Agrario Socialista (Fondas) y el Banco Agrícola de Venezuela (BAV), a fin de promover proyectos de alimentos, agricultura, comercio, construcción y servicios, además de capacitación y acompañamiento.

En ese sentido, el presidente de Insopesca ha manifestado que 95% de los marinos que solicitaron éstos créditos ya han sido atendidos, mientras que el 5% restante se ejecutará en los próximo meses. «La idea es que los marinos cesantes utilicen estos recursos como capital semilla para que emprendan sus proyectos y sean dueños de su propio futuro».

Producción pesquera artesanal

Un dato valioso es la producción pesquera artesanal, que sólo en un año creció 14%, arrojando un total de 256.087 toneladas de productos marinos, en comparación con las 224.836 toneladas reflejadas durante el año 2008. Especies como el carite, jurel, lamparosa, lenguado, mero, pargo, pez vela, raya, roncador, tahalí y cazón han reflejado un repunte significativo en la producción nacional, debido a su mayor presencia dentro de las aguas territoriales de la nación; lo cual no ocurría años atrás.

Empresas mixtas para el pueblo

Aunado a estas políticas de inclusión social y económica, un grupo de los antiguos rastropesqueros están laborando en la nueva Empresa Mixta Socialista Pesquera Industrial del Alba (Pescalba). Este grupo ejecuta sus faenas através de las seis embarcaciones de Pescalba y cuentan con todos los beneficios que por Ley le corresponden, además de bonos de productividad, entre otros beneficios.

El presidente de Insopesca ha destacado que los dueños de las embarcaciones de rastropesca contrataban a destajo al personal y no cumplían con sus deberes estipulados en la Ley Orgánica del Trabajo.

«No contaban con un sueldo fijo, no tenían una póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), no gozaban de bonos de alimentación y muchos de ellos jamás les fueron pagadas sus prestaciones sociales’, afirmaba.

Por otra parte, el Gobierno construye cuatro plantas procesadoras de pescado en el estado Sucre, con la finalidad de dinamizar el aparato productivo de la región, crear nuevos empleos y respaldar el principio de la soberanía alimentaria.

La primera es una planta atunera situada en las inmediaciones de El Peñón, parroquia Valentín Valiente de Cumaná. Se espera que esta instalación procese aproximadamente 70 mil toneladas diarias de atún.

Asimismo, se tiene previsto la instalación de dos plantas para el procesamiento de sardinas. Una en la comunidad de Cocolí (municipio Arismendi) del mismo estado, donde se espera producir 36 mil toneladas diarias de arenque, mientras que la otra, de menor tamaño, funcionaría en Guaca-Guatapanare (municipio Bermúdez), para procesar alrededor de 70 toneladas diarias de esta especie.

En la cuarta planta, se pretende limpiar y enlatar unas 2,5 toneladas diarias de sardinas en el puerto de Güiria. Esta es la de menor tamaño de todas, pero igualmente buscarán dinamizar la actividad portuaria de la ciudad y contribuir con nuevos empleos directos e indirectos.

Con la construcción de estas cuatro plantas se aspira la producción pesquera que superará las 106 mil toneladas por día.

Venezolanos consumen pescado a precios justos

Esta ley, además, permite romper las roscas de intermediación y abaratar los precios de los productos marinos para que los venezolanos, a través de Mercal y Pdval y Ferias de Pescado, tengan mayor acceso a los productos del mar.

«La ley nos obliga a establecer un mecanismo alternativo y socialista para cambiar el paradigma de la actividad pesquera. No podemos seguir viendo esta actividad como exclusivamente como lucrativa. El mar da para vivir con dignidad, pero no para hacer negocios de manera que impacten los precios hasta en tres veces por encima de su costo real’, explicó Giménez.

En este sentido, precisa que el Estado ahora está garantizando las herramientas para que el pescador se libere de esta cadena perversa que mantiene un modelo especulativo y comience su actividad artesanal con ganancias justas y ofreciendo un producto al pueblo a precios accesibles. El problema del pescado radica en los altos costos y el sistema de distribución que afecta los dos extremos, los pescadores y los consumidores.

Asimismo, señala que de acuerdo con estudios realizados por esa institución, el 70% de la captura ejecutada por la pesca de arrastre era desechada de nuevo al mar, lo que ocasionaba un terrible impacto en el fondo de nuestras aguas marinas, dejando imposibilitada la alimentación y reproducción de otras especies.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), acaba de informar que de no ser eliminada la pesca de arrastre en el mundo dentro de cuatro décadas no existirá la biodiversidad marina, por ello el Gobierno venezolano se adelantó a estos pronósticos.

Pensión al 100% para pescadores mayores

El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, también aprobó una pensión ajustada al 100% del salario mínimo nacional, con retroactivo desde el primero de enero de 2010, para la atención integral de 2 mil 500 pescadores adultos mayores.

Al respecto el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías se ha referido de la siguiente manera: «No me parece que la asignación económica para los adultos pescadores mayores sea del 60% del salario. Es una pensión que les vamos a dar, es un derecho de ellos, no es un favor que le vamos a hacer. El dinero lo buscaremos y lo produciremos, y yo estoy seguro que los pescadores artesanales van a seguir levantando la producción».

Quienes intentaron cambiar el curso de la historia aquel 11 de abril de 2002 no lograron sus objetivos. Lo que se impuso fue la voluntad de un pueblo de participar y de empoderarse. Una muestra palpable de ello, es el avance en materia pesquera, fundamental para consolidar la soberanía alimentaria.

Fuente: http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=229085&lee=3