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Entrevista a la defensora de los derechos humanos, Judith López Guevara

La masacre de Cantaura quedó para la historia en Venezuela

Fuentes: Rebelión

Los autores intelectuales y materiales, que permitieron la impunidad en estos hechos, deben ser sometidos a la justicia y castigados por esos crímenes de lesa humanidad


Este viernes se conmemora 31 años de la Masacre de Cantaura, operación militar dirigida por el Estado venezolano durante el gobierno de la Cuarta República, en la cual fueron ajusticiados 23 combatientes del Frente Guerrillero «Américo Silva», del Partido Bandera Roja en el estado Anzoátegui.

Aproximadamente unos 400 efectivos de las Fuerzas Armadas Nacionales y decenas de funcionarios de la Disip, atacaron un campamento donde perecieron hombres y mujeres entre 16 a 30 años de edad, por el simple hecho de ser consecuentes con sus ideales y luchar por la patria.

Es por ello, que se entrevistó a la defensora de los derechos humanos, Judith López Guevara, quien para ese entonces recuperó los cuerpos de los caídos, denunció que en las exhumaciones de los cadáveres fueron ajusticiados, mostrando signos de tortura y tiros de gracia en la cabeza.

-¿Qué recuerda de la Masacre de Cantaura?

En la madrugada del lunes 4 de octubre comenzó el bombardeo a un campamento Guerrillero del Frente Américo Silva único partido que se mantenía en armas por la transformación de la sociedad en que vivíamos, pues para ese entonces había pobreza extrema, medidas económicas que empobrecían más a la población, la represión contra el pueblo era brutal y más aún contra grupos organizados, la política del gobierno de turno de ese momento de Luis Herrera Campins era de pacificación o extermino a todas las organizaciones de izquierda. La persecución fue sangrienta al que no exterminaban acababa en la Cárcel de la Pica o en el Cuartel San Carlos.

-¿Es la primera vez qué ocurre una situación como esta en el país?

– Mira Lucía masacre como la de Cantaura, en la que se utilizaron balas explosivas, donde la línea del gobierno era exterminar toda organización de izquierda que se levantara en armas, no había ocurrido en Venezuela, esto queda para la historia, donde jóvenes revolucionarios dieron el todo por el todo hasta su vida, por conquistar un mundo mejor, con igualdad, equidad y justicia. Hoy nos toca tanto a los jóvenes, y adultos empujar la llama de la revolución para que estas muertes nos queden impunes.

– A 31 años de esa situación ¿han habidos avances?

– Ha habido algunos avances a través de la Ley para Sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el Período 1958-1998, la Comisión por la Justicia y la Verdad que tiene como finalidad identificar, sancionar a los autores intelectuales y materiales de asesinatos, y desapariciones. Además esa perseverancia que han dado familiares y amigos para que se conozca lo sucedido ese 4 de octubre. Aunado a ello, quedó demostrado que todo lo que denunciamos como Comisión de Derechos Humanos, desde el año 1982, los tiros de gracias, los fusilamientos y por decir la verdad originó que fuéramos perseguidas, María José Parada, Argelia Velásquez de Silva, Miriam Monasterio, Merly Morales y mi persona, eso fue evidenciado.

-¿Cómo se puede honrar a estas personas caídas hace más de 30 años?

-El honor que se le puede rendir a estos héroes caídos en Cantaura es seguir transformando este Estado capitalista por un Estado socialista, así sus muertes no serían en vano y continuar con el legado del Comandante Eterno, en centrarnos en la política revolucionaria y chavista para echar adelante este proceso como lo dijo ese gran hombre cuando se despidió de su pueblo con mucha entereza: Unidad de los patriotas, unidad, batalla y victoria.


* Lucía Berbeo es periodista, analista político y colaboradora para este medio de información.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.