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¿Qué promesas llegan a convertirse realmente en ayuda al Tercer Mundo?

La mentira solidaria

Fuentes: Deutsche Welle

¿Qué promesas llegan a convertirse realmente en ayuda al Tercer Mundo? Organizaciones no gubernamentales repasan en un informe la ‘Realidad de la Ayuda al Desarrollo’, y la solidaridad que se queda en mentiras.

Alemania aumentó en el último año su aportación al desarrollo de los países más necesitados de la Tierra en casi mil millones de dólares estadounidenses, pasando de una contribución de 6.784 millones en 2003 a 7.497 millones en 2004, según el informe presentado hoy en Berlín por las organizaciones no gubernamentales ‘Terre des Hommes’ y ‘Deutsche Welthungerhilfe’ (Ayuda contra el Hambre de Alemania).

Esta es, según el informe, la tónica internacional general. Sin embargo, no hay que engañarse: la subida de las cifras no se debe a una oleada de solidaridad sino a la fortaleza del euro sobre el dólar.

Las cifras y los países

Noruega, Luxemburgo y Dinamarca son los países que más dinero destinan a proyectos en el Tercer Mundo. Son alumnos aventajados y sus donaciones superan el 0,8% de su Producto Interior Bruto (PIB), sobrepasando el 0,7% que recomienda Naciones Unidas y que es aún la asignatura pendiente de la mayor parte de los países industrializados.

Alemania ocupa el puesto número 13 con una aportación del 0,28% de su PIB, lo que según las organizaciones está muy por debajo de sus posibilidades. Las ONG felicitaron a Alemania por su solidaridad con la región devastada por el Tsunami del pasado diciembre, pero advierten que esa ayuda debe ser adicional y no mermar otras aportaciones. Además, el informe recordó al nuevo gobierno alemán su compromiso de no incluir la ayuda al desarrollo en los recortes presupuestarios y de alcanzar el objetivo del 0,7% del PIB para el 2015.

Bolivia, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Perú son los países latinoamericanos en los que el Ministerio de Cooperación y Desarrollo alemán trabaja con mayor intensidad. La ayuda alemana fluye también a Costa Rica, Chile, República Dominicana, Ecuador, Colombia, Guatemala, Cuba, México y Paraguay. Sin embargo, entre los diez países que más donaciones reciben de Alemania sólo se encuentra asiáticos y africanos, y ningún latinoamericano.

Algo más que promesas

La ayuda que se promete no debe quedar en palabras huecas. Y el dinero no sólo ha de llegar, sino también ser utilizado correctamente. Según el informe de las ONG, el balance de la cooperación alemana en los sectores principales es bastante negativo.

En educación, Alemania no ha cumplido con su palabra y aporta en 2005 menos de lo que donó en 2003. En cuanto al abastecimiento de agua, lo prometido sigue siendo deuda, y la colaboración alemana se reduce entre 2003 y 2005 prácticamente a la mitad. En temas sanitarios, entre ellos la planificación familiar y la lucha contra el SIDA, se pasó de más de 153 millones de euros en 2003 a unos 82 millones en 2005. Y en infraestructuras y servicios sociales también se producen retrocesos.

En definitiva, con crisis económica o sin ella, el gobierno alemán se comprometió con los ‘objetivos del milenio’ de Naciones Unidas, que se dan de plazo hasta 2015 para reducir el hambre y la pobreza en el mundo. Los resultados que arroja el informe demuestran que se necesita un paso mucho más firme en la dirección correcta si se quiere evitar que, como tantas otras veces, las palabras se las lleve el viento.