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La migración venezolana en el fuego cruzado político de EEUU

Fuentes: Misión Verdad

El factor migratorio ha estado en la vitrina de la política estadounidense desde que comenzó el gobierno de Joe Biden. Siempre ha sido un tema crucial en Estados Unidos, pues está en las mismas bases de su fundación nacional, sin embargo, la crítica de la política migratoria de la administración de Donald Trump por parte del Partido Demócrata le dio prioridad a este asunto.

Las medidas restrictivas de la era Trump lograron que Biden prometiera una reforma integral de la política migratoria estadounidense. Ha cumplido muy parcialmente, pues hay tanta continuidad como cambio respecto a lo hecho por su predecesor. Se detuvo la construcción del muro con México, pero muchas órdenes promulgadas durante la presidencia del líder republicano siguen activas.

Por ejemplo, el Título 42, que exige la rápida expulsión de migrantes como medida de precaución de salud pública en el contexto de la pandemia, aunque estén abiertas las fronteras estadounidenses con México y Canadá.

También está el caso de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), más conocido como «Permanecer en México», orden que mantenía a los solicitantes de asilo en el lado mexicano de la frontera mientras esperaban las fechas de los tribunales de inmigración de Estados Unidos y avalada por el Tribunal Supremo.

La combinación de estas dos políticas ha causado una mayor violencia policial en la frontera, además de evitar el paso fronterizo a la mayor cantidad de migrantes posibles.

No obstante, personalidades políticas del Partido Republicano se han quejado de la entrada de inmigrantes, en especial gobernadores de esa tolda política cuyos estados son fronterizos: Texas y Florida.

PEONES DE UN TABLERO POLÍTICO

Hace pocos días el gobernador de Texas, Greg Abbott, envió dos autobuses llenos de migrantes cerca de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris, en Washington DC, luego de que calificara la situación de la frontera sur estadounidense como «segura».

Otra tanda de autobuses llegó el fin de semana pasado. Entre los transportados hubo decenas de venezolanos, lo que creó una atmósfera mediática usual (exprimir la tragedia del tema) en estos casos donde resalta el nombre de Venezuela relacionado con la migración.

Supuestamente Abbott tenía la intención de desmentir su afirmación y traer el problema que está ignorando a su puerta.

  • De acuerdo al Wall Street Journal, para final de 2022 se proyecta un récord de 2 millones de arrestos en sus fronteras.

Según datos de la oficina del gobernador de Texas, desde abril, Abbott ha transportado en autobús a más de 7 mil 900 migrantes a Washington, DC, y desde el 5 de agosto ha transportado a más de 2 mil 200 migrantes a la ciudad de Nueva York como parte de la «Operación Lone Star». Recientemente, Texas agregó a Chicago como destino y envió a más de 300 inmigrantes allí.

Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, prometió que enviaría a los inmigrantes ilegales a las «ciudades santuario» hace unas semanas. Como su par texano, el republicano envió dos aviones llenos de migrantes a Martha’s Vineyard (isla perteneciente al estado de Massachusetts) la semana pasada.

Entre los migrantes, se encontraban venezolanos y colombianos. Algunos denunciaron haber sido engañados para ser trasladados hasta allí.

Una portavoz de DeSantis declaró: «Estados como Massachusetts, Nueva York y California facilitarán mejor la atención de estos individuos a los que han invitado a entrar en nuestro país incentivando la inmigración ilegal a través de su designación como ‘estados santuario’ y el apoyo a las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden».

  • Las ciudades y estados «santuarios» tienen políticas de acogida y no de persecución activa de migrantes sin papeles.

Lo más trágico para la población inmigrante en Martha’s Vineyard quizá es el altísimo costo de la vida, donde seguramente no podrán costear el sustento, pues se trata de una isla que está configurada para que las personalidades más opulentas de Estados Unidos, como la familia Clinton, el expresidente Barack Obama y el multimillonario Bill Gates, entre otras, tenga todas las comodidades vacacionales y de negocios posibles.

De esta manera los migrantes de distintas nacionalidades, en especial la venezolana, están siendo instrumentalizados como peones de un tablero político que se está disputando de manera cada vez más cruenta, con las elecciones de medio término a la vuelta de la esquina.

EN EL FUEGO CRUZADO

Este tipo de tratamiento se incrementa a medida que se acercan dichos comicios, en el que los demócratas parecen estar en desventaja con la situación socioeconómica de Estados Unidos, producto de las políticas propias de la administración de Joe Biden en combinación con la actual estructura en crisis del capitalismo estadounidense.

Dentro de los cinco lugares donde se encuentran más venezolanos en Estados Unidos, al menos en el momento de la entrada migratoria, se encuentran los estados Texas, Arizona y Florida, gobernados por republicanos, dispuestos a seguir trasladando inmigrantes ilegales a los «estados santuarios».

Para los venezolanos ya es costumbre ver cómo se utiliza el nombre de Venezuela en las campañas electorales de algunos países en el Hemisferio Occidental. Ocurrió durante la pugna estadounidense, Trump vs. Biden, en la que demócratas y republicanos no se quedaron atrás y también decidieron incorporar con fuerza el tema migratorio venezolano en sus respectivas campañas presidenciales.

Si bien no se habla de Venezuela directamente, los ciudadanos de la República Bolivariana en procesos migratorios sí están siendo involucrados como recurso político y electoral, a solo pocas semanas del 8 de noviembre, día de las mid-term elections.

Según Reuters/Ipsos, luego de más de año y medio de gestión, la presidencia Biden tiene una desaprobación de 54%. Esto daña la imagen electoral del Partido Demócrata, el cual ha estado más ocupado de Ucrania y Rusia que de los problemas internos que aquejan a la mayoría de la población en el país.

Para Texas y Florida no habría problemas en las próximas elecciones, pues son bastiones republicanos. Pero California, que es un estado fronterizo, «santuario» y de tradición demócrata (y adonde también llegan muchos inmigrantes venezolanos), de acuerdo a las encuestas podría tener alguna sorpresa debido a la crisis energética que vive intensamente y que no está siendo gestionada de manera eficaz, por lo que las intenciones de votos podrían fluctuar, produciendo una brecha electoral menor que en otras oportunidades.

Así, el factor migratorio vuelve a tener participación en el «debate» político en Estados Unidos, con el que el Partido Republicano intenta darle un remate a la pésima imagen y gestión de la administración demócrata en el tema, aun cuando los mismos republicanos tengan rabo de paja, como lo demostró el periodo presidencial de Donald Trump.

Mientras tanto, el flujo migratorio continuará con caravanascruces masivoscolocación laboral precariaoperaciones propagandísticas y psicológicas y violencia discrecional por parte de las autoridades policiales fronterizas de Estados Unidos, un país que ha vivido toda su historia sobre los hombros del trabajo extranjero en su tierra y otras latitudes.

Fuente: https://misionverdad.com/venezuela/la-migracion-venezolana-en-el-fuego-cruzado-politico-de-eeuu