El presidente Chávez ha vuelto a poner sobre el tapete el problema de quién debe controlar las palancas de la economía al anunciar la intención de nacionalizar el Banco de Venezuela, 3er. Banco del país con 285 oficinas en todo el país, 3 millones de clientes y 4.565 empleados, de acuerdo a las informaciones emanadas […]
El presidente Chávez ha vuelto a poner sobre el tapete el problema de quién debe controlar las palancas de la economía al anunciar la intención de nacionalizar el Banco de Venezuela, 3er. Banco del país con 285 oficinas en todo el país, 3 millones de clientes y 4.565 empleados, de acuerdo a las informaciones emanadas del Grupo Santander. Este año, y hasta «el mes de junio el banco había obtenido 171 millones de dólares, lo que representó un 29 por ciento más que en el mismo período de 2007.» *1. El grupo Santander dice haber invertido en el banco de Venezuela 770 millones de US$ y resulta que en los últimos 6 años y medio han obtenido 1.397 millones de US$ de utilidades netas. No sabemos cuanto ganó desde el año 1997 hasta el 2001.
En su alocución del 31 de julio Chávez también puso en discusión de para quién deben ir los beneficios que generan los trabajadores, si para «un grupo» o, «para invertirlas en el desarrollo social-socialista». Esta discusión se viene impulsando de manera en algunos sectores del movimiento obrero y popular bolivariano y revolucionario y hoy, con la intervención del presidente Chávez, además de ser un paso positivo que rescata una importantísima empresa del capital bancario de manos de la multinacional española grupo Santander, fortalece esa discusión que entre otros venimos impulsando el equipo de El Topo Obrero. A nuestra consideración, el solo hecho de que las ganancias que hoy se producen y que se van al exterior haya la posibilidad de que no sigan bajo control de la multinacional es positivo. Un segundo elemento es que se debilita uno de los puntos por donde el capital financiero internacional controla nuestra economía, lo cual es de suma importancia en todo proceso liberador, que claro está debe ser complementado con otras medidas económicas y políticas que los revolucionarios tenemos que impulsar con todas nuestras fuerzas.
Contrario a lo que esperaban algunos sectores y aunque en un comienzo representantes del banco dijeron ya no estar interesados en la venta de este, se sabe que las negociaciones se han iniciado y hasta el gobierno español está sirviendo de intermediario, como le corresponde a un gobierno representante del capital financiero, para alcanzar un buen negocio para sus representados. La experiencia de las multinacionales ha sido muy exitosa en los acuerdos que han realizado con el gobierno del presidente Chávez al vender sus empresas a precio de «mercado» y algo más. Las opiniones no coincidentes de los sectores económicos y políticos reflejan como la burguesía nacional no se pone de acuerdo de cómo enfrentar esta política de compra nacionalizaciones del gobierno, mientras las multinacionales realizan sus negocios.
Estas contradicciones tienen su fundamento en la antes dicho de que todo se trata de un negocio muy rentable aunque también puede influir en que en la actual coyuntura internacional, gobiernos como el Inglés y el norteamericano han dedicado centenares de miles de millones de dólares para comprar importantísimos bancos para tratar de evitar que la crisis inicialmente hipotecaria y ahora también financiera, colapse violentamente. ¿Cómo criticar al gobierno de Chávez, cuando sus amos del norte hacen lo mismo en sus países?.
En este punto se reabre también la discusión si es revolucionario o no pagar una indemnización a los capitalistas, dilema que se ha planteado en cada momento similar, como fue cuando la nacionalización de VENEPAL, Constructora Nacional de Válvulas, CANTV, las empresas cementeras y SIDOR, entre otras. Por nuestra parte consideramos que la nacionalización del Banco de Venezuela y de todo el sistema bancario debería realizarse sin indemnización y bajo control obrero y social, pues son grotescas las ganancias que han obtenido apoyadas en las políticas gubernamentales, que incluso en el término de los últimos 12 meses han obtenido ganancias que pagan todo su capital, lo que no sucede en otros países capitalistas, ni los de economía más «neoliberal».
Hay que decirlo que estas superganancias se han dado no solo por las condiciones legales donde prácticamente no pagan impuestos y por las medidas económicas del gobierno que se ha apoyado en el sistema bancario privado para implementarlas, sino también en la aplicación de tecnología de punta, pero sobre todo a la sobreexplotación de los trabajadores, quienes tienen que atender un volumen de público creciente y a marchas forzadas y con salarios y beneficios contractuales miserables, pues los amos del capital, han logrado intensificar la jornada de trabajo con la complicidad de los dirigentes sindicales burocratizados. Esta es la base fundamental de las súper ganancias.
Pero para plantear que la nacionalización debe darse sin indemnización como parte de un combate donde se enfrentan dos contendientes fundamentales también tomamos en cuenta la correlación de fuerzas a nivel nacional e internacional que a vista de todos son totalmente favorables al gobierno bolivariano y de viento contrario a las multinacionales y al conjunto de las fuerzas imperialistas. Vista así las cosas y como todo luchador que sabe que para montar un ataque tiene que calibrar la correlación de fuerzas existentes, pues de serle contrarias, lo mejor es esperar un mejor momento y como dijimos, este es un buen momento para las fuerzas de la revolución a nivel continental y mundial, planteamos esta salida.
LA NACIONALIZACIÓN DELBANCO DE VENEZUELA
La nacionalización del Banco de Venezuela, se da en medio de una situación de desaceleración económica por la baja en las inversiones privadas y la ineficiencia de las del estado, y de una alza en las tasas de interés al 33% promovida por el propio Banco Central de Venezuela controlado por el gobierno, que anuncia que las metas inflacionarias estimadas por este, serán nuevamente sobrepasadas con la consiguiente desvalorización de los salarios reales de los trabajadores. Así mismo este aumento en las tasas de interés, harán que el crédito bancario que ha tenido un crecimiento de apenas un 9% mientras las carteras vencidas e incobrables y la morosidad ha crecido un 59% (*2), se reduzca aún más con sus consecuencias en el crecimiento económico.
Un aspecto que puede generar unos primeros problemas en la salud del banco es la manera como el presidente anunció la nacionalización, sin tomar ninguna medida adicional para evitar maniobras en el mercado de valores o la fuga de clientes, ya tiene sus primeros resultados al revalorizarse las acciones el primer día de agosto de Bs 0,59 la acción a 0,65, con lo que el valor del capital se eleva a 1.102,62 dólares norteamericanos y que de acuerdo a informaciones aparecidas en la prensa nacional es la aspiración mínima de los accionistas es llegar a 0,68 Bs. la acción. Otro problema pudiera surgir con la cartera de clientes que pueden buscar nuevas opciones enfrentados a una campaña de descrédito por parte de los capitalistas interesados en desprestigiar al gobierno y su medida. Estos son algunos nubarrones que se ciernen sobre los planes del gobierno de acordar precio por debajo de los 1500 millones de dólares y de que el banco mantenga la cartera de clientes actuales. La nacionalización del Banco de Venezuela, puede incluso sufrir situaciones como las de SIDOR, donde a meses de haberse anunciado su nacionalización, aun no termina de concretarse, pues el gobierno, por mantener una política de conciliación con la multinacional propietaria Techint, no ha llegado a un acuerdo de pago o de expropiación sin indemnización, o que la gerencia saliente y sus concepciones se mantengan, como sucede en la recién nacionalizada SIDOR, y que entonces derechos fundamentales de los trabajadores como el cálculo de las vacaciones, el tabulador etc. caso esta empresa, sigan siendo violadas en el nuevo Bando de Venezuela nacionalizado.
Estas cuestiones solo, en las actuales condiciones, puede evitarse con la movilización del conjunto de la clase obrera, tarea que le corresponde fundamentalmente a las corrientes sindicales que hacen vida en la UNT y a los otros sindicatos. O asumen esta tarea patriótica y revolucionaria, o se dificultará su solución y esto la clase no lo olvidará y pasará factura. El PSUV, con su militancia revolucionaria al frente, sería un motor extraordinario en conjunto con otras fuerzas socialistas revolucionarias para lograr movilizar esta importante fuerza social como es la clase obrera y todos los demás sectores explotados y oprimidos del pueblo.
¿LA NACIONALIZACIÓN ES LA SOLUCIÓN PARA CREAR UNA BANCA AL SERVICIO DEL PUEBLO?
La nacionalización aislada del Banco de Venezuela es una medida positiva pero insuficiente para crear un sistema bancario hegemónico como tiene que ser para ordenar la economía nacional y evitar que se profundice el problema de la desinversión, la fuga de capitales, las alzas en las tasas de interés, el engorde de las ganancias del sistema bancario a costillas del pueblo y todas las demás áreas de la economía. Recordemos que el Banco de Venezuela es tan solo una parte importante del sistema financiero venezolano y que por lo tanto su peso es relativo. Pero aún nacionalizando todo el sistema bancario, aún así, tan solo sería un paso, gigantesco si, para poder derrotar todos esos y otros males del capitalismo.
Entonces, la nacionalización anunciada es una medida parcial que de no complementarse, profundizará la aversión y los ataques de la burguesía y el imperialismo contra el gobierno y el proceso revolucionario. Es más, de no establecerse el control obrero y social del banco, los burócratas que el propio Chávez ha denunciado, serán de los grandes beneficiarios de esta nacionalización con su ubicación en los principales cargos del banco. La repetición de experiencias como la del Banco Industrial de Venezuela es un elemento que obra en contra de las intenciones de hacer del Banco de Venezuela un banco que funcione en buenas condiciones, sin las pérdidas producto de la corrupción y manejos que favorecen a sectores burocráticos y empresariales cercanos al gobierno.
Solo el establecimiento de una gerencia supervisada y controlada por los propios trabajadores del banco, por los clientes organizados y el resto del pueblo trabajador organizado, puede evitar en primer lugar los manejos que favorezcan la corrupción y en segundo lugar la reproducción del capitalismo, al servir de mecanismo intermediario para fortalecer a más y más empresas capitalistas.
La sola nacionalización pudiera convertirse, a pesar de las buenas intenciones del máximo líder del proceso revolucionario venezolano, en una medida que en lo esencial viniese a fortalecer a los nuevos burgueses que han sido denunciados en diversas oportunidades y con ello a un capitalismo no tan «neoliberal», pero capitalismo al fin y al cabo, que no es el objetivo que trabajadores y pueblo perseguimos al defender el proceso revolucionario. No es la primera vez que la burocracia «roja rojita» frena los planes que el presidente Chávez impulsa o plantea como por ejemplo la nacionalización de VENEPAL y Constructora Nacional de Válvulas, cuyo desarrollo se ha visto obstaculizado fundamentalmente por esa burocracia que no cree en los poderes creadores del pueblo trabajador. La tarea de combatir la posibilidad de que la nacionalización del Banco de Venezuela, así como viene sucediendo con SIDOR, sea tan solo un cambio de patronos, donde los derechos de los trabajadores sigan siendo violentados y que como empresas sigan funcionando al servicio de los grandes grupos económicos del país o a los nuevos burgueses, tiene que ser obra del pueblo trabajador organizado y unido al conjunto del pueblo revolucionario, con una vanguardia socialista revolucionaria consustanciada con estos objetivos.
Con el anuncio de estos posibles problemas no estamos defendiendo la existencia de la banca privada, así como tampoco señalar que esta es mejor, más eficiente que la estatizada con todos los problemas. Por el contrario, lo señalamos porque de no darse pasos complementarios a la importantísima nacionalización del Banco de Venezuela, que incluya su funcionamiento bajo control obrero y social y la extensión de la medida al conjunto del sistema bancario, le estaremos dejando al enemigo importantísimas herramientas para redoblar su ataque contra los avances del proceso revolucionario que ha incluido la nacionalización de las cementeras, de ELECAR, CANTV y otras empresas. Dejar que una burocracia parasitaria y privilegiada sea la que controle las empresas nacionalizadas es limitar el desarrollo de los poderes creadores del pueblo para que impulse un cambio radical en el sistema económico capitalista y ponga rumbo a una economía donde el ser humano sea el centro de su desarrollo. QUIENES ATACAN LA NACIONALIZACIÓN ESTÁN CLAROS DE LO QUE DEFIENDEN En términos generales las nacionalizaciones no son ni dejan de ser revolucionarias. En los países coloniales y semicoloniales es una medida progresiva frente al dominio del capital financiero multinacional. En un momento de creciente ascenso de la lucha social puede servir para fortalecer la conciencia antiimperialista y hasta anticapitalista de las masas. Frases como las pronunciadas por Chávez de que las ganancias de una empresa no deben servir para beneficiar solo a «un grupo» sino, «para invertirlas en el desarrollo social-socialista», generan nuevas contradicciones en la conciencia de las masas que asumen estas palabras y de darse las condiciones las materializan en luchas contra el imperio y el capitalismo.
En momentos que el capitalismo internacional muestra importantes síntomas de vivir una crisis de gigantescas proporciones que van a afectar, más tarde o más temprano a nuestros país con cierre de empresas o despidos por bajas en la producción, el que Chávez plantee que las ganancias de las empresas deben servir para beneficiar al pueblo y no para sus dueños privados es un arma de doble filo que bien orientado puede ha de convertirse en una poderosa herramienta para movilizar a las masas en defensa de sus derechos.
Los trabajadores saben que este gobierno sigue siendo sensible a tomar medidas como el rescate de empresas y no solo pequeñas, sino incluso importantes como las cementeras y el Banco de Venezuela, lo que abre la posibilidad de desarrollar movilizaciones por este objetivo en momentos donde aparezca su necesidad como algo ineludible para defender los derechos de los trabajadores. Esto es lo principal que temen esos sectores de derecha que hoy denuncian la nacionalización bajo diversos argumentos. El aprendizaje que realiza el pueblo y que lo arma para enfrentar futuras luchas.
Los socialistas revolucionarios tenemos que apoyar medidas como la anunciada nacionalización partiendo de los intereses de los trabajadores y del proceso revolucionario, por ello tenemos que llamar a defenderla y profundizarla con la movilización organizada de los trabajadores y el pueblo revolucionario. Tenemos que proponer medidas que sirvan para combatir los aprovechamiento que burgueses y burócratas quieran hacer de esta medida para su propio beneficio. Solo de esta manera iremos ganando para las filas de un corriente socialista revolucionaria a los mejores hombres y mujeres que así unidos y armados se conviertan en la dirección política revolucionaria que el proceso reclama.
*1.- Reporte de la Economía Nº 4876 del lunes 4 de agosto de 2008
*2.- Reporte de la Economía Nº 4874 del jueves 31 de julio de 2008