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La OCDE advierte que la crisis financiera frenará la economía global

Fuentes: IAR Noticias

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un organismo clave de la economía mundial, se sumó el miércoles a las señales y advertencias que anuncian un agravamiento de la crisis de los mercados financieros con implicancias negativas en el crecimiento de la economía mundial. En vísperas de la reunión del Consejo del […]

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un organismo clave de la economía mundial, se sumó el miércoles a las señales y advertencias que anuncian un agravamiento de la crisis de los mercados financieros con implicancias negativas en el crecimiento de la economía mundial.

En vísperas de la reunión del Consejo del Banco Central Europeo (BCE) y cuando se acentúa la crisis financiera desatada por los créditos hipotecarios de alto riesgo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajó el miércoles las previsiones de crecimiento para los países del G-7 advirtiendo que el repunte del crecimiento en la zona euro ha sufrido un bajón y que la economía estadounidense está peor de lo previsto.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es una organización de cooperación internacional, compuesta por 30 Estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales. Fue fundada en 1961 y su sede central se encuentra en la ciudad de París, Francia.

La OCDE se ha constituido como uno de los foros mundiales más influyentes, en el que se analizan y se establecen orientaciones sobre temas de relevancia internacional como economía, educación y medioambiente.

La institución adelantó, por medio del economista jefe de la OCDE, Jean-Philippe Cotis, algunos datos de su informe de otoño sobre los países del G-7, en el cual rebaja una décima su previsión de crecimiento para la zona euro (al 2,6%) y dos décimas la de Estados Unidos, al 1,9%.

Alemania, que había recuperado su condición de locomotora europea, crecerá tres décimas menos de lo previsto.

Francia, cuyo Gobierno basa toda la estrategia de las reformas impulsadas por Sarkozy en saltar la barrera del 2%, se quedará en el 1,8% (cuatro décimas menos), al igual que Italia.

Frente al informe, el Gobierno francés reaccionó con cierta irritación e insistió en que mantiene sus previsiones de crecimiento fijadas en una horquilla entre un 2,2% y un 2,4%.

La fase de crecimiento en la zona euro «parece haber quedado atrás», dijo Cotis.

En el caso de Estados Unidos, el recorte hasta un 1,9% muestra a las claras un declive: la economía estadounidense creció un 3,6% en 2006.

Según Cotis, la confianza de los consumidores se ha debilitado y el sector de la vivienda podría constituirse en un factor de freno más fuerte de lo estimado.

Por el contrario, la OCDE estima que la economía estadounidense todavía tiene síntomas de fortaleza: los beneficios empresariales siguen siendo altos y el gasto de los hogares es considerable.

El economista jefe de la OCDE cree que «la resistencia del consumo será puesta a prueba en los próximos meses por el endurecimiento de las condiciones hipotecarias y menor creación de empleo».

La revisión a la baja de sus previsiones, señala el informe, refleja en buena parte los riesgos derivados de las tensiones existentes en el mercado financiero por la crisis del subprime estadounidense.

«Las perspectivas son claramente menos boyantes y con más incertidumbres, los riesgos son más elevados en un contexto donde las condiciones del mercado financiero podrían endurecerse», señaló Cotis.

Aunque entra de puntillas en el papel que deben jugar los bancos centrales, Cotis mandó un mensaje a los bancos centrales para que eviten «cualquier riesgo excesivo», que sólo puede ser entendido en el sentido de no tocar los tipos de interés.

La OCDE advierte que las presiones de la inflación subyacente podrían justificar alguna futura medida de «ajuste», pero añade que esto sólo será posible «cuando los mercados financieros se estabilicen».

La crisis, apunta el informe, «ha revelado serias imperfecciones en el funcionamiento» de ese tipo de mercados crediticios.

El temor de los bancos centrales

Desde que estallara el colapso bursátil, hace tres semanas, la Fed, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Central de Japón comenzaron a realizar inyecciones de liquidez en el mercado para evitar el desplome de las bolsas y la volatilidad, debido al temor creado en torno a la crisis de las hipotecas «subprime» en Estados Unidos.

La unión Europea debe afrontar el impacto de la crisis financiera desatada por la tormenta de las hipotecas de alto riesgo en EEUU, que de momento ha afectado a varios bancos europeos, como el francés BNP Paribas y los alemanes IKB, Sachsen Bank y Deutsche Bank.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, considera «muy posible» que se produzca un endurecimiento de las condiciones del crédito tras la reciente crisis de las hipotecas de alto riesgo o «subprime» vivida en Estados Unidos.

Según el diario financiero The Wall Street Journal, el persistente temor sobre la capacidad de crédito de los bancos europeos obligó al Banco de Inglaterra a ofrecer dinero adicional y llevó a que el Banco Central Europeo sugiriera que podría inyectar aún más fondos a los mercados monetarios.

Sin embargo, los bancos centrales podrían acercarse a los límites de lo que pueden hacer para detener la crisis de confianza que azota al sistema financiero, señala el Journal.

Se esperaba que en sus reuniones del jueves, tanto el BCE, encabezado por el francés Jean-Claude Trichet, como el Banco de Inglaterra, liderado por Mervyn King, no alteraran sus tasas de interés de referencia.

Muchos economistas creen que el BCE aún podría estar dispuesto a elevar este año su tasa en un cuarto de punto, a 4,25%, debido a las presiones inflacionarias.

Algunos analistas piensan que el banco central británico también elevará este año su tasa clave en un cuarto de punto a 6%.

En un comunicado difundido el miércoles, el BCE dijo que «la volatilidad en el mercado monetario de la zona euro ha aumentado y el BCE monitorea de cerca la situación. De persistir mañana, el BCE está preparado para contribuir en el ordenamiento de las condiciones del mercado monetario».

«El fuerte ajuste en los mercados monetarios globales no es un problema de los bancos centrales, sino un problema global y estructural», afirma Lena Komileva, una economista de la firma de corretaje londinense Tullett Prebon citada por el Journal.

«En este entorno, los bancos centrales no tienen poder», añade.