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La ofensiva de Bush en el comercio internacional

Fuentes: Clarín

El Presidente George Bush logró que el Congreso *aprobara el acuerdo* del CAFTA, es decir el acuerdo de libre comercio con los países de América central y República Dominicana, por 217 votos a 215. Cuando entre en vigencia (falta la ratificación de algunos Parlamentos centroamericanos) *se eliminarán aranceles para un 80% de los productos* de […]

El Presidente George Bush logró que el Congreso *aprobara el acuerdo* del CAFTA, es decir el acuerdo de libre comercio con los países de América central y República Dominicana, por 217 votos a 215.

Cuando entre en vigencia (falta la ratificación de algunos Parlamentos centroamericanos) *se eliminarán aranceles para un 80% de los productos* de EE.UU. que se exportan a esa región, en tanto la contraparte, la reducción de ta rifas aduaneras en las importaciones de EE.UU., ya regían por el acuerdo Caribe 80. Luego, hay un *cronograma gradual* hasta la eliminación total de la mayoría de los aranceles.

Pero la victoria de Bush en este tema fue duramente cuestionando por la oposición demócrata. La líder de los demócratas en la Cámara de Diputados, Nancy Pelosi, acusó a Bush de haber realizado *»ofertas cuestionables»* para seducir a los republicanos que se oponían al acuerdo. Pelosi dijo que las ofertas deberán ser pagadas por los contribuyentes y que saldrán muy caras.

La acusación de Pelosi se sumó a las denuncias realizadas por varios medios periodísticos, incluyendo *The Washington Post*, que describió la manera en que la Casa Blanca ofreció financiar proyectos de desarrollo e infraestructura en los distritos representados por los diputados que fueron claves para la victoria de Bush.

Por ejemplo, la Casa Blanca prometió que cuando comience a ingresar el azúcar procedente de los países centroamericanos que firmaron el acuerdo (un sector que con todo tendrá más restricciones que el resto), comprará los excedentes de los productores locales para destinarlo a producción de etanol.

El acuerdo *ya fue aprobado por el Senado* por 54 votos contra 45 votos. Fue ratificado por los Congresos de El Salvador, Honduras, Guatemala. Pero para que entre en vigor todavía falta que lo ratifiquen Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana.

Pese a que el comercio de Estados Unidos con esos países representa sólo *un 1% del total de sus exportaciones*, la aprobación era clave para Bush.

En efecto, con la aprobación del CAFTA Bush puede hacer un nuevo intento por impulsar la ronda de Doha y otros tratados comerciales como el tratado comercial con los países andinos y el propio ALCA. De hecho, debido a que el ALCA se encuentra estancado, la estrategia de Bush en nuestro hemisferio ha sido ir avanzando con aquellos países que estuvieran más dispuestas a negociar un acuerdo con EE.UU. que los otros.

Más aún, no escondió su deseo de dividir el Mercosur avanzando con Uruguay y Paraguay si Brasil y Argentina siguen oponiéndose a participar en las negociaciones de fondo si no están sobre la mesa los subsidios agrícolas.

De hecho, pese a que el vicecanciller Jorge Taiana dijo durante a su vista a Washington que *el ALCA no será tema de discusión* en la cumbre de Mar del Plata, para la Casa Blanca era importante *llegar a la Argentina con el CAFTA en el bolsillo*.

Durante una audiencia en el subcomité de Asuntos Hemisféricos de la Cámara de Representantes, el embajador ante la OEA, John Maisto, dijo el miércoles que en Mar del Plata «discutiremos sobre el rol de las instituciones financieras internacionales y el clima en general de la cumbre estará ligado al estado de nuestra agenda comercial. Esta es otra razón por la cual el CAFTA es tan importante».