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La Oposición está metida en un «trancazo»

Fuentes: supuestonegado.com

Como en tantas otras confrontaciones (desde guerras hasta torneos de naipes, pasando por los deportes), a veces los participantes se encierran a sí mismos en calles ciegas. La oposición «venezolana» (bueno, es un decir) se encuentra actualmente en una de esas situaciones, lo cual no deja de resultar irónico en un movimiento político que ha […]

Como en tantas otras confrontaciones (desde guerras hasta torneos de naipes, pasando por los deportes), a veces los participantes se encierran a sí mismos en calles ciegas. La oposición «venezolana» (bueno, es un decir) se encuentra actualmente en una de esas situaciones, lo cual no deja de resultar irónico en un movimiento político que ha puesto de moda los llamados «trancazos» de vías públicas.

Luego de haberse quedado al margen de los comicios para la Asamblea Nacional Constituyente y de acusar al Consejo Nacional Electoral de haber ejecutado un fraude, tendrá que decidir si se somete o no a ese mismo árbitro con miras a las elecciones de gobernadores.

Los plazos, además, son implacables. Deben asumir una posición esta misma semana, puesto que, según el cronograma electoral vigente (el mismo que la alianza opositora exigió a gritos), los candidatos a las gobernaciones deben inscribirse el 7 de agosto. El escenario electoral está que echa chispas.

Jorge Rodríguez, vocero del chavismo en el recién concluido proceso electoral, puso el dedo en la llaga al indicar que la Mesa de la Unidad Democrática tendrá que decidir si anota o no sus candidatos ante el CNE. En caso de que lo haga, advirtió, estarán avalando los resultados emitidos por el organismo electoral para la ANC; si no se inscriben, dejarán nuevamente el campo libre para que las fuerzas revolucionarias copen el escenario regional en los comicios del 10 de diciembre. Una situación de no ganancia, un verdadero trancazo autoinfligido.

Rodríguez, quien obviamente disfruta mucho poniendo a la oposición ante sus propias contradicciones, había hecho una observación previa al respecto: la MUD se había declarado en desobediencia total, llegando incluso a designar unos supuestos nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, pero no se metió con el CNE. No lo hicieron, según Rodríguez, porque algunos de los partidos que integran la alianza están muy interesados en inscribir sus candidatos a las gobernaciones y no se comprendería que lo hicieran ante un organismo al que, de manera paralela, están desconociendo abiertamente.

Este es uno de los puntos clave del dilema de la coalición opositora: el interés por las regionales es más de unos partidos que de otros. Entre los dolientes están Acción Democrática, varios cuadros de Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y los movimientos que respaldan a los actuales gobernadores de Lara y Amazonas, Avanzada Progresista (de Henri Falcón) y Movimiento Progresista de Venezuela (de Liborio Guarulla). Otro sector de Primero Justicia, los partidos del ala pirómana (Voluntad Popular, Vente Venezuela, Alianza Bravo Pueblo) y los que no tienen candidatos a gobernador con chance (el resto de la MUD), optan por seguir en la línea de desobediencia y no participación electoral. ¿Cuál postura se impondrá?

Como ya se ha hecho frecuente, cualquiera sea la decisión que tomen, una parte de la dirigencia y militancia opositora quedará descontenta y sentirá que la dirección es errática. Mientras tanto, el chavismo, acicateado por el reciente resultado positivo, podrá enfocarse en ese siguiente proceso electoral, aunque, lógicamente, tendrá que superar las típicas confrontaciones internas por los liderazgos estadales.

Otras elecciones en perspectiva

Más allá de las elecciones regionales, están en perspectiva otros dos procesos electorales cruciales: el referendo aprobatorio de la nueva versión de la Constitución Nacional Bolivariana que surja de la ANC y las elecciones presidenciales de 2018.

El momento de la primera consulta dependerá, naturalmente, de cuánto tiempo le tome a la ANC realizar el trabajo que tiene por delante. En 1999, la ANC se instaló en agosto y ya en diciembre tenía listo el proyecto de Constitución. Sin embargo, hay que considerar que el cuerpo deliberante elegido el domingo es mucho más voluminoso (545 miembros frente a 131 de su antecesora de 1999), lo que hace suponer que requerirá de más tiempo, aunque solo sea para las intervenciones en plenarias. Adicionalmente, se sabe que la ANC asumirá una serie de tareas extras, adicionales a la elaboración del nuevo texto constitucional, tales como la aprobación de leyes constitucionales y la investigación de la violencia política (Comisión de la Verdad). Un cálculo somero indica que el referendo sobre la nueva Carta Magna podría realizarse a principios o mediados de 2018.

Para la oposición sería fundamental participar en ese proceso electoral aún hipotético, pues brindaría la oportunidad de anular las modificaciones hechas por la ANC a la Constitución y deslegitimar las otras decisiones que haya tomado. Igualmente, en medio del ambiente electoral presidencial, una victoria en una elección como esa podría tener el efecto fulminante que la MUD tantas veces ha pretendido invocar, sin éxito en otro tipo de elecciones. Sin embargo, nuevamente, solo podrá anotarse en ese referendo si desiste de la postura de desconocer al Poder Electoral.

Al final del cronograma -aunque ya no tan lejos- está la gran pugna por Miraflores, una que requiere, más que ninguna otra en un país presidencialista, de que todos los factores participantes reconozcan al árbitro electoral. Para ese entonces, ¿habrá salido la oposición de la calle ciega en la que está metida ahora respecto al CNE? ¿Habrá levantado ya su propio trancazo? Se oyen apuestas.

Fuente: http://supuestonegado.com/web/la-oposicion-esta-metida-en-un-trancazo/