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La oposición pretende provocar al Gobierno, afirma vicepresidente

Fuentes: Rebelión

El Vicepresidente Ejecutivo, José Vicente Rangel, aseveró que es la oposición golpista la que quiere hacer al Gobierno represivo y que por tal motivo lo provoca con planes de guarimbas o conspiraciones. Ante ese posible escenario el Vicepresidente Rangel aseguró que el Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez no complacerá las pretensiones de unos pocos […]

El Vicepresidente Ejecutivo, José Vicente Rangel, aseveró que es la oposición golpista la que quiere hacer al Gobierno represivo y que por tal motivo lo provoca con planes de guarimbas o conspiraciones.

Ante ese posible escenario el Vicepresidente Rangel aseguró que el Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez no complacerá las pretensiones de unos pocos convirtiéndose en represor. »No les vamos a dar el gusto porque nosotros podemos controlar los problemas de orden público con la palabra, con la voz, con el ejemplo, con la disposición de que el pueblo entienda que este es un proceso que a pesar de que tiene un sólido respaldo de la Fuerza Armada, total, integral; no se sostiene sobre la Fuerza Armada, sino que se sostiene sobre el pueblo».

Garantizó que si llega a ocurrir alguna situación de inestabilidad en el país »independientemente de los soldados que van a salir a defen! der el Gobierno de Chávez, será el pueblo que se tire inmediatamente a la calle y no necesitamos convocarlo, ni nada, como ocurrió el 13 de abril del año 2002», expresó el Vicepresidente, en una reunión con 17 cooperativas que realizaban un taller de trabajo en la «Escuela de Panadería y Artesanía» de La Asunción, en la isla de Margarita.

En ese sentido explicó que el Presidente Chávez, de acuerdo a lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, »no puede ordenar la destrucción de nadie y aquí ha habido serias amenazas contra el orden constitucional y democrático como fue el 11 de abril de 2002, el golpe petrolero, el guarimbazo; y nosotros nunca hemos suspendido las garantías y nunca hemos decretado la emergencia porque no somos represivos».

»Lo que pasó el 11 de abril, ni de vaina se repite»

Para Rangel estos grupos incitadores del orden público deben aprender a respetar las reglas de juego, indispe! nsables en cualquier sociedad democrática. Consideró que hay gente den tro de la oposición que está participando en la campaña electoral pero »llevan un puñal en la manga y quieren repetir las aventuras del pasado». A ellos les envió el siguiente mensaje: »ya nosotros aprendimos bastante y lo que pasó el 11 de abril, ni de vaina se repite» acotando que el pueblo les dará una lección el próximo 3 de diciembre.

Reiteró »son unos conspiradores de pacotilla. Ellos están llamando a que el pueblo se tire a la calle el día 3 de diciembre, cuando empiecen los escrutinios para decir que el Gobierno va a cometer fraude. Ellos saben -porque también leen las encuestas- que están derrotados y por eso están preparando ya la trampa y la trampa es decir que nosotros le vamos a hacer el fraude. A esos currutacos no necesitamos hacerle fraude».

»Le vamos a dar un parao, en seco»

Sin embargo el Vicepresidente Rangel insistió en que el Gobierno ya está preparado, pero que el pueblo también debe estarlo para no ! caer en provocaciones. Dijo que si los guarimberos »salen a la calle a quemar caucho, a paralizar el tráfico, a atentar contra locales de los partidos afectos al Gobierno, si atentan contra personalidades como lo hicieron en el pasado; le vamos a dar un parao, en seco, para que aprendan a respetar las instituciones y la palabra empeñada».

Señaló que no es posible que el candidato Manuel Rosales, que al asumir su mandato juró lealtad a la Constitución, »fue el primero en respaldar a Carmona y a firmar el acta que disolvía los poderes públicos. Ese es un traidor a la Constitución, que no tienen palabra y por consecuencia nosotros tenemos que estar muy alertas. Porque les repito: no va a volver a ocurrir lo que aconteció en el pasado».

A juicio del Vicepresidente Rangel estos desestabilizadores »no tienen capacidad y no tienen fuerza para enfrentarnos. En cambio, si nosotros hacemos una señal, millones de chavistas se tiran a la calle enseguida y lo ha! cen de corazón porque este no es el proceso solamente de Chávez, ni de l Gobierno, sino el proceso de cada uno de ustedes, del pueblo, y el pueblo no es una cosa abstracta», subrayó.

Las cooperativa, células del desarrollo social y económico

Rangel destacó el impulso que han recibido las cooperativas durante la gestión del Presidente Hugo Chávez Frías. »Eso no se podía concebir antes porque, en primer lugar, el Estado no estimulaba y despreciaba estas iniciativas y, en segundo lugar, porque en estos ocho años de Gobierno de Chávez ha cambiado la visión del pueblo y el pueblo se siente protagonista de verdad. Esa no es una frase, es una realidad».

Elogió el espíritu de participación tanto de adultos, adolescentes, así como de niños en este proceso que estimula y promociona el liderazgo de nuevas organizaciones económicas y sociales nacidas de la interrelación Estado- pueblo. »Se está formando un nuevo ciudadano, un ciudadano responsable, trabajador, que no le tiene temor a la autoridad, porque nosot! ros no somos autoritarios. Un ciudadano que está produciendo mucho de sí mismo; y todos estos esfuerzos no se lograrían sin una ayuda del Estado -en el buen sentido de la palabra- sino hay una cooperación activa de los ciudadanos».

Calificó a las nacientes cooperativas como »la proyección de la nueva economía, de la nueva sociedad que se está formando, porque el chavismo es más que el color rojo, que el rojo rojito. Es algo más que la camiseta y que la boina. Es una ética, es una nueva concepción del hombre, donde el hombre se integra en un proceso en el cual hay un conductor estelar, pero por sus propios méritos, por su trabajo y por su inteligencia y no porque imponga una política a la fuerza».

Rangel expresó su gratitud a los neoespartanos, por la calidez con la que fue recibido durante el recorrido que realizó por los distintos municipios de la citada región. »Me siento muy complacido, porque cuando voy por las calles la gente me grita: José Vicent! e o Chente. Cuando un hombre pierde el apellido y lo designan por su nombre, exclusivamente, es porque hay un cruce de afectos entre los ciudadanos y esa persona».