Recomiendo:
0

La Organización Mundial del Turismo se enfada por la ecotasa que el Reino Unido aplica a los vuelos comerciales

Fuentes: Rebelión /Acció per un Turisme Responsable

El pasado 1 de noviembre, el Reino Unido aumentó el impuesto que tiene establecido sobre los vuelos que salen de sus aeropuertos en concepto de emisión de gases contaminantes. El denominado Air Passenger Duty, que ya lleva en funcionamiento dos años y para el que hay prevista una nueva subida en el 2010, es una […]

El pasado 1 de noviembre, el Reino Unido aumentó el impuesto que tiene establecido sobre los vuelos que salen de sus aeropuertos en concepto de emisión de gases contaminantes. El denominado Air Passenger Duty, que ya lleva en funcionamiento dos años y para el que hay prevista una nueva subida en el 2010, es una tasa que varía según la distancia del vuelo y que se carga en el precio del billete del usuario. El objetivo declarado del gobierno británico es reducir la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero hasta un 0.75 millones de toneladas al año (1).

Este impuesto es una aportación muy pequeña por parte del sector del transporte comercial si tenemos en cuenta que su actividad está fuerte y escandalosamente subsidiada. Entre otras regalías cabe destacar que el combustible aéreo de los aviones en vuelos internacionales no paga ningún tipo de impuesto desde 1949 (recordemos que el del transporte terrestre, en toda Europa, supone más del 50% de su precio). O que el sector aéreo no entró en el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático (está por ver si lo hará en el de Copenhague y, si es así, en qué condiciones) (2).

Sin embargo estas prerrogativas no parecen ser suficientes para la Organización Mundial del Turismo (OMT), institución que forma parte del sistema de Naciones Unidas desde el 2003. Temerosa de que este impuesto suponga un precedente y se reproduzca en otros países, se opone aduciendo razones «humanitarias»: que los países pobres verán cómo disminuye el número de turistas y que impide el desarrollo del «turismo justo» al distorsionar el mercado (3). Parece ser que para la OMT este status quo plagado de subsidios no «distorsiona el mercado», igual que desconoce que son los países del Sur los más afectados por el Cambio Climático, uno de cuyos causantes es el transporte aéreo.

¡Pero qué se puede esperar de una organización que asegura que es posible reducir la emisión de gases contaminantes y a la vez aumentar el turismo internacional! Hace una par de años, el hasta hace poco presidente de la OMT Franceso Frangialli se quejaba de que los medios de comunicación y organizaciones sociales criticaban injustamente al turismo por su contribución al efecto invernadero, y decía que el sector estaba dispuesto «a cargar con su parte» de responsabilidad (4). Es obligado ahora plantear a la OMT en qué ha de consistir esa «carga», si ni siquiera acepta la existencia de una pequeña tasa ecológica.

¿A qué se debe esta política de la OMT por defender los intereses del sector empresarial turístico, que incluso le lleva a criticar duramente a una potencia como el Reino Unido (5) y a iniciar una campaña internacional contra su política tributaria? ¿Realmente se debe a supuestos intereses humanitarios hacia los países del Sur?. Tal vez se puede adivinar la respuesta a estas cuestiones si nos fijamos qué era antes de su conversión en agencia especializada de Naciones Unidas: una plataforma formada por instituciones públicas y grupos empresariales destinada a promover el turismo internacional. Y quienes conforman actualmente los grupos de presión que marcan sus políticas: a parte de instituciones públicas, la casi totalidad de sus «miembros afiliados» son empresas trasnacionales del sector turístico y plataformas empresariales (6). Su ingreso en el sistema de Naciones Unidas no parece que haya supuesto un cambio sustancial en sus políticas fundacionales; si acaso, ligeramente (no mucho), en su discurso.

Referencias

(1) «Air Passenger Duty», Wikipedia (en inglés)

(2) Gascón, J. (2009) El turismo en la cooperación. Barcelona: Icaria.

(3) Canalis, X. (2009) «Los turistas británicos que viajan a España ya pagan 24,6 euros por contaminar el cielo», Hosteltur (16 de noviembre)

(4) «Intervención de Francesco Frangialli, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo, con ocasión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Nusa Dua, Bali (Indonesia), 12 de diciembre de 2007». Disponible en www.unwto.org.

(5) País que, por cierto, acabó abandonando la OMT pocos años después de su ingreso a finales del 2005. «Kazakhstan welcomes the world of UNWTO», Eturbonews (26 de ocubre de 2008). Disponible en www.eturbonews.com

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.