Mientras el gobierno estadounidense habla de una recuperación económica y financiera, persisten hoy las dificultades en el mercado laboral y en el sector inmobiliario con la consiguiente desconfianza de los consumidores. Para empezar, el Departamento de Comercio reveló que el crecimiento económico se desaceleró más de un punto porcentual en el segundo trimestre del año. […]
Mientras el gobierno estadounidense habla de una recuperación económica y financiera, persisten hoy las dificultades en el mercado laboral y en el sector inmobiliario con la consiguiente desconfianza de los consumidores.
Para empezar, el Departamento de Comercio reveló que el crecimiento económico se desaceleró más de un punto porcentual en el segundo trimestre del año.
Señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió a una tasa anual del 2,4 por ciento, bastante por debajo de los 3,7 del trimestre anterior.
Atribuyó la caída al elevado déficit comercial de la nación norteña a la disminución del gasto de los consumidores, situación alentada por la crisis también el estado del mercado laboral, donde las cifras amenazan con sobrepasar el 10 por ciento de cesantes.
Los expertos explicaron que la cifra de crecimiento, la más modesta en casi un año, resulta incapaz de generar empleos, una agravante para la economía, muy golpeada por un índice de desocupación que en número van cerca de los 10 millones a fines de 2009.
Sin embargo, lo peor no es cuanto ha sucedido, sino el hecho de que los problemas no parecen terminar, pues las empresas tienen más despidos programados.
En un estudio divulgado recientemente, la Asociación Nacional de Economía de Negocios informó que cuatro por ciento de los encuestados dispondrá durante el próximo trimestre nuevas reducciones de plantillas, un 36 por ciento contratará más empleados, mientras que el 57 por ciento dejará sus nóminas invariables.
La investigación mostró que en los últimos meses empeoró la situación del mercado laboral, hecho que afectó el consumo interno, el cual representa cerca del 70 por ciento de la economía nacional.
Expertos de Welch Consulting en Washington opinaron que aunque los recortes de plantilla han disminuido, las empresas evitan contratar personal, debido a la incertidumbre existente.
Calcularon que demorarán varios años en recuperarse los más de ocho millones de puestos de trabajo perdidos a causa de la crisis global.
Por supuesto, la estadounidenses continúan escépticos, sobre todo por la dudas sobre el futuro de la economía de su país.
Según un estudio de la Universidad de Michigan, la confianza del consumidor cayó a inicios de julio a su menor nivel en casi un año, pues el índice bajó a 66,5 puntos desde los 76 de junio.
Los resultados decepcionaron ampliamente los pronósticos de los analistas quienes esperaban un baja hasta 74,5.
Autores de la investigación explicaron que las pobres perspectivas sobre los ingresos y el mercado laboral, alientan el pesimismo entre los compradores.
Asimismo, el polémico apartado de la vivienda, uno de los desencadenantes de la crisis, continuó tambaleándose, pues la compañía de datos inmobiliarios RealtyTrac, precisó que los bancos estadounidenses aumentaron los embargos de casas en cinco por ciento en el segundo trimestre del año.
Indicó que en ese período tomaron más de 269 mil residencias, debido a las pérdidas de empleo y a los recortes salariales, factores que obstaculizan la recuperación del sector.
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