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La película BlacKkKlansman y la política de identidad en Estados Unidos

Fuentes: Novas Pensatas

Traducido del portugués para Rebelión por Catherine M. Bryan

Inquietos ante la posibilidad de que la película BlacKkKlansman , la nueva película del cineasta afroestadounidense Spike Lee, sea retirada de exhibición en la sala de un cine de Appleton (la ciudad donde vivimos en Wisconsin, Estados Unidos) decidimos, mi mujer y yo, ir a verla lo más rápido posible (al día siguiente de su estreno).

En general nuestra inquietud se ha justificado por dos consideraciones ético-políticas: A) Las películas de Spike Lee (junto a las de Oliver Stone, Michael Moore y otros pocos) merecen y deben ser vistas por un gran número de espectadores pues tienden a ayudar en la construcción de una narrativa ideológica alternativa donde se cuestiona y se intenta invalidar la narrativa ideológico-política del estado capitalista imperialista estadounidense que es hegemónica y predominante tanto dentro como fuera de los Estados Unidos; B) Los propietarios capitalistas de las salas de cine de Estados Unidos (los exhibidores de películas) no sólo buscan ganar mucho dinero con películas comerciales masivas, sino que también intentan reprimir las películas que cuestionan la narrativa ideológica-política dominante.

He asistido a varias películas importantes de Spike Lee y en todas ellas se presentan algunos temas centrales tales como el racismo, la religión y el menosprecio de la raza negra como fundamentos ideológicos del odio y la violencia contra las personas negras en la sociedad estadounidense. Todos estos temas están relacionados (en las películas de Lee) tanto a la cuestión de la identidad afroestadounidense en la sociedad blanca como a las contribuciones de la población negra (sobre todo en la producción cultural, la música y la danza) en la construcción de la modernidad/posmodernidad (1) de los Estados Unidos de América. De sus películas, «Do the Right Thing» (1989), «Malcolm X» (1992) y «Red Hook Summer» (2012) son tres de mis favoritas por estar bien realizadas desde el punto de vista de su forma y su contenido cinematográficos.

La nueva película, BlacKkKlansman pertenece al género comedia dramática policial y fue coescrita, coproducida y dirigida por Spike Lee en 2018. La narrativa cinematográfica está basada en el libro autobiográfico Black Klansman del expolicía detective Ron Stallworth. La película está protagonizada por John David Washington (hijo del actor Denzel Washington), Adam Driver, Laura Harrier y Topher Grace.

BlacKkKlansman se estrenó el 14 de mayo de 2018 en el Festival de Cannes, donde compitió por la Palma de Oro y ganó el Gran Premio (Gran Prix). Fue estrenada en los cines de Estados Unidos el 10 de agosto de 2018 (en el primer aniversario de la manifestación de la supremacía blanca en la ciudad de Charlottesville, en 2017).

La película está situada en Colorado en los años 70 y la trama se desarrolla en torno a la historia real del detective afroestadounidense Ron Stallworth (John David Washington) quien logra infiltrarse en la organización criminal y racista conocida como KuKluxKlan. Ron Stallworth también consigue infiltrarse en una manifestación de protesta de un grupo de estudiantes afroestadounidenses de una universidad local donde conoce y establece una relación amorosa con una mujer, Patrice Dumas (Laura Harrier), la principal dirigente del grupo estudiantil. Durante su trabajo como investigador, Stallworth desarrolla una relación de amistad con Flip Zimmerman (Adam Driver), un policía judío, blanco, que funcionará como su doble en el contacto personal y directo con los miembros del KuKluxKlan.

Spike Lee utiliza eficazmente el humor, la música, la fotografía, la vestimenta y las excelentes actuaciones de los actores (además de diversos elementos significativos del contexto y de la ideología de los años 60-70) para producir una recreación de la época bastante funcional a la forma y al estilo de BlacKkKlansman. Spike Lee también los aprovecha para hacer una notoria aproximación a los temas políticos de los años 70 (derechos civiles, feminismo, Black Power) junto a los temas políticos recientes y panfletarios del período gobernado por la actual administración supremacista, racista, chovinista, militarista y antiinmigrante del presidente Donald Trump. Y en esta aproximación, nos sentíamos algo defraudados por la ausencia, en la trama de la película, de representantes de la población latinoamericana, tan crucificada por la administración del actual presidente de EEUU.

Spike Lee también aprovecha eficazmente algunas secuencias de escenas de dos películas clásicas estadounidenses, Lo que el viento se llevó [Gonewiththe Wind (2)] y El nacimiento de una nación, [The Birth of a Nation (3)] para denunciar la ideología racista del KuKluxKlan, dentro del discurso cinematográfico que ha predominado en la historia del cine de los Estados Unidos de América.

A pesar de los momentos panfletarios que se encuentran en la película, y que aumentan su duración, todavía creo en la importancia significativa de la utilización que hace Spike Lee de los violentos acontecimientos de Charlottesville, Virginia, en los minutos finales de BlacKkKlansman, para denunciar la ideología y la práctica racista en el país. En todo caso, si tuviera que disminuir la duración de la película, preferiría cortar algunas secuencias de escenas de acción que se justifican en la trama y la tradición del cine clásico (4) pero que me parecieron excesivas para un espectador de un género de película contemporánea.

Incluso reconociendo la validez de su buena dirección, la película de Spike Lee queda expuesta a una serie de importantes críticas socioeconómicas, políticas y culturales debido a las limitaciones de sus presupuestos ideológicos, toda vez que acaba reduciendo la articulación de la compleja relación histórica entre la lucha de las clases sociales, la lucha racial, la lucha de género, y la lucha nacional a la mera ideología de la «política de identidad» dentro de la sociedad política partidista estadounidense.

Esta «política de identidad» [como ya tuvimos la oportunidad de testificar durante los gobiernos demócratas de los presidentes Bill Clinton (5) y Barack Obama (6)] ha estado rompiendo la solidaridad de la clase trabajadora estadounidense, llevando a las personas (en su mayoría víctimas del sistema de dominación y explotación capitalista) a que se centralicen en la identidad étnica, racial o sexual, dejando la lucha de clases socioeconómicas en el olvido y enajenación (7). Se termina siendo una forma contemporánea de la política del «divide y vencerás» que ha sido implementada por la clase dominante capitalista (una minoría socioeconómicamente rica compuesta por menos del 1% de la población mundial) para continuar enriqueciéndose a costa de la explotación de la pobreza de los trabajadores (blancos, negros, indígenas, latinos e inmigrantes) de los cuatro rincones del planeta tierra.

Notas: 

(1) Aquí seguimos el estudio de la relación entre modernidad/posmodernidad desarrollada por el profesor marxista Fredric Jameson a partir de su libro El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado, publicado en 1991 por editorial Paidós Ibérica.

(2) La película de Spike Lee comienza presentando el set de la película estadounidense Gonewiththe Wind, mostrando cientos de soldados muertos durante la Guerra Civil estadounidense. Luego aparece la «explicación científica» de la superioridad racial blanca realizada por el Dr. KennebrewBeaureguard (interpretado por Alec Baldwin).

(3) La película de Spike Lee presenta un discurso del líder veterano Jerome Turner (interpretado por Harry Belafonte), en el que detalla la manera en que el «KuKluKlan» resurgió tras el estreno del repugnante clásico racista «El nacimiento de una nación» (1915), de David W. Griffith.

(4) Para aquellos interesados en conocer la relación formal entre las películas de Spike Lee y la tradición del cine clásico hollywoodiense, consulten el análisis formalista de la película «Do the Right Thing» realizada por David Bordwell (analista, crítico y profesor de cine de la University of Wisconsin-Madison ) que se encuentra en su libro Film Art an Introduction publicado por McGraw-Hill Education en 2017.

(5) Los lectores pueden obtener más información sobre la relación entre la política de identidad de Bill y Hillary Clinton y su alianza con los capitalistas de Wall Street leyendo la excelente entrevista crítica de la escritora Diana Johnstone en el blog Rebelion.org: «Una razón fundamental para que se diese la alianza de Wall Street con los Clinton es que los autoproclamados ‘nuevos demócratas’ encabezados por Bill Clinton lograron cambiar la ideología del Partido Demócrata de la igualdad social a la igualdad de oportunidades. En vez de luchar por las políticas tradicionales del New Deal que tenían como objetivo incrementar los estándares de vida de la mayoría, los Clinton luchan por los derechos de las mujeres y las minorías a ‘tener éxito’ individualmente, a ‘romper techos de cristal’, avanzar en sus carreras y enriquecerse. Esta ‘política de la identidad’ quebró la solidaridad de la clase trabajadora haciendo que la gente se centrase en la identidad étnica, racial o sexual.»La entrevista de Diana Johnstone, «Hillary Clinton es el principal motivo de preocupación» puede encontrarse en el enlace http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218012

(6) De acuerdo con el sociólogo y profesor James Petras sobre la política interna del expresidente afroestadounidense Barack Obama en Estados Unidos «se hace evidente que durante los ocho años de su presidencia, Obama ha rebajado las expectativas de todas las clases de trabajadores que él cortejaba y seducía durante sus campañas electorales, es decir, de los nueve de cada diez americanos negros que votaron por Obama en ambas campañas presidenciales. Pero a pesar del apoyo masivo de los afroestadounidenses durante la presidencia de Obama, hubo el aumento de la desigualdad en la distribución del ingreso entre los trabajadores blancos y negros, el aumento de la violencia policial letal contra los afroestadounidenses y se multiplicaron los ataques paramilitares blancos, incluido la quema de iglesias afroestadounidenses. Los afroestadounidenses acusados de delitos no violentos relacionados con el consumo de drogas (distribuidores y consumidores) han sido encarcelados a una tasa mucho más alta que los blancos, mientras que las élites de las farmacéuticas gigantes y los médicos que recetan narcóticos para estimular la adicción a los opiáceos ganaron cada vez más beneficios con total impunidad durante la administración de Obama. En cuanto a la política de inmigración, en la administración de Barack Obama se materializó, entre 2009 y 2015, la expulsión de tres millones de inmigrantes de los EE.UU. Según el registro revelado por el profesor James Petras, «Barack Obama tiene el record más alto de expulsión de inmigrantes en la historia de los EE.UU.»

Los lectores pueden obtener más información sobre el caso Barack Obama, leyendo al artículo de Jorge Vital de Brito Moreira titulado «La lectura de la novela policíaca como realidad política de EE.UU. y la realidad política de EE.UU. como novela policíaca: «El caso de Barack Obama» de 21-01-2017 en el enlace http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221918 .

(7) El filósofo, profesor y escritor español, Manuel Sacristán Luzón fue uno de los primeros pensadores de la tradición marxista que reveló en sus escritos y conferencias la necesidad ético-política de que el movimiento emancipatorio contemporáneo hacia el socialismo ensanchara su base de conocimiento y su praxis social aliándose a los nuevos movimientos sociales alternativos tales como el movimiento pacifista, el movimiento ecologista y los movimientos de políticas alternativas. Los lectores podrán tener (entre las muchas contribuciones de Sacristán sobre el tema) una importante muestra de esa amplia perspectiva consultando su libro Pacifismo, ecología y política alternativa, publicado en 1987 por Icaria Editorial, Barcelona.

Fuente: http://novaspensatas.blogspot.com/2018/08/pensatas-de-domingo-o-filme.HTML