La Policía Federal brasileña ha anunciado la captura de veinte personas, entre ellas siete policías, acusadas de integrar una banda de la que se sospecha que actuaba como «grupo de exterminio» y que llegó a matar a cerca de un millar de personas en los últimos cinco años. La operación policial se ha desarrollado sobre […]
La Policía Federal brasileña ha anunciado la captura de veinte personas, entre ellas siete policías, acusadas de integrar una banda de la que se sospecha que actuaba como «grupo de exterminio» y que llegó a matar a cerca de un millar de personas en los últimos cinco años.
La operación policial se ha desarrollado sobre todo en el estado de Pernambuco, en el noreste del país, donde se supone que actuaba este «escuadrón de la muerte», integrado por policías, hacendados y empresarios, y que habría tenido como brazos ejecutores a decenas de pistoleros a sueldo.
Según el superintendente de la Policía Federal en Pernambuco, comisario Jorge Pontes, «ese grupo era una sociedad anónima de homicidios. Mataba de promedio a cuatro personas por semana. Eran crímenes por encomienda y a veces por pequeñas venganzas».
Según el comisario, la organización cobraba entre 1.000 y 5.000 reales (entre unos 500 y unos 2.500 dólares) por asesinato. Las veinte personas arrestadas serán procesadas por los crímenes de homicidio, asociación para delinquir, trafico de drogas, tráfico de armas y porte ilegal de armas de fuego, según la policía.
La banda criminal, que actuaba principalmente en el municipio de Caruaru, comenzó a ser investigada en febrero pasado. De acuerdo con los investigadores, los policías que trabajaban para la organización eran los primeros en llegar a los lugares donde ocurrían los crímenes y se encargaban de ocultar cualquier prueba y de garantizar la impunidad de los pistoleros.