Unas nueve mil personas de la comunidad de Pinheirinho, ubicada en Sao Paulo (capital brasileña), fueron reprimidas este domingo por la Policía Militar (PM) en un operativo para desalojar a las familias sin techo que ocupan terrenos de una empresa que quebró hace ocho años. Cerca de las 6H00 locales (8H00 GMT) unos dos mil […]
Unas nueve mil personas de la comunidad de Pinheirinho, ubicada en Sao Paulo (capital brasileña), fueron reprimidas este domingo por la Policía Militar (PM) en un operativo para desalojar a las familias sin techo que ocupan terrenos de una empresa que quebró hace ocho años.
Cerca de las 6H00 locales (8H00 GMT) unos dos mil efectivos de la PM arremetieron contra la comunidad, que reivindica un lugar para vivir, con con helicópteros bombas de gas pimienta, lacrimógenos y balas de goma.
Desde el aire, la PM lanza gases contra la población pobre, contra los habitantes de la comunidad. Debido a que la zona está sitiada (nadie sale ni entra) no hay datos precisos de la cantidad de detenidos, heridos o muertos.
Medios locales reseñan que habitantes de barrios vecinos se está solidarizando con los afectados y también está siendo reprimidos.
En la zona de Campos de Alemanes, varias personas se rebelaron, incendiaron vehículos y enfrentaron a la PM. El clima en São José dos Campos es de enfrentamiento en varios puntos de la ciudad.
De las nueve mil personas que viven en Pinheirinho, al menos dos mil 600 son niños. Con el tiempo, Pinheirinho pasó a ser un distrito de casas improvisadas.
Las cercas de dos mil familias aseguran que el desalojo carece de legalidad, porque desobedece la decisión acordada por gobiernos estatales, representantes federales y municipales, que suspendieron el desalojo de manera temporal, luego que los propietarios reclamaran el lugar el pasado 9 de enero.
El abogado de los residentes, Antonio Ferreira, quien también sufrió una heridas de bala de goma en la espalda y en otras zonas del cuerpo, cuando se acercaba a dialogar con la PM, informó que presentaron una apelación interlocutoria para pedir el reconocimiento de los intereses de la comunidad para que se impida la ejecución de la orden de desalojo de manera definitiva.
Ferreira asegura que los residentes no descansarán en la misión de ser reconocidos y que se les garantice el derecho a la vivienda.
En los últimos días la zona ha estado en tensión y las familias se han armado con pedazos de madera y barricadas para impedir cualquier acción por parte de la policía, debido a que se resisten a abandonar las tierras.
Un portavoz de la policía de Sao Paulo informó que dos personas han sido detenidas, porque los ocupantes han confrontado con la Guardia Civil que es el apoyo del cuerpo de seguridad.