Joao Stédile ¿Por qué el MST ha decidido respaldar a Dilma? El MST nunca toma decisiones electorales. Mantiene su saludable autonomía frente a los partidos, los gobiernos, el Estado o la iglesia. Sin embargo sus militantes, su base social y sus dirigentes, sí deben posicionarse como ciudadanos frente a los retos políticos que se presenten […]
Joao Stédile
¿Por qué el MST ha decidido respaldar a Dilma?
El MST nunca toma decisiones electorales. Mantiene su saludable autonomía frente a los partidos, los gobiernos, el Estado o la iglesia. Sin embargo sus militantes, su base social y sus dirigentes, sí deben posicionarse como ciudadanos frente a los retos políticos que se presenten en las elecciones.
El pueblo brasileño quiere cambios, pero cambios que representen mejores condiciones de vida. Y para eso será necesario hacer una serie de reformas estructurales, empezando por la reforma política, la reforma tributaria, la reforma agraria, la reforma en la educación, etc. Frente a esa situación, Aecio representa los intereses de la clase dominante que quiere regresar a los duros tiempos del neoliberalismo, en los que como MST tuvimos dos masacres, la de Carajas y la de Corumbiara.
Y las fuerzas sociales que están con Dilma, apuestan por la continuidad de su programa, pero haciendo cambios hacia adelante, con las reformas necesarias. Por eso no es difícil entender que para los trabajadores es una necesidad que Dilma derrote a Aecio.
Marina Silva ha dicho que va apoyar al candidato Aecio ahora que este incluye reivindicaciones del MST y de los indígenas. ¿Qué piensa de eso, de su campaña y del personaje?
Creo que es una trampa que ella inventó. Es propio de su personalidad política de inestabilidad, porque en realidad ella no representa clases sociales o fuerzas populares que tuviesen un proyecto para dialogar con las otras fuerzas.
¿Cuál va a ser el escenario en Brasil con respecto al plan económico, político y social si gana una u otro?
Brasil agotó el programa neodesarrollista. Los problemas de la dependencia económica de nuestra economía frente al capital internacional nos pusieron de rodillas. Los problemas sociales necesitan cambios estructurales. Y la política es una porquería, existe una crisis política real de representación, porque la democracia está secuestrada por 117 empresas que financian y eligen a quien quieren con su dinero y sus tentaciones. Así, entramos en un periodo histórico de necesidad de cambios. Si la burguesía nos derrota y nos impone un programa neoliberal, será un período de enfrentamientos permanentes. Si gana Dilma, deberá hacer un gobierno mas de centro-izquierda, abandonar algunas alianzas conservadoras que tenia y acercarse más al pueblo. Y en cuanto a nosotros, los movimientos sociales, gane quien gane, nuestra tarea sigue la misma: concienciar al pueblo, organizarlo y luchar por mejores condiciones de vida. Y esperamos en el próximo período, además de conquistar una asamblea constituyente, lograr un nuevo ascenso del movimiento de masas, para que el pueblo asuma su rol, en las calles…
El MST plantea el tema de una asamblea constituyente, que es un tema difundido por todos los movimientos de izquierda en América Latina donde no hay cambio (como Colombia). ¿Cómo te imaginas las etapas de eso proceso en Brasil?
Bueno, por la ley, el próximo paso es que el Congreso tiene que aprobar un decreto ley y solo él puede convocar un plebiscito legal, obligatorio, para que cada elector decida si quiere o no una asamblea constituyente. Si gana el sí, entonces el Congreso convocaría las elecciones de los diputados constituyentes de forma independiente al Congreso y daría un plazo, por ejemplo de un año, para que ellos hicieran las nuevas leyes de todo el sistema político brasileño. En eso estamos. Los movimientos creen que sería posible en 2015 hacer el plebiscito y convocar la asamblea, para que ya funcionara en 2016. Y así, las elecciones ya serían con las nuevas reglas. Si eso no se logra seguirá la lucha social en las calles, cada vez con más fuerza, porque la gente no se reconoce en los políticos elegidos.
Los movimientos sociales se reunieron en Caracas hace poco. ¿Qué pasó? ¿Y que pasó en los movimientos sociales después de Porto Alegre? Podemos decir que en Venezuela hay mucho de «Porto Alegre» cumplido…
Bueno, como parte de ese proceso de foros sociales mundiales y de articulación, ahora estamos en una etapa superior en Latinoamérica y logramos construir una articulación de movimientos sociales hacia el ALBA. El ALBA entendido como un proyecto de integración popular de todos los pueblos del continente, desde Canadá hasta Chile. Mientras los Gobiernos y Estados hacen sus articulaciones con MERCOSUR, UNASUR, CELAC, nosotros vamos construyendo la nuestra, Ya tenemos más de mil movimientos articulados, tenemos capítulos nacionales y una coordinación continental formada por dos dirigentes por país de todo el continente. Y seguimos reuniéndonos y articulando actividades y luchas comunes en el continente. Y claro, siempre el tema de la solidaridad entre las luchas de los pueblos está presente, como ahora estamos en campaña por la salida de las tropas extranjeras de Haití o con la solidaridad con Venezuela cuando el imperio y la derecha interna intentaron un golpe contra Maduro. Así como somos solidarios con Argentina por el intento del capital rapiña de Estados Unidos que quiere cobrar su deuda impagable…
Los movimientos sociales han hecho propuestas de un cambio de modelo productivo por el tema ambiental. ¿Cuál es el plazo del MST?
Sobre ese tema hay muchas reuniones, discusiones, hicimos diversos debates y asambleas en Río, la Rio+20, luego hubo reuniones en Bolivia, mas recientemente en Perú, es un tema presente en las luchas sociales del continente, sobre todo frente a la agresión de las multinacionales por los recursos naturales de nuestros países, sea la minería, la energía eléctrica, el petróleo, la biodiversidad… así como hay una ofensiva de ellas para apropiarse de las florestas nativas, transformarlas en valores de crédito de CO2 y negociar con las empresas contaminantes de Europa. Una vergüenza. Bueno, el MST y los movimientos campesinos del continente de la Vía Campesina hemos acompañado y luchado intensamente contra el dominio del capital sobre los bienes naturales.
Uno de los «demonios» de la derecha en Brasil, y a nivel internacional, es el peligro del «chavismo». ¿Qué piensa de lo que pasa en Venezuela, donde el MST es muy escuchado?
Chavismo ya es un apodo poco apropiado. Chávez fue un líder popular genial, con claridad política, valentía y un compromiso con el pueblo venezolano y latinoamericano que jamás olvidaremos. Pero lo que está en curso en Venezuela forma parte de un proyecto mayor. Hay una crisis de la dominación capitalista en todo el continente, sin embargo no logramos avanzar en un proyecto de mayor integración popular, porque depende de la coyuntura de cada país. Por eso las dificultades de los cambios en Venezuela también son grandes, porque es muy difícil hacer una transición de modelos, enfrentar al imperialismo desde un solo país.
Ahora aquí hay una conferencia de la FAO, por el Año de la Agricultura Familiar, ¿qué hace el MST?
La FAO es un organismo de los gobiernos y vive la contradicción de que en ella hay todo tipo de gobiernos, desde dictaduras y regímenes neoliberales hasta gobiernos de izquierda.
El nuevo director, brasileño, es amigo nuestro. Pero el problema no es de amistad, es la naturaleza del organismo. Por eso la Vía Campesina mantiene relaciones, apoya todo tipo de debates, pero sabemos que los verdaderos cambios dependen de la organización y la lucha de los campesinos, y esa es nuestra tarea principal.
Fuente: http://ilmanifesto.info/la-voce-forte-dei-sem-terra/