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FUHEM Ecosocial presenta dos nuevas publicaciones que ofrecen enfoques complementarios sobre la precariedad

La precariedad marca España

Fuentes: Rebelión

Aunque es un fenómeno general que no conoce fronteras, la precarización se muestra especialmente grave en España, donde afecta al 40 % de la población ocupada y podría convertirse en estructural.

La precarización se ha acentuado en los últimos años por el incremento de la temporalidad y por la devaluación salarial. Según datos del INE, la tasa de temporalidad alcanza el 27,4 % (casi el doble de la media de la UE según Eurostat: 14,2 %), la más alta desde el cuarto trimestre de 2008. «La fragilidad laboral resulta devastadora para la calidad de vida de las personas al comprometer la autonomía y la participación en la vida social, y deteriorar la salud. Desbarata proyectos personales e impide el cumplimiento de los requisitos que permiten materializar los derechos asociados al trabajo», señala Santiago Álvarez Cantalapiedra, director de la revista Papeles en su último número titulado: «Empleo precario».

El especial de la revista incluye seis artículos que abordan la precariedad desde distintas miradas: un marco multidimensional, sectores concretos o visión de contexto.

Carlos Gutiérrez Calderón en «La metamorfosis del trabajo: retos para la acción sindical», argumenta que las 52 reformas laborales llevadas a cabo en España desde 1980 tienen un denominador común: eliminar las rigideces del mercado e incluir mecanismos de flexibilidad a favor de los agentes empresariales: «desde entonces la tasa de temporalidad solo baja del 30 % cuando el ciclo económico pasa a recesión».

La contratación que se realiza a tiempo parcial y con altas dosis de involuntariedad (el trabajador o trabajadora querría trabajar más horas), llega a superar el 6 0%. Incluso en uno de los sectores punteros de la economía española, el turismo, encontramos camareras de piso que, en un hotel donde se pagan 900 euros por noche, tiene que limpiarla en 22 minutos por 755 euros al mes con jornadas que exceden sus horas. Jornadas extenuantes, pagos en negro, temporalidad creciente, subcontrataciones y abusos de todo tipo son el día a día en el empleo que se crea en el sector. «El éxito turístico de un destino no está necesariamente asociado a unas condiciones de trabajo decente, más bien todo lo contrario, a causa de la sobreoferta de demandantes de empleo que acaban concentrándose en ese lugar», apunta Ernest Cañada en el artículo «Un turismo sostenido por la precariedad laboral».

El análisis de la precariedad tiene que incluir unos condicionantes que superan el plano laboral y económico, como apunta Lucía Vicent, investigadora de FUHEM Ecosocial, autora del texto Tiempos de precariedad: «Desde las remuneraciones hasta las condiciones y los derechos, si aplicamos una perspectiva de género, observamos el diferencial que muestran hombres y mujeres frente a la precariedad», porque ellas ocupan los empleos de menor valoración y están más expuestas a la contratación temporal, a tiempo parcial, pluriempleo, subempleo, etc.

Profesorado universitario que no llega al salario mínimo 

El libro Universidad precaria. Universidad sin futuro, de los profesores de la Universidad Complutense de Madrid, Paloma Moré y Juan José Castillo, editado recientemente por FUHEM Ecosocial, recoge que la reducción de ingresos junto a la obligatoriedad de presentar liquidaciones presupuestarias anuales equilibradas, en virtud del cumplimiento de la Ley Orgánica 2/2012, han supuesto reducir 1.172 millones de euros en el total de los gastos, de los que 333 millones corresponden a la reducción del gasto en personal en la enseñanza superior en España en el periodo 2010-13.  

Estos recortes presupuestarios han provocado que las universidades públicas españolas presenciales hayan perdido 4.943 puestos de personal docente e investigador (PDI) con dedicación a tiempo completo, y 3.476 de personal de administración y servicios (PAS) en ese mismo periodo.

La precarización alcanza tasas que oscilan entre el 42 y el 50 %, con sueldos que oscilan entre los 270 euros y los 1.500 euros en función de la figura de la contratación que se realice. La figura del falso asociado que, en un principio se creó para atraer gente del ámbito externo a las universidades, se está empleando para contratar bajo condiciones de extrema flexibilización y precariedad, con sueldos de 600 euros para 6 horas de docencia y 6 de tutorías. El falso profesorado interino a tiempo parcial es una figura creada para contratar personal y cotizar al 33% a la Seguridad Social, mientras imparten las tres cuartas partes de lo que imparte el profesorado titular con un sueldo que oscila entre los 800-850 años euros. Lo mismo sucede con el profesorado visitante que, lejos de atraer a investigadores y docentes de fuera, se ha convertido en la manera de contratar a docentes formados en la propia universidad, que al ser considerados con dedicación parcial, cotizan al 33 %.

Más información:

Departamento de Comunicación de FUHEM

Tel. 91 431 02 80. Extensión: 5

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.