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La próxima burbuja será la burbuja alimentaria

Fuentes: Argenpress

Prácticamente la mitad de la población mundial vive con menos de dos dólares diarios y gasta el 80% en comida. De ellos, 1.300 millones de personas viven con menos de un dólar diario (el mínimo que fija el Banco Mundial como límite de pobreza extrema), de los que 1.000 millones padecen desnutrición crónica, de los […]

Prácticamente la mitad de la población mundial vive con menos de dos dólares diarios y gasta el 80% en comida. De ellos, 1.300 millones de personas viven con menos de un dólar diario (el mínimo que fija el Banco Mundial como límite de pobreza extrema), de los que 1.000 millones padecen desnutrición crónica, de los cuales 158 millones son niños.

De estos 1.000 millones con desnutrición crónica, el 85% pasa hambre. Hay que remarcar que de este grupo 34 millones de personas viven en el llamado mundo desarrollado. Además, la población se hacina en las ciudades, buscando -paradójicamente- un porvenir mejor: el 50% de la población urbana de Africa y el 40% de la de Latinoamérica, está desnutrida; en Calcuta, la cifra llega al 70%. La población mundial crece en 76 millones de personas cada año, la mayoría en países pobres.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 34 países están en estos momentos en crisis alimentaria (la mayoría en el Africa subsahariana). La ONU advierte sobre el peligro de hambruna para 100 millones de personas, o que sus programas de ayuda alimentaria a 90 millones de personas pueden quedarse en nada como consecuencia de la subida de precios. Jean Ziegler, comisario de la ONU para la Alimentación, habla de ‘asesinato masivo silencioso’.

Pero el problema es aún mucho más serio: la crisis alimentaria está haciendo ya estragos en esos 1.000 millones de personas con desnutrición crónica, en áreas de Latinoamérica y Caribe y Africa subsahariana; conforme la crisis avance, el siguiente colectivo es el de menos de dos dólares de ingresos diarios, con lo que en pocos años el hambre crónica afectará a la mitad de la población mundial. Para la otra mitad, las dificultades económicas para comprar alimentos serán crecientes. Estamos ante una verdadera tragedia para toda la Humanidad.

La capacidad de producir alimentos es, sin embargo, mayor que nunca. Un reciente informe de la Food Policy Research Institute dice que podemos producir alimentos de sobra para toda la población mundial. En realidad, hoy se producen alimentos para alimentar al DOBLE de la población actual del Planeta.

Por desgracia, el neoliberalismo no va por ese camino. Comparemos cifras. Los países del Tercer Mundo importarán en 2008 alimentos por valor de 38.700 millones de dólares; sólo en 2007 los EEUU han gastado en la guerra de Irak (seguramente las cifras son superiores) 137.600 millones de dólares, tres veces el importe de los alimentos importados por los países pobres.

Mientras los pueblos salen a la calle porque no tienen qué comer…

En 2007 en México el precio de las tortillas, alimento básico, subió un 50%. Decenas de miles de trabajadores y campesinos se manifestaron en la capital, consiguiendo que, de momento, se limitase el precio de las tortillas.

Además de México, se han producido grandes movilizaciones contra el aumento del precio de los alimentos en Indonesia, Filipinas, Costa de Marfil, Senegal, Bolivia, Etiopía, Madagascar, Tailandia, Pakistán, Mauritania, Marruecos, Yemen, Guinea, Mozambique y, recientemente, Camerún, Burkina Faso y Haití. Centenares de muertos.

Junio 2007. El Congreso del MST acuerda como uno de sus ejes fundamentales ‘combatir las empresas transnacionales que quieren controlar las semillas, la producción y el comercio agrícola brasileño, como la Monsanto, Syngenta, Cargill, Bunge, ADM, Nestlé, Basf, Bayer, Aracruz, Stora Enso, entre otras. Impedir que continúen explorando nuestra naturaleza, nuestra fuerza de trabajo y nuestro país’.

… Las multinacionales de la alimentación tienen beneficios astronómicos

Los beneficios de Nestlé crecieron un 7% el año pasado; también crecieron sustancialmente los beneficios de la Carrefour francesa y de la Wal-Mart americana. Wal-Mart en México controla el 30% de las ventas totales de alimentos; han incremento un 11% sus beneficios en el primer trimestre de 2008, mientras la gente no puede comprar las tortillas.

Las empresas de semillas y agroquímicas también tienen buenos resultados. Monsanto tuvo un 54% más de beneficios en 2007, Dupont un 21% y Syngenta un 28%. Monsanto, Bayer, Syngenta, Dupont, Basf y Dow controlan el total de las semillas trasgénicas del mundo. Cargill, ADM, ConAgra, Bunge, Dreyfus controlan más del 80% del comercio mundial de cereales.

He aquí los datos económicos de las multinacionales agrarias más importantes (fuente de estos datos: La crisis alimentaria, Rebelión, Esp., 210508, Ian Angus)

– comercio de granos

Archer Daniels Midland (ADM). Beneficio bruto: 1.150 millones de dólares, un aumento de un 55% desde el año pasado.
Cargill: Beneficios netos: 1.030 millones de dólares. Aumento: un 86%.
Bunge: Beneficio bruto consolidado: 867 millones de dólares. Aumento: 189%

– semillas y herbicidas

Monsanto. Beneficio bruto: $2.230 millones de dólares. Aumento: un 54%.

Dupont Agriculture and Nutrition. Ingreso operativo antes de impuestos: 786 millones de dólares. Aumento: un 21%.

– fertilizantes

Potash Corporation. Ingreso neto: 66 millones, aumento: 185,9 %
Mosaic: Beneficios netos: 528,8 millones, aumento más de un 1.200%

‘Seis compañías controlan un 85% del comercio mundial en granos; tres controlan un 83% del cacao; tres controlan un 80% del comercio con plátanos. ADM, Cargill y Bunge controlan efectivamente el maíz del mundo, lo que significa que sólo ellos deciden qué parte de la cosecha de cada año va a la producción de etanol, edulcorantes, alimento para animales o alimentos para seres humanos’. (La crisis alimentaria, Rebelión, Esp., 210508, Ian Angus)

Los precios de los alimentos

En los últimos tres años, los precios de los alimentos subieron un 83%. La subida promedio de los alimentos en 2007 fue del 25,6%, según el FMI. En Latinoamérica, creció en Chile un 34,2%, en Brasil un 23,6% y en Argentina entre el 36 y el 39%

El incremento de precios 2006-2007 ha sido del 40% en el trigo, 32% en el maíz y un 44% en la cebada. El pollo subió un 30% en los EEUU porque la producción de maíz está casi toda destinada al etanol. La leche ha subido un 14% a lo largo de 2007. La mantequilla ha subido un 40% en un año.

El proceso se acelera: a finales de marzo 2008 los precios de arroz y trigo eran el doble de un año atrás. Los del maíz eran el triple.

Las previsiones de incremento de precios de los productos agrícolas es del 20 al 30% entre 2007 y 2010 y del 26 al 135% entre 2007 y 2020.

Los países del Tercer Mundo pagarán un 56% más en la importación de cereales en 2007-2008 y eso afectará seriamente a 37 países, según las previsiones de la FAO.

El maíz ha triplicado su precio en un año y ha elevado el precio del ganado (carne, leche, mantequilla, huevos) que se alimenta con este cereal (cerdos, bovinos, aves). En 2007 las exportaciones de maíz disminuyeron porque un 19% de la cosecha se dedicó a la fabricación de biocombustibles, un 30% más que el año anterior.

El arroz es la dieta básica de 3.000 millones de personas, la mitad de la Humanidad. ‘Es muy duro. El kilo de arroz costaba 300 francos CFA (0,5 euros) y ahora cuesta 350. El resto de alimentos también ha subido. No es posible llegar a fin de mes’, se queja Odile Zongo, empleada doméstica en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso. (Público, Esp., 250408). Tailandia es el mayor exportador mundial de arroz; el precio se ha casi triplicado en 2008. El precio del arroz se ha duplicado en Asia en los últimos tres meses.

El precio del trigo aumentó un 130% en 2007, se ha doblado de marzo/08 a marzo/07 y ha aumentado un 25% en mayo respecto al mes anterior.

España. Septiembre 2007. Un kilo de pan cuesta 2,60 euros, pero un kilo de trigo cuesta 0,21 céntimos. El pollo ha subido un 20%. El precio de los huevos ha crecido un 12% en agosto 2007, con un crecimiento interanual del 28%. En 2007 los precios de los cereales han crecido entre el 50 y el 100%, coincidiendo con las cosechas más elevadas de la última década; de mayo a octubre 2007 el precio de la leche creció un 25% para el consumidor. Además, la UE tiene una política de reducción de la oferta, lo que ha contribuido al incremento de precios. El precio del arroz ha subido un 20%, el del maíz 50%, el trigo 100% en 2007.

En Egipto el pan ha subido un 35% y el aceite un 26% en 2007.

Haití se autoabastecía de arroz hace unos años. Con la liberalización de mercados llegó arroz barato (subvencionado) desde los EEUU y arruinó la producción local. Ahora el arroz está un 50% más caro que el año pasado. El mismo problema comienza a afectar a Filipinas: el Banco Mundial orientó a Filipinas a conseguir el arroz de las importaciones y no de la producción propia.

Kenia producía suficientes alimentos para su población hace 25 años; hoy importa el 80% de los alimentos que consume.

El Banco Mundial y el FMI han hecho que los países más pobres cultiven para la exportación aquellos artículos que les convienen a las multinacionales e importen los alimentos que necesitan. La agricultura de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) recibe 350.000 millones de dólares en subvenciones al año, con lo que colocan sus productos en todo el mundo a unos precios con los que los agricultores del Tercer Mundo no pueden competir. El 70% de los países pobres son importadores netos de alimentos.

Para evitar la rebelión de los pueblos, algunos países han prohibido o restringido las exportaciones de los cereales que aún producen. Son los casos de Kazajstán, Rusia, Ucrania, Argentina, Indonesia, Egipto e India. Han tomado las mismas medidas China, Vietnam y Camboya, para garantizar la seguridad alimentaria de sus poblaciones. Con ello la presión sobre los precios ha aumentado, porque un porcentaje muy significativo de alimentos no llegan a los mercados mundiales al haber protegido algunos países sus mercados internos.

Por su parte, las grandes compañías acaparan cereales en momentos determinados para lograr desabastecimiento y justificar mejor los aumentos de precios.

¿Es el etanol el causante de la subida de precios?

‘El demoledor impacto del encarecimiento de los alimentos, que se producirá inexorablemente en la medida en que la tierra pueda ser utilizada para producirlos o para producir carburante, fue demostrado en la obra de C. Ford Runge y Benjamin Senauer, dos distinguidos académicos de la Universidad de Minnesota, en un artículo publicado en la edición en lengua inglesa de la revista Foreign Affairs, cuyo título lo dice todo: ‘El modo en que los biocombustibles podrían matar por inanición a los pobres’. Los autores sostienen que en Estados Unidos el crecimiento de la industria del agrocombustible ha dado lugar a incrementos no solo en los precios del maíz, las semillas oleaginosas y otros granos, sino también en los precios de los cultivos y productos que al parecer no guardan relación. El uso de la tierra para cultivar el maíz que alimente las fauces del etanol está reduciendo el área destinada a otros cultivos. Los procesadores de alimentos que utilizan cultivos como los guisantes y el maíz tierno se han visto obligados a pagar precios más altos para mantener los suministros seguros, costo que a la larga pasará a los consumidores. El aumento de los precios de los alimentos también está golpeando las industrias ganaderas y avícolas. Los costos más altos han provocado la caída abrupta de los ingresos, en especial en los sectores avícola y porcino. Si los ingresos continúan disminuyendo, la producción también lo hará y aumentarán los precios del pollo, pavo, cerdo, leche y huevos. Advierten que los efectos más devastadores de la subida del precio de los alimentos se sentirán especialmente en los países del Tercer Mundo.’ (Se intensifica el debate, Fidel Castro 090507)’

La demanda de etanol elevará un 9% la utilización industrial de granos en 2007-2008. Los propios economistas neoliberales han establecido que la fabricación de biocombustibles incide en un 25-30% en los incrementos de precios de los alimentos.

El etanol, pues, contribuye a la subida de precios, pero no la explica en su totalidad.

¿Es la sequía la causante de la subida de precios?

Las cosechas de trigo disminuyeron en 2007. Las cosechas en Rusia, Ucrania, Centroeuropa y Canadá fueron a la baja el año pasado. La sequía afecta sensiblemente al norte de Africa (Marruecos reduce a la mitad sus cosechas de trigo) y al Africa meridional (reducción de cosechas por segundo año consecutivo). Lo mismo pasa en Bolivia con la sequía y las inundaciones de 2007. La inestabilidad política en Somalia, con traslados de fuertes contingentes de población, afecta a las cosechas igualmente. En lo que se refiere al arroz, si exceptuamos a China e India (los mayores productores del mundo), la cosecha desciende en 2007. Australia también está afectada por una gran sequía.

La FAO advirtió a finales de 2007 que tenemos las reservas de alimentos más bajas en los últimos 25 años (la fabricación de biocombustibles también tiene que ver con esto). Pero, a pesar de todo, la cosecha mundial de granos fue en 2007 un 4% mayor que el año anterior.

Desde 1961 la producción mundial de granos se ha triplicado, mientras que la población se ha duplicado.

La sequía y la bajada en las reservas de alimentos, pues, contribuyen a la subida de precios, pero no la explican en su totalidad.

¿Es la mayor demanda de china e india la causante de la subida de precios?

El crecimiento de la demanda en China e India es del 10% y 8% respectivamente, provocando un 5% de incremento de la demanda mundial, por lo que no puede argumentarse que los alimentos suben »porque los chinos comen más carne’, que es una de las tesis preferidas de los ideólogos neoliberales.

El aumento de la demanda, pues, contribuye a la subida de precios, pero no la explica en su totalidad.

¿Es la devaluación del dólar la causante de la subida de precios?

En 2007, el dólar cayó un 28% frente al euro. Las oscilaciones del dólar afectan al mercado mundial de los alimentos: en marzo pasado, en dos días bajaron los precios de la soja, el trigo y el maíz entre un 8 y un 17% porque el dólar se recuperó ocasionalmente. Luego volvieron a subir.

La caída del dólar, pues, contribuye a la subida de precios, pero no la explica en su totalidad.

Los precios suben porque se especula con ellos

Al estallar la burbuja inmobiliaria, entre 150.000 y 270.000 millones de dólares se lanzaron a especular con los precios a futuros (commodities) de las materias primas agrícolas (fuente: la consultora norteamericana Lehman Brothers), en los últimos meses de 2007. En el primer bimestre de 2008 la especulación sumó otros 40.000 millones de dólares más. Por contra, en el año 2000 tan ‘sólo’ 5.000 millones de dólares especulaban con los precios de los alimentos.

Con el estallido de la burbuja inmobiliaria a partir de agosto 2007, pues, muchos capitales especulativos se han trasladado del ‘ladrillo’ a los futuros de los precios de los alimentos. Y estos precios se han disparado.

Estas operaciones tienen su centro en Chicago. Y en una sola entidad: el Chicago Board of Trade (Bolsa del Comercio de Chicago), la mayor bolsa del mundo en compraventa de commodities. La mayoría de las cosechas de los próximos años ya están cotizadas a futuro como commodities y, lógicamente, a precios cada vez más altos.

Lo mismo está sucediendo con el petróleo, con compras a futuro lideradas por la Texaco, Esso y Shell. El precio del petróleo incide a su vez en el precio de los alimentos: ‘los costos de los fertilizantes, la puesta en marcha de la maquinaria, la cosecha, el almacenamiento y la entrega de alimentos’ (Rebelión, Esp., 230408, Martín Khor).

Los mismo que en el caso de la vivienda, los especuladores son conscientes de que estamos ante una burbuja que ‘estallará’ cuando la situación se haga insostenible. Dicen que la subida de los precios de los alimentos se mantendrá hasta el 2015 (traducimos: los capitalistas creen que pueden mantener la burbuja alimentaria hasta el 2015, y así la operación especulativa gana en estabilidad porque aún tiene unos años por delante). En esta dirección han ido las declaraciones del presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, añadiendo, por si no estaba suficientemente claro, que los precios jamás podrán recuperar los niveles de 2004.