A propósito de la situación que se esta viviendo en la caída de las bolsas de valores en los más diversos países del mundo, producto de la crisis económica estadounidense, muchos se empiezan a preguntar si esta es una crisis periódica más del capitalismo ultra neoliberal o simplemente es que éste es el ocaso final […]
A propósito de la situación que se esta viviendo en la caída de las bolsas de valores en los más diversos países del mundo, producto de la crisis económica estadounidense, muchos se empiezan a preguntar si esta es una crisis periódica más del capitalismo ultra neoliberal o simplemente es que éste es el ocaso final de un sistema económico que ha sido incapaz de resolver las injusticias y desigualdades sociales existente en el planeta y que se ha dedicado en gran parte a la especulación financiera, más que a resolver los problemas económicos reales que padecen los países.
No es la idea hacer un esbozo de carácter técnico con respecto a lo que es el funcionamiento de la economía mundial, de manera que el lector lo entienda de mejor forma, sin embargo es bueno destacar directamente que las informaciones procedentes de los centros financieros económicos del capitalismo, suelen ser cada vez más claros y alarmantes en este sentido productos del manejo que se está realizando en torno de los acontecimientos económicos y financieros acaecidos en los EEUU y otras áreas geográficas, y que están ligados a la caída de las bolsas y otros «fenómenos económicos y financieros en los más diversos lugares del mundo, y que tendrán un incidencia directa en las condiciones de vida de cada uno de los habitantes del planeta.
Se dice que la actual crisis se viene caracterizando por la caída de las bolsa, los problemas derivados de la denominada burbuja inmobiliaria, que de la mano con las hipotecas basura, serían los mayores responsables del comienzo de esta recesión económica, pero otros expertos económicos dicen que las causas son más profundas que la mera caída de las bolsas.
La lucha a muerte por el control de los mercados y los recursos naturales del planeta, está generando una situación cada vez más caótica en el manejo anárquico de la economía mundial, cuya responsabilidad mayor recae en el eje anglosajón, israelí, Japón y la Unión Europea, que tienen que mantener sus alienadas y caras sociedades de consumo a cualquier costo.
De allí que sin duda que la recesión ya ha comenzado con las consecuencias pertinentes para los países del planeta, que se traduce en el encarecimiento de los precios alimenticios de primera necesidad, precios que no están exentos de la especulación que desarrollan los grandes capitales, con el objeto de obtener jugosas ganancias y aplicar el «sálvese quien pueda», o sea «a río revuelto ganancia de pescadores».
Lo claro es que la inflación se ha desatado en los más diversos lugares del mundo, en países como Alemania ésta ha alcanzado los niveles más alto desde 1993, en los Estados Unidos desde 1990 que no se disparaban los precios, en China que vive un crecimiento permanente de su PIB, también han surgido preocupaciones ante la espiral inflacionista que han desatado los especuladores que controlan y manejan el mundo económico y financiero internacional.
De allí que el mundo entero comienza a vivir una espiral inflacionista impulsada por las mafias que controlan la economía mundial (FMI, BM, otros) que impulsan un constante encarecimiento de las materias primas y de los alimentos básicos. De entre todas sobresale el petróleo, que ya ha alcanzado la barrera de los 100 dólares por barril. Lo que tiene como consecuencia un encarecimiento de los productos de consumo en todo el mundo, por otro lado el destino de enormes cantidades de hectáreas de tierra para la producción de materias primas para la producción de biocombustibles, incidirán de una forma salvaje en el aumento de los precios de los productos alimenticios de primera necesidad, de allí que el panorama tiende hacer más desolador que otra cosa.
Los síntomas de la presente crisis tendrán profundas secuelas en las condiciones de vida de los pueblos y se transformará en una espiral que se sabe como comienza, pero no como terminara, los más pesimistas nos indican que la presente situación económica mundial, nos puede llevar a una catástrofe de impredecibles consecuencias para la supervivencia de la humanidad, ello debido a los intereses que se encuentran en juego y en especial el relativo al control de los mercados y los recursos naturales.
La crisis económica que vive los Estados Unidos tiende a seguir profundizándose, arrastrando con ello a la Unión Europea y el resto de los países del mundo, en donde las naciones en vías de desarrollado o también denominadas emergentes pagaran los costos más caros de la recesión estadounidense.
Las bolsas europeas están abriendo permanentemente a la baja, fluctuando con caídas en torno al 1 por ciento hacia arriba arrastradas por la fuerte bajada de los mercados de valores asiáticos, así como el comienzo de la recesión en EEUU que amenaza con un contagio a otras economías ultra neoliberales del mundo. La fase superior del capitalismo en su expresión imperialista, camina a un callejón sin salida y que ha sido creada por sus propias y desacertadas medidas económicas, pero que tienen como objetivo enriquecer aún más al 20% más rico del mundo.
Por ejemplo el banco Citigroup el más grande los Estados Unidos, reportó su primera pérdida trimestral desde su creación en 1998, afectado por 18.100 millones de dólares en amortizaciones relacionadas con préstamos hipotecarios y otras deudas de riesgo. Además dio a conocer que sus pérdidas crediticias aumentaron en 4.100 millones de dólares, mayormente porque más consumidores están incumpliendo sus pagos, lo que refleja además la caída del poder adquisitivo de los norteamericanos o simplemente ante los asomo de la crisis establecen otras prioridades. Ante las perdidas sufridas por Citigroup probablemente tendrá que recortar 20 000 de sus actuales 330 000 empleos, lo que sería el comienzo de un desempleo masivo en la entidad financiera.
Otro de los aspectos que es el reflejo de esta recesión, es el detonante de la debacle que fueron las ventas minoristas en EEUU, que cayeron inesperadamente en diciembre un 0,4%, con lo que cerraron el año con el menor avance (4,2%) desde 2002, la señal más fuerte hasta ahora de que la economía del Imperio se encuentra en una recesión de insospechadas consecuencias para los habitantes de este país y los coletazos pertinentes para el resto del planeta. Cabe tener presente que en los meses de diciembre y enero, producto de las fiestas de fin de año suele aumentar las ventas, sin embargo en los Estados Unidos, en Europa y otros lugares, las ventas se vieron resentidas y las expectativas de mayores ganancias se esfumaron.
Otro ejemplo son las medidas que ha tomado el gobierno Alemán, que ya ha preparado un programa de emergencia en caso de que se produzca una recesión en un momento en que la situación económica es impredecible, cuando todavía no se sabe con precisión la magnitud de las crisis en diversos ámbitos de su economía que vive Estados Unidos y el impacto que pueda tener ésta en toda la economía mundial.
Ahora la recesión en Estados Unidos se traduciría en una caída mayor en el crecimiento de la zona euro del 0,1 por ciento, según cifras del Fondo Monetario Internacional», afirma el economista Christian Draeger, del Instituto alemán de Investigación Económica.
Las informaciones procedentes de los centros económicos mundiales nos indica además, que la debilidad del dólar ha encarecido los mercados internacionales de materias primas, sobre todo el oro y el petróleo, cuyo precio ha sido disparado por la especulación que ningún gobierno se atreve a controlar directamente. El pesimismo existente en todos lados con respecto al comportamiento de la economía estadounidense y mundial, está provocando la venta generalizada de acciones, en las más diversas bolsas del planeta. Pero «ojo» las familias ricas del planeta y las medianamente ricas, comienzan a vender sus activos y se dedican a la compra de oro, plata y francos suizos, como medida precautoria ante la crisis.
Lo cierto es que la economía del Imperio pende de un hilo, y se sostiene sobre la base del complejo militar industrial, que tiene un fuerte compromiso con el genocidio que se lleva a cabo, en Afganistán, Irak y algunos países Africanos, en donde las trasnacionales se disputan a muerte los recursos energéticos de estos países. Pero cabe agregar además, que cada vez son menos los países que le compran material de guerra a los Estados Unidos, optando por otras alternativas que sean más convenientes.
Ahora la recesión de la economía norteamericana tendrá una gran incidencia en la relativamente estancada economía europea, que se estima que el presente año no alcanzara a crecer a un 2% anual, recordemos que durante el año 2007, la economía mundial creció alrededor de un 5%.
Algunos analistas económicos internacionales señalan además que el valor del dólar en los mercados internacionales puede derrumbarse en el transcurso del año, lo que tendría consecuencias aún más nocivas para la alicaída economía ultra neoliberal que impera en la mayoría de los países del mundo, lo que desataría una fuerte inflación y una menor actividad manufacturera en muchos lugares, lo que redundaría en el quiebre de muchas empresas y el por consiguiente aumento del ejército de cesantes.
Por ejemplo la empresa General Motor ante la crisis económica ha anunciado la cesantía de 45 mil trabajadores, en España en el área de la construcción se habla de la cesantía de de alrededor de 350 mil puestos de trabajo. Por lo demás el consumo ya no es tan boyante y ante situaciones de crisis muchos toman sus propias precauciones.
Para países subdesarrollados como Chile, llamado también el «jaguar con arestín» del ultra neoliberalismo, la caída de las bolsas le ha significado un bajo crecimiento económico y la perdida de millones de dólares de las AFP en los mercados financieros especulativos internacionales.
Finalmente cabe agregar que la situación económica mundial está supeditada actualmente a la pugna por el control de los mercados, el control de los recursos naturales (eje anglosajón israelí, Japón, UE, versus China, Rusia, India, Asia), en especial los energéticos, le suman los problemas derivados de la producción de alimentos, el cambio climático, los problemas relacionados con la falta de agua dulce, la carrera armamentistas, el crecimiento de las actividades delictivas y criminales, la corrupción y el desprestigio de la autodenominada clase política en los más diversos lugares del mundo. De allí que algunos expertos económicos internacionales señala que la única forma de superar la crisis del capitalismo neoliberal es con medidas geopolíticas efectivas, como se suele decir…»a buen entendedor pocas palabras»…la guerra a escala global.