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La reelección presidencial y la oposición venezolana.

Fuentes: Rebelión

En reciente entrevista en Globovisión , reproducida parcialmente por el programa La Hojilla que transmite Venezolana de Televisión, Henry Ramos Allup,  Secretario General de la moribunda organización política Acción Democrática, otrora el partido mayoritario de la nación venezolana, afirmaba sin rubor alguno que el propósito del presidente Hugo Chávez de proponer la reforma  del dispositivo […]

En reciente entrevista en Globovisión , reproducida parcialmente por el programa La Hojilla que transmite Venezolana de Televisión, Henry Ramos Allup,  Secretario General de la moribunda organización política Acción Democrática, otrora el partido mayoritario de la nación venezolana, afirmaba sin rubor alguno que el propósito del presidente Hugo Chávez de proponer la reforma  del dispositivo constitucional que norma la reelección del Jefe del Estado, en el sentido de darle continuidad, obedecía al afán de este último de perpetuarse en el poder, desvirtuando el principio de alternabilidad, elemento esencial de las democracias modernas.

 

 Tales afirmaciones las hacía ante el beneplácito del moderador y de su apuntadora, quienes, sin que viniera al caso,  añadían sandeces contra los países africanos situados al norte (Libia) y al sur (Zinbawe) del Sahara, y contra sus jefes de estado Gadafi y en especial contra Mugabe, quien fuera objeto de burla, por parte de esos panelistas , en ocasión de su visita de estado a Venezuela, poniendo por el suelo el gentilicio venezolano,  al prodigarse en insultos de contenidos  racistas, cual si fuesen émulos de los súbditos de la Alemania hitleriana.

 

Afirmaba el eficiente liquidador de su partido, que este tipo de reelección sólo se daba en esos países atrasados, mientras que en las democracias occidentales de Europa y Norteamérica, esa práctica estaba excluida de sus sistemas electorales.

 

Llama la atención que el máximo dirigente de un partido en cuyas filas militaron internacionalistas, constitucionalistas y otros especialistas, hábiles conocedores del acontecer político planetario, cuya lista sería largo enumerar, afirme con tal desparpajo e impudicia mentiras tan burdas, y que las mismas las pronuncie en un programa dirigido por un ex embajador, de ingrato recuerdo en Centroamérica, quien en lugar de corregir tal despropósito, abunde con sus intervenciones  en la burla a su teleaudiencia, a la cual sin duda, considera ignorante del tema en cuestión.   

 

Pues bien, a objeto de desmontar tan peregrina tesis, hagamos  una incursión por los sistemas electorales de las democracias occidentales, tan queridas y admiradas por el sector oposicionista venezolano: Alemania, cuyo nombre oficial es República Federal de Alemania (RFA), se rige por un sistema parlamentario clásico, cuyo Jefe de Gobierno recibe la denominación de Canciller y su elección corresponde a la mayoría parlamentaria, quien escoge de entre sus filas  o la de sus aliados y puede ser electo continua, libre e indefinidamente, así ocurrió con Konrrad Adenauer y con Willy Brandt, quienes ejercieron el premierato por dilatados períodos. En este tipo de sistema parlamentario clásico o tradicional, pero además republicano, se elige también un Presidente o Jefe de Estado por votación popular y sin restricciones en cuanto a las veces que pueda ser electo, sólo que en estos casos sus funciones se contraen  a la representación protocolar del estado y a ejercer en casos de crisis política que acarree la pérdida de la mayoría parlamentaria,  por parte de la organización o de la coalición gobernante, la potestad de disolver el parlamento. y llamar a elecciones generales a objeto de trascender la  crisis  de gobernabilidad e integrar nuevo gobierno.

 

 Francia, este país vivió una posguerra signada por la inestabilidad provocada por los conflictos originados por las luchas anticoloniales  y de liberación nacional, sobre todo la revolución  argelina, lo que favoreció la constitución de un gobierno  presidido por el General De Gaulle, quien retornó al poder e instituyó la llamada V República, antes  ,  había presidido la IV República, (cualquier parecido con lo acontecido a partir de 1999 año del fallecimiento de la dilatada IV República vernácula, y del surgimiento de la V  República Bolivariana y Socialista y el papel de De Gaulle, hombre proveniente del ejercito francés, y el  de Chávez , soldado del ejercito venezolano, son meras jugarretas de la Historia).

 

También en Francia, se votó una nueva constitución bajo la orientación política de De Gaulle, que terminó modificando el sistema parlamentario clásico o tradicional, al otorgar fuertes poderes a la presidencia de la República, deviniendo en un sistema semipresidencial y parlamentario, que otorgó al país galo un período de normalidad y permitió,   no sin traumas, la solución del problema argelino, país que obtuvo su independencia en el año de 1962. El resto del acontecer político francés desde la reelección de De Gaulle , en el año de l965 hasta el mayo francés, cuando concluye su periplo político,  es del conocimiento de cualquier estudiante de bachillerato, no sé si lo es del muy eficiente liquidacionista de Acción Democrática, me temo que no lo es. En conclusión por lo que respecta a Francia, tanto el presidente, Jefe del Estado como el Primer Ministro, Jefe del Gobierno, pueden ser reelectos continua, libre e indefinidamente, siempre y cuando tengan la voluntad de someterse al escrutinio de los votantes franceses y estos los  elijan, en democráticos y libérrimos comicios como se afirmaba con hipocresía en aquellos tiempos del puntofijismo , tan añorados por personeros de la catadura  de los integrantes del panel que suscita estas precisiones.    

 

Italia, al igual que Alemania se rige por un parlamentarismo clásico y tradicional y también en el país de forma de bota, el Jefe de Estado (Presidente) y Jefe de Gobierno (Primer Ministro), pueden ser electos y lo han sido en forma libre, continua e indefinida. Todos recordamos el pulso histórico entre la  Democracia Cristiana , siempre ganadora por un pelo,  y el Partido Comunista de Italia, siempre perdedor por un pelo, en las elecciones que hacían posible la elección de Alcides De Gasperi como sempiterno Primer Ministro y al lúcido luchador antifascista Palmiro Toglliati como eterno aspirante, todos recordamos las actuaciones de Pietro Nenni, socialista, y de Guiseppe Saragat, social demócrata de derechas, quienes usaban sus partidos en las coaliciones que se formaban para integrar los gobiernos que se sucedían con frecuencia inaudita, y así bloquear el acceso al poder del partido dirigido por Toglliati. ¿Se acordará Ramos Allup…? Me temo que no.

 

Portugal, igual que Francia, impera un sistema semipresidencial y parlamentario, que data de la época de la Revolución de los Claveles, consecuencia de la guerra colonial librada por Portugal en Angola, Mozambique, Guinea Bissau e Islas de Cabo Verde , que terminó sensibilizando a la oficialidad de la Fuerza Armada portuguesa y aceleró el desplome de la dictadura de Salazar y su sucesor. Mutatis Mutandi, otra jugarreta de la Historia en relación a Venezuela… ¿Te acuerdas, Ramos Allup del caracazo, te acuerdas de los días tristes  y a la vez heroicos de febrero y marzo de l989… ¿ O acaso, es mentira que ese hecho sensibilizó, o mejor despertó la fibra liberadora del ejército,    e hizo tomar conciencia de que jamás un soldado venezolano volverá sus armas contra el pueblo, so pena de que caiga sobre él la terrible frase del mas grande de los

Libertadores, Simón Bolívar.?  

 

Estados Unidos de Norteamérica, los llamados padres fundadores de esa nación son los primeros en inaugurar un sistema presidencialista por excelencia, tanto que ha terminado en constituirse en el paradigma internacional. Su Constitución que se precia de ser una de las mas antiguas del planeta y a cuyo texto original no se ha añadido ni se la ha quitado una letra, es también la que más enmiendas ha sufrido, hasta el punto de sumar varias decenas de libros contentivos de las enmendaturas, que en la práctica constituyen verdaderas reformas constitucionales, pero como se trata del mas grande de los imperios que la humanidad haya padecido, hay que aceptar que esa Carta Magna es la misma de sus redactores. El caso es que en su texto no se prohibió la elección libre, continua e indefinida, por lo que permitió que Franklin Delano  Roosevelt (1882-1945), después de ser Senador y Subsecretario de Marina, resultó elegido presidente de la nación en las elecciones del año de 1932, cargo que renovó por tres veces consecutivas(1936,1940 y 1944) por la voluntad de los electores, lo que le permitió la aplicación del programa conocido como New Deal, que bajo el influjo de las teorías de Keynes, sacó a su país de la gran depresión económica originada por la crisis de 1929, pero su muerte en ejercicio de su cargo dio paso al acceso a la presidencia de la nación  al Vicepresidente, Harry S. Truman, tristemente recordado por haber ordenado el bombardeo atómico (primera y única vez que tal barbaridad ha ocurrido) sobre las  ciudades japonesas de Hiroshima y Nagassaki. Acto que seguramente, dado su talante democrático, .  no hubiese perpetrado su antecesor, Franklin  Delano Roosevelt.

 

 

Luego, durante la presidencia de Truman, la clase política  y el complejo militar económico que desde su independencia hace y deshace en esa entidad territorial, decidieron a través de la consabida enmienda, ya que el método de la reforma constitucional no encaja en el sistema norteamericano,  poner punto final,  no sabemos por que motivo al sistema constitucionalmente primigenio, que aparte  de haber hecho posible que un Presidente acertara en la superación de la crisis económica mas desastrosa que esa gran nación haya vivido, y que ese mismo Presidente, hubiese intervenido con tino de estadista en los acontecimientos que signaron la Segunda Guerra Mundial, que se sepa no realizó ningún acto que perjudicara a su país. Pero como nada es perfecto, si de políticos norteamericanos se trata. También F.D. Roosevelt, por lo que a Nuestra América respecta,  actuó igual o peor que sus antecesores, apoyó sin cortapisas a los dictadores de la época, y en especial al fundador de la dinastía Somoza, el viejo Tacho, asesino de Sandino, de quien reconocía que era un «hijo de puta, pero es

nuestro hijo de puta».

 

Y ahora, Canadá, ese país es el mas septentrional del continente y su escasa población se ubica o mejor dicho se adosa a su frontera sur, es decir, a los Estados Unidos, es un país desarrollado y miembro fundador del denominado  Grupo de los Siete, después de los Siete más Rusia,  y ahora, simplemente Grupo de los Ocho, aunque de vez en cuando surgen algunos temas que solo se pueden tratar en la mas estricta intimidad familiar y entonces, el viejo y ajado oso ruso es discriminado, su pasada osadía bolchevique, de haber retado durante siete décadas el poder de occidente aún lo hace sospechoso. Pero, volviendo a Canadá nos encontramos con la dificultad de definir su forma de gobierno, precisar si es republicano o si es monárquico o si es un estado federal integrado por dos poderosas comunidades una anglo y la otra francoparlante, amen de algunos pueblos originarios desperdigados en su inmenso territorio, pero en aras de continuar aceptemos que Canadá es un estado federal, con la característica de que su Jefe de Estado es su graciosa Majestad Británica, por lo tanto no es república pero en puridad de verdad tampoco es un reino, digamos que es un dominio en cuyo territorio se ejerce la maravillosa, la única y nunca bien ponderada democracia representativa, donde predomina un régimen parlamentario clásico y tradicional, que regula la elección parlamentaria cuya mayoría forma gobierno y elige su Primer Ministro en forma libre, continua e indefinida, y los asuntos protocolares de estado lo ejerce su graciosa Majestad, quien si no me equivoco tiene en suelo canadiense un caballero que funge de Gobernador General.       

 

Volvamos a la vieja y rancia Europa, ya vimos una muestra significativa de las democracias europeas de régimen republicano y en todas ellas, sin excepción, la Jefatura del Estado (Presidencia) y la Jefatura del Gobierno (Primer Ministro y en Alemania, Canciller), son ejercidas por ciudadanos electos en el primero de los casos por elección popular y en el segundo por el  Parlamento cuya mayoría designa, casi siempre a uno de sus miembros para ese cargo. Tanto el Jefe del Estado como el Jefe de Gobierno son elegidos libre, continua e indefinidamente siempre y cuando se ajusten a

la normativa vigente, no hay ninguna otra exigencia que cumplir.

 

Los europeos supieron conseguir la fórmula que les permitiera metamorfosear su viejo sistema monárquico absolutista en otro monárquico también, pero constitucional. Así

tenemos monarquías constitucionales desde España hasta Suecia y Noruega,  y tendríamos muchas mas, de no haber sido por los gobiernos del socialismo real en Rusia y Europa del Este, donde fue abolido ese sistema.

 

En el caso de las monarquías constitucionales europeas predomina el sistema parlamentario clásico y tradicional como sus pares republicanos, y al igual que ellos el Jefe de Gobierno (Presidente de Gobierno en España, Statsminister en Suecia y Primer, Ministro en el resto,  es electo del seno de la mayoría parlamentaria, sin restricciones en cuanto al número de veces que pueda ejercer el cargo. En cuanto al ejercicio de la Jefatura del Estado le corresponde al Monarca, quien tiene las mismas    potestades del Presidente de los gobiernos parlamentarios clásicos o tradicionales, y cuya reelección no se requiere ya que su mandato no sólo es vitalicio sino transmisible a sus herederos,  en algunos casos las princesas están privadas de esta posibilidad, aunque la tendencia es equiparar los géneros . Hay ejemplos de larga duración en casi todos esos estados, pero vale la pena destacar a Felipe González en España, Tage Erlander y Olof Palme, ambos en Suecia, el último de ellos asesinado en la estación de Odenplan en Estocolmo, cuando en compañía de su esposa Lisbeth salía del cine para dirigirse a su casa de habitación utilizando el sistema Metro. Asesinato hasta el momento impune, quizás dentro de algunas décadas se sepa que Agencia de Inteligencia o que Departamento de Estado participó en el aniquilamiento de ese insigne demócrata. Esperemos por una pronta desclasificación de los documentos de la gran democracia occidental para enterarnos.     

 

Quisiera que lo dicho en ese programa fuera producto de la ignorancia, lo cual los absolvería de culpa, caso contrario es producto de la mala fe y denota un profundo desprecio por las mujeres y hombres de esta tierra, y un miedo cerval al éxito del programa liberador que lidera Hugo Chávez, a quien temen enfrentar en el terreno de la confrontación democrática, inventando atentados contra una supuesta alternabilidad, la cual realmente estuvo ausente en la nefasta era puntofijista.

 

Esa es la verdad verdadera sobre la reelección de los Jefes de Estado y de Gobierno en las más emblemáticas democracias occidentales, hoy puestas en cuestión por un sin número de mentes esclarecidas, entre ellos varios premios Nobel, y lo que es mas importante, puestas en cuestión por los pueblos del mundo, por  «esa gran humanidad que ha dicho basta y ha echado a andar y su marcha de gigante no la detendrá…»

 

Gilberto Madrid, abogado, MS en Dcho. de Integración e Internacional Económico (UCV)