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La renta petrolera captada internacionalmente: una idea conflictiva

Fuentes: Escuela Socialista de Coro / Rebelión

En una entrevista para un programa de televisión en Maracaibo, Asdrúbal Baptista1 (2013) afirmó de manera contundente que el petróleo es un bien que no se produce, [pre-existe]. Mucho antes, en su conocida obra Teoría Económica del capitalismo rentístico2 (1997). Baptista había desarrollado en profundidad esa idea, precisando que el bien petróleo que yace en […]

En una entrevista para un programa de televisión en Maracaibo, Asdrúbal Baptista1 (2013) afirmó de manera contundente que el petróleo es un bien que no se produce, [pre-existe]. Mucho antes, en su conocida obra Teoría Económica del capitalismo rentístico2 (1997). Baptista había desarrollado en profundidad esa idea, precisando que el bien petróleo que yace en el subsuelo hace parte de los [medios de producción no producidos]3. Con apoyo entre otras, en esta idea, Baptista introduce un concepto clave de su obra, [la renta de la tierra internacional]4, que es para él [un ingreso captado a través del intercambio con otras naciones, a cuenta de la propiedad nacional] sobre esos medios.

Y casi a renglón seguido, Baptista5 reafirma y amplia un argumento rectoren su pensamiento económico respecto a la cuestión petrolera:

Pero, además, junto al agregado de cosas que se producen y distribuyen por el concurso del esfuerzo productivo nacional, la sociedad dispone de manera continua de un ingreso de origen internacional que es significativo respecto a la magnitud del ingreso creado internamente. Este último ingreso, que no tiene como contrapartida ni el trabajo ni el capital domésticos, sino sólo la propiedad sobre un medio de producción no producido, es también objeto de distribución entre los diferentes ingresos particulares percibidos de manera normal en la sociedad capitalista.

Vamos pues aquí a dialogar críticamente con esta proposición, y en especial, con la parte subrayada que sirve de soporte a la idea clave de la renta captada internacionalmente. El subrayado no es del autor, es nuestro. El dialogo lo haremos apoyados en Marx y su crítica a la Economía Política o Economía del Trabajo. Este dialogo tiene mucho sentido porque un gran sector de la izquierda y el liberalismo en Venezuela para fines políticos-ideológicos acude usualmente a esa idea de Baptista y la reproduce sin examinarla a fondo.

Pero antes, es preciso mostrar algunas características de este bien pre-existente, el petróleo, cuya producción y comercialización genera sin duda un voluminoso [ingreso de origen internacional], que es captado y distribuido por el Estado venezolano, que en la actualidad adquiere la forma de República Bolivariana.

EL PETROLEO DENTRO DEL ACTUAL ARSENAL DE MERCANCIAS.

En el párrafo inicial de la monumental obra de Marx6, El Capital, crítica de la economía política, cuya primera edición del primer tomo vio la luz en 1867, leemos, que:

[la riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un «inmenso arsenal de mercancías» y la mercancía como su forma elemental].

Pues bien, ese arsenal de mercancías en 1867 (momento de la edición del primer tomo de El Capital) ya ocupaba espacio geográfico socio cultural más allá de la vieja Europa, y en palabras de Veraza7 (2011), expresaba el traspaso, [hacía 1848-1850] de la medida continental del capital (circunscrita hasta entonces a Europa) [a la medida mundial de capital, y hoy esa medida se ha redondeado y está tupiéndose]. De ahí que sea indispensable examinar el rol del petróleo (pre-existente) y extraído (puesto en boca de pozo y luego transportado al arsenal mundial de mercancías) dentro de la reproducción y ampliación del capital.

Importancia del petróleo. Después de 1848-1850, en la concretización de la medida mundial del capital llevada de la mano por la industrialización, acorde con Veraza8 [la ferocidad del capital para consumir fuerza de trabajo] aniquilándola y sometiéndola, [se acompaño de un feroz consumo de energía para mover el aparato tecnológico con el que se explota esa fuerza de trabajo]. En el siglo XIX fue el carbón y en el XX ha sido el petróleo el principal recurso energético de la industria (incluida la del transporte) y también de la construcción de carreteras de todo tipo.

Progresivamente, desde la explotación del primer pozo en 1859 en Pensilvania (Estados Unidos) creció la necesidad mundial por el petróleo y el empleo de sus derivados directos e indirectos (valores de uso) y el desarrollo de tecnologías para localizarlo, extraerlo, almacenarlo, transportarlo y procesarlo, que hoy se cuentan por cientos de miles.). Con el petróleo y sus derivados incorporados a su arsenal de mercancías, el sistema del capital extendió e intensifico su dominio y en gran medida influenció la dinámica de las economías nacionales, la venezolana entre éstas.

Y por tanto la continuidad o no de la reproducción del cumulo de mercancías provenientes del maquinismo gran industrial hoy automatizado, sigue dependiendo en gran parte de la continuidad de la compraventa internacional del petróleo, no tanto así del carbón ya superado en su papel estelar inicial, ni tampoco de las nuevas formas de energía.

Origen del barril. Desde un punto de vista natural, en eso nos ponemos rápidamente de acuerdo con Baptista, el petróleo [pre-existe] o [no se produce] por el trabajo humano. Marx, como ya lo veremos, afirma lo mismo. Pero una vez se inicia el proceso de localización y extracción del petróleo y barril de petróleo es puesto a boca de pozo por acción del trabajo humano, es preciso hablar de un producto de la industria extractiva. Veamos lo dicho por Marx9 respecto a este tipo de Industria:

En la industria extractiva, en las minas por ejemplo, la materia prima no forma parte integrante del capital desembolsado. Aquí el objeto de trabajo no es producto de un trabajo anterior, sino regalo de la naturaleza. Es lo que acontece con el cobre en bruto, los minerales, el carbón de hulla, la piedra, etc. En estas explotaciones el capital constante se invierte casi exclusivamente en medios de trabajo que pueden tolerar muy bien una cantidad de trabajo suplementario (v. gr., mediante un turno diario y otro nocturno de obreros). En igualdad de circunstancias, la masa y el valor del producto aumentan en relación directa al volumen de trabajo empleado.

Lo que Marx10 nos está mostrando con esta caracterización de la industria extractiva es que:

Intensificando el rendimiento de la fuerza de trabajo, se obtiene trabajo adicional que pasa a aumentar el producto excedente y la plusvalía, la sustancia de la acumulación, sin la necesidad de que aumente en igual proporción el capital constante.

Y además nos pone a mirar los barriles puestos a boca de pozo no solo desde su origen natural (en palabras de Marx: [un regalo de la naturaleza], un bien que [pre-existe] o [un medio de producción no producido] en palabras de Baptista), sino también como trabajo adicional (plustrabajo) o como producto excedente (plusproducto).

Y desde una preciosa consideración de la crítica a la economía política clásica liberal, respecto a los creadores en la industria extractiva Marx11 y en nuestro caso del barril de petróleo puesto a boca de pozo, puntualiza:

Los creadores primitivos del producto y, por tanto, los creadores de los elementos del capital, el hombre y la naturaleza, aparecen unidos aquí como en los primeros días de la producción.

Por lo antes dicho, al barril de petróleo aún sin ser transportado al arsenal internacional de mercancías o a su procesamiento en territorio nacional, como sucede con una parte del petróleo en Venezuela, hay que tomarlo para cualquier consideración teórica práctica posterior como un producto del [trabajo del hombre y la naturaleza unidos].

Circulación del barril. El petróleo al extraerse de la tierra o ponerse a boca de pozo como barril y luego transportarse (también gracias al trabajo humano) para ser incorporado, siguiendo a Marx12, al proceso de cambio, de manos de aquel (sea una empresa privada o un estado nacional) para quien es [no valor de uso] a manos del que [lo busca y apetece como valor de uso], ingresa a [un proceso de metabolismo social>, nacional e internacional, en cuyo arsenal se realiza como mercancía.

En otras palabras, y con apoyo en Marx13 ya el barril no concurre a un [intercambio directo de productos], sino a [un intercambio de mercancías] que [rompe los diques individuales y locales del intercambio de productos y hace que se desarrolle el proceso de asimilación del trabajo humano], de cara a un equivalente general internacional.

Precisamente y puesto el barril de cara a ese equivalente general internacional, volviendo a la importancia del petróleo, digamos con Veraza14, que esta es [la mercancía privilegiada del mercado mundial] por dos razones. Una porque es factor básico en los [procesos de remodelación de los valores de uso para fines capitalistas inherentes a la subsunción del consumo bajo el capital]. Y otra, [porque constituye el factor comercial de mayor valor y volumen en los intercambios internacionales].

Así que el barril como parte sustancial (M) de un ciclo mundial M-D-M´, en términos de Marx15, despliega en el comercio mundial [su valor con carácter universal] es portador de plustrabajo y se enfrenta a [su forma independiente de valor], a [la forma de dinero mundial], bien sea que esta sea dólar o euro. Y Marx agrega de inmediato:

Es en el mercado mundial donde el dinero funciona en toda su plenitud como la mercancía cuya forma natural es al mismo tiempo forma directamente social de realización del trabajo humano en abstracto. Su existencia se ajusta por entero a su concepto.

Así es como hemos llegado a ver el barril llevado de la boca del pozo por su poseedor (la empresa privada o el Estado nacional) como mercancía que expresa ante el dinero mundial su realización como trabajo humano en abstracto.

Y de esta forma también la idea de una renta captada por el poseedor del barril en el arsenal mundial de mercancías, o de un alquiler que cobra el poseedor del barril por ser propietario del suelo de donde proviene [como regalo de la naturaleza], resulta por lo menos conflictiva y por tanto hay que debatirla en profundidad.

DEBATE A LA IDEA DE LA RENTA CAPTADA EN EL COMERCIO INTERNACIONAL.

Baptista16 precisa que el objeto de su investigación [es una sociedad que capta una renta del comercio internacional]. Aquí nos interesa, por ahora, no hacer referencia a la conclusión de sociedad capitalista rentista a la cual llega Baptista con su estudio. Ello lo abordaremos en un próximo artículo. Así que proseguiremos con el examen a la idea de la renta petrolera primero retomando el subrayado que hicimos al principio de este trabajo a la parte final reza así:

Este último ingreso, que no tiene como contrapartida ni el trabajo ni el capital doméstico, sino sólo la propiedad sobre un medio de producción no producido, es también objeto de distribución entre los diferentes ingresos particulares percibidos de manera normal en la sociedad capitalista.

La primera afirmación que emana de este párrafo no deja lugar a dudas; se trata de un ingreso o renta (en dólares o euros), que no tiene como contrapartida ni el trabajo ni el capital, sino sólo la propiedad de un medio de producción no producido. Está claro que Baptista para la emisión de esta afirmación, no recurre a la crítica a la economía política clásica, pues deja de lado que la mercancía barril, como vimos al final del apartado anterior, que concurre al comercio internacional, se pone de cara al dinero mundial que es [al mismo tiempo forma directamente social de realización del trabajo humano en abstracto]. Y esto es así por cuanto Baptista recurre muy poco a a La crítica de la Economía Política en su propuesta de Teoría Económica del Capitalismo rentístico. En tal sentido, Mommer17 (1997) en el prologo a la mencionada obra nos indica que Baptista desarrollo su estudio [ profundamente arraigado en la mejor tradición de la economía política clásica].

¿La contrapartida que tiene el ingreso petrolero captado internacionalmente es la propiedad de un medio de producción no producido?

Vamos a seguir respondiendo a esta pregunta. Antes con apoyo en Marx y en algunas de sus consideraciones sobre la industria extractiva y el proceso de circulación de mercancías, habíamos visto al petróleo-barril puesto en boca de Pozo y luego transportado al arsenal mundial de mercancías, como un producto del trabajo del hombre y la naturaleza (como expresión de la realización de trabajo abstracto). Ahora tomaremos como referencia el estudio de Marx sobre el Proceso de Trabajo y Proceso de Valorización.

Según Marx18, para engendrar un valor de uso como producto, en este caso el barril de petróleo puesto en boca de pozo, el proceso de trabajo absorbe, en concepto de medios de producción, otros valores de uso, producto a su vez de procesos de trabajo anteriores, como son tecnología de localización y extracción y los insumos requeridos para aplicarlas en un territorio sometido a vigilancia, a donde hay que acceder, muchas veces, usando medios de transporte y refugio adecuados.

Pero en efecto el petróleo en el pozo no tiene el carácter de materia prima, al decir de Marx19, [de materiales ya filtrados por un trabajo anterior], no es objeto de procesamiento, sino de extracción, valga decirlo en esta punta de la cadena de la industria mundial del petróleo y sus derivados. Sin embargo, una vez el petróleo empieza a ser puesto como barril a boca de pozo para luego ser transportado por oleoductos y otros medios de transporte hacia el arsenal mundial de mercancías, en cuanto producto del trabajo humano y la naturaleza, empieza a hacer parte del proceso de valorización.

El poseedor del barril de petróleo, sea la empresa privada o el Estado nacional, de acuerdo con Marx20, busca primero que éste se destine a la venta, que sea mercancía. Y segundo, que sea una mercancía [cuyo valor cubra y rebase la suma de valores de las mercancías invertidas en su producción, es decir, de los medios de producción y de la fuerza de trabajo]. En tal sentido al poseedor no le basta con producir un valor puro y simple, sino que aspira a una plusvalía, a un valor mayor. El mismo criterio, a la luz de Marx21, que rige para determinar el valor de toda mercancía (el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción), según rige también para el producto que va a parar a manos del poseedor (empresa privada o Estado Nacional) como resultado del proceso de trabajo. Así que habría que ver el trabajo materializado en el barril puesto a boca de pozo.

Pero lo que aquí ahora nos interesa es ver cómo se genera [la plusvalía, o el mayor valor] al que aspira el poseedor del barril que se llevará al mercado mundial. Esta no es una cuestión de mucho interés para la economía política clásica.

Para ello empecemos por reconocer que el proceso de la puesta del barril (producto del trabajo humano y la naturaleza) a boca de pozo engloba, apoyados en Marx22, dos cosas: [un proceso de producción y un proceso de creación de valor] Y ahora bien continuando con Marx:

Si comparamos el proceso de creación de valor y el proceso de valorización de un valor existente, vemos que el proceso de valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a partir de un determinado punto. Si éste solo llega hasta el punto en que el valor de la fuerza de trabajo pagada por el capitalista deja el puesto a un nuevo equivalente, estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el proceso rebasa ese punto se tratará de un proceso de valoración.

Por supuesto que el proceso de puesta del barril en boca de pozo y su transporte al mercado mundial [rebasa ese punto], constituye un proceso de valoración prolongado, genera plustrabajo gracias entre otras cosas: a) al obrero colectivo (de dirección, operación e inspección) o a la cooperación obrera, que a tono con Marx23, potencia la fuerza productiva y crea fuerza productiva nueva, [con la necesaria característica de fuerza de masa], y b) como resultado de la tecnología avanzada. La abundancia de este plustrabajo se realiza de cara al dólar o el euro en el mercado internacional, y por supuesto que en el marco de condiciones geopolíticas y económicas no estáticas y favorables.

Así que desde la crítica a la economía política o la economía política del trabajo, el ingreso petrolero tiene como contrapartida al trabajo (socialmente necesario y al plustrabajo o excedente).

Baptista24 pareciera por un momento que intentará acercarse a la idea de la creación de plustrabajo en [el proceso de explotación del petróleo], que como es de esperar [envuelve empleo e inversión] y en el cual reconoce [todo un proceso productivo asociado con su extracción y comercialización internacional. A partir de lo cual afirma que [el aprovechamiento económico del petróleo envuelve la creación de un valor agregado nacional], pero no concreta que sujeto social productor lo crea. Lo que si apunta después Baptista25 es que la historia del negocio petrolero [da claro testimonio de la continua presión ejercida por los propietarios] (privados o estatales) del barril [para captar una creciente porción de valor agregado en calidad de renta]. Tampoco aquí se dice cual es el sujeto social generador de ese [valor agregado].

En coherencia con estas consideraciones de Baptista, cabe señalar que la tradición de la economía política clásica, partiendo de la medida habitual de [los costos de producción], a lo máximo diría que en éstos está contenido el pago del trabajo realizado por el obrero colectivo, el uso de insumos y tecnología en el proceso de extracción y transporte. Y luego le sumaría el porcentaje de ganancia debido a la inversión del poseedor del barril y la carga por impuestos y regalías. Con estas cuentas el medidor clásico llega hasta un punto límite y procede a afirmar, que a partir de tal punto la captación en dólares o euros con la venta barril y de cara al mercado mundial, no es la realización del plustrabajo del obrero petrolero colectivo (fragmentado en trabajo directivo, operativo y de inspección), sino otra cosa. Aquella que tiene como contrapartida la propiedad del barril, con la cual se ejerce presión por captar una mayor porción del [valor agregado], bien por un país o bien por un conjunto de países asociados.

Es relevante señalar que con esta proposición la economía política clásica entra en un gran debate con la economía política del trabajo. Tienen pues la palabra los multiplicadores del enfoque de la economía clásica. Y la cuestión cobra importancia adicional en su tratamiento, porque en Venezuela se vive a partir del año 2006, según el llamado que hizo el presidente Chávez a construir el socialismo, un proceso de transición, que en coherencia con sus objetivos históricos debe ser orientado, entre otros cuerpos teóricos prácticos, por la economía política del trabajo.

A MODO DE CIERRE.

Hay que decir un par de cosas sobre los últimos renglones del subrayado que hemos examinado, en el sentido de que el ingreso internacional:

Es también objeto de distribución entre los diferentes ingresos particulares percibidos de manera normal en la sociedad capitalista.

Primero hay que mencionar que hoy el ingreso objeto de distribución en el caso de la Venezuela, es captado y defendido por el Estado Bolivariano, con base a la argumentación de la economía política clásica, como una renta internacional y no como plustrabajo a ser co-administrado por el Estado y sus productores directos: el colectivo obrero cooperativo. Este es otro debate que se abre.

Segundo hay que tomar como cuestión decisiva en calidad de la transición socialista el cómo distribuir ese ingreso captado internacionalmente, de tal forma que sea asimilado como fuente fundamental de la sostenibilidad del proceso revolucionario y de la organización de la clase trabajadora en el ejercicio histórico de su poder, orientado en su construcción, entre otras luces, por la economía política del trabajo.

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Notas:

1 Baptista, Asdrúbal. En entrevista concedida a Rafael Galicia en el programa de televisión A ocho (8) columnas, que se origina en Maracaibo. La entrevista se realizó en mayo de 2013 en la facultad de Economía de LUZ.

2 Baptista, Asdrúbal. Teoría Económica del capitalismo rentístico. ECONOMIA. PETROLEO. RENTA. IESA, Caracas, 1977.

3 Baptista, Asdrúbal. Obra citada. Páginas 6-7.

4 Baptista Asdrúbal. Obra citada. Páginas 12.

5 Baptista Asdrúbal. Obra citada. Página 13.

6 Marx, Carlos. El Capital, Tomo I, Capitulo I, La mercancía. Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1973. Página 3.

7 Veraza, Jorge. Del reencuentro de Marx América Latina. En la época de la degradación civilizatoria mundial. Ministerio del Poder Popular para la cultura, Caracas, 2001. Página 27.

8 Veraza, Jorge. Obra citada. Página 84.

9 Marx, Carlos. Obra citada. Tomo I. Capitulo XXII: Conversión de la plusvalía en capital, apartado 3: División de la plusvalía en capital y renta. La teoría de la abstinencia. Página 548

10 Marx, Carlos. Obra citada. Página 548.

11 Marx, Carlos. Obra citada. Página 548.

12 Marx, Carlos. Obra citada. Capítulo III, El dinero, o la circulación de mercancías. Página 69.

13 Marx, Carlos. Obra citada. Capítulo III. Página 77.

14 Veraza, Jorge. Obra citada. Página 84.

15 Marx, Carlos. Obra citada. Capítulo III. Página 106.

16 Baptista, Asdrúbal. Obra citada. Página 25.

17 Mommer, Bernardo. Prologo. Obra citada de Baptista. Página XXXIII.

18 Marx, Carlos. Obra citada. Sección tercera. La producción de Plusvalía absoluta. Capitulo V. Proceso de Trabajo y Proceso de Valorización. Página 143.

19 Marx, Carlos. Obra citada. Página 143.

20 Marx, Carlos, Obra citada. Página 148.

21 Marx, Carlos, Obra citada. Página 148.

22 Marx, Carlos. Obra citada. Página 148.

23 Marx, Carlos. Obra citada. Sección IV, la Producción de la plusvalía relativa. Capítulo XI, Cooperación. Página 282.

24 Baptista, Asdrúbal. Obra citada. Página 26.

25 Baptista, Asdrúbal. Obra citada. Página 29

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.