Recomiendo:
0

X aniversario del Golpe de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela

«La revolución no será televisada», una excelente crónica de un golpe de Estado

Fuentes: Rebelión

La revolución no será televisada (Chávez: Inside the Coup, en el original inglés) es un documental del año 2003 acerca de los sucesos de abril de 2002 en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez fue derrocado por un golpe de Estado. Este excelente documental de Kim Bartley & Donnacha O´Briain es un extraordinario relato de […]

La revolución no será televisada (Chávez: Inside the Coup, en el original inglés) es un documental del año 2003 acerca de los sucesos de abril de 2002 en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez fue derrocado por un golpe de Estado. Este excelente documental de Kim Bartley & Donnacha O´Briain es un extraordinario relato de los sucesos ocurridos en la República Bolivariana de Venezuela el mes de abril del año 2002, durante el gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías, quién tras la contundente victoria en unas elecciones democráticas y en el referéndum en el que se aprobó una nueva constitución inició con un amplio respaldo popular el proceso revolucionario que vive el pueblo venezolano.

El 11 de abril de 2002 el Presidente venezolano Hugo Chávez había sido desplazado de su despacho y había sido reemplazado por un nuevo gobierno interino. Lo que de hecho había ocurrido era el primer golpe de Estado latinoamericano del siglo XXI, y el primer golpe de Estado mediático del mundo patrocinado por los medios de comunicación, la cúpula de la iglesia y la patronal, que fue ejecutado por militares de alta graduación.

A partir de testimonios directos de los hechos recogidos durante las 47 horas que duró el golpe, se reconstruyen los tensos momentos vividos por el triunfo del golpe, la represión y el vacío informativo de los días posteriores, y la formidable reacción del pueblo y de jóvenes militares leales, que restituyó al presidente Hugo Chávez Frías en la madrugada del 14 de abril. Tras el fracaso del golpe el proceso revolucionario continuó su marcha.

La oposición, en especial el empresariado, decide dar un golpe de Estado cuando el presidente Chávez aprueba el 10 de diciembre de 2001 un paquete de 49 importantes decretos leyes, esto enfureció a la oposición. La más criticada por ellos fue la ley de tierras (que permite expropiar latifundios) y la ley de Hidrocarburos. Inmediatamente tras esto, los empresarios agrupados en la patronal Fedecámaras, apoyándose de su enorme poder en el país, realizaron una huelga general con la intención de forzar la salida del presidente Chávez, pero fracasan.

El 9 de abril de 2002, los empresarios, la cúpula de la iglesia católica, los sindicatos corruptos (CTV), los partidos políticos que gobernaron en el pasado, y las televisiones privadas de Venezuela, convocan otra huelga general esta vez de carácter indefinido, para forzar nuevamente la renuncia de Chávez. Al tercer día de la huelga, las protestas se convirtieron en disturbios, una marcha contra el gobierno fue desviada de su recorrido ilegalmente hacia el palacio presidencial de Miraflores donde también había una concentración de apoyo al gobierno. Ocurrieron enfrentamientos armados que produjeron heridos y muertos por la presencia de francotiradores, y por la desproporcionada actuación de la policía metropolitana (controlada por un alcalde opositor), que causaron una masacre con decenas de muertos y cientos de heridos entre los partidarios del gobierno de Hugo Chávez.

Un grupo de militares (sobre todos generales y altos oficiales) pidió la renuncia del presidente Chávez, quien fue detenido y trasladado fuera de Caracas, en una rueda de prensa preparada donde hablan de muertos cuando todavía no se había producido ni un sólo disparo. Ese mismo día pudo ser juramentado Pedro Carmona, presidente de los empresarios venezolanos, como presidente interino. Su primer acto oficial fue la disolución del parlamento (Asamblea Nacional), el tribunal supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, y la remoción del Fiscal general, el contralor, y defensor del pueblo. El nuevo gobierno tuvo que enfrentarse inmediatamente con protestas populares que se mantenían firmes a favor de Chávez. Jóvenes militares se sublevaron en Maracay y las protestas populares forzaron la salida de Carmona y el resto de personas ligadas al nuevo gobierno, que tuvieron que escapar del país. El 14 de abril de 2002 Chávez fue liberado de su prisión militar y repuesto como jefe de Estado.

Después del fracaso del golpe de Estado, el 2 de diciembre de 2002 la oposición llama a un paro cívico nacional con el objetivo de paralizar la producción y distribución de petróleo, pero no alcanzaron su objetivo y el paró petrolero fracasó. Tras un largo y complejo proceso de discusión entre el gobierno y la oposición, el presidente Chávez acepta finalmente convocar un referéndum revocatorio de su mandato a la mitad de este como recoge la nueva constitución, el 15 de agosto de 2004. El nuevo triunfo electoral del presidente Chávez con un apoyo popular del 59 % reafirma su mandato y supone un enorme avance en la consolidación del proceso revolucionario venezolano.

La Revolución Bolivariana: Un proceso revolucionario a la sombra de Bolívar

Uno de los aspectos más interesantes en relación al proceso revolucionario venezolano ha sido que ha tomado el nombre del hombre conocido como El Libertador, Simón Bolívar. Líder de la guerra de independencia de Venezuela de los colonizadores españoles a principios del siglo XIX, Bolívar también liberó otros 4 países en América del Sur: Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (así llamado en su nombre).

Inspirado por el ideal republicano de un pueblo soberano decidiendo su propio futuro, Bolívar también tuvo la visión de una Latinoamérica unida e independiente de los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo, y tras una admirable serie de victorias militares, Bolívar fue dejado de lado por las élites locales que tomaron el poder en las repúblicas liberadas y su visión nunca fue materializada. Bolívar murió en 1830.

En los 120 años posteriores a la muerte de Bolívar, Venezuela fue gobernada, con algunas pocas excepciones, por una serie de dictadores déspotas hasta 1958. En enero de ese año, una coalición cívico-militar depuso al entonces dictador Marcos Pérez Jiménez y por primera vez la promesa de una democracia real y una sociedad abierta estaba en puertas para Venezuela. Sin embargo esta promesa fue aplastada cuando los dos partidos mayoritarios, Acción Democrática y COPEI, decidieron compartir el poder exclusivamente entre ellos bajo el acuerdo conocido como ‘Pacto de Punto Fijo’.

Apoyado por el gobierno de los Estados Unidos, la meta del ‘Pacto de Punto Fijo’ era excluir a la izquierda de la vida política, y el bipartidismo en el sistema político caracterizó a Venezuela en los 40 años subsecuentes. Durante el boom petrolero de los años 70, esta estructura política se mantuvo gracias a la corrupción pero después de la caída de los precios del petróleo en los años 80 la crisis del sistema comenzó a ser evidente. Aunque centenares de billones de dólares entraban al país por los ingresos petroleros, la redistribución de la riqueza era desigual, siendo que el 80% de los 23 millones de habitantes de Venezuela se encontraba viviendo en pobreza.

La situación en 1989 era más que crítica. Mientras el pueblo estaba en una situación de pobreza extrema, los casos de corrupción no paraban de saltar. El pueblo estalló y demostró su malestar contra el gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez (AD). Esta protesta masiva fue conocida como el » Caracazo » . El 16 de febrero de 1989 el recién elegido presidente de la República Carlos Andrés Pérez, presentó ante el país un programa de ajustes macroeconómicos, el llamado «paquete económico».

Dado el carácter simultáneo, masivo, sorpresivo y violento de estos acontecimientos, las fuerzas policiales regulares se vieron desbordadas. En vista de la situación, hacia el mediodía del día 28, el presidente ordenó a la Guardia Nacional y al Ejército reprimir los disturbios. Igualmente decretó el estado de emergencia, con lo que quedaron suspendidas un grupo de garantías constitucionales durante los 10 días siguientes. Las Fuerzas Armadas asumieron el control del orden público y se estableció un toque de queda a lo largo del territorio nacional. La mayor parte de las víctimas de la represión resultó a consecuencia de la intervención de la Guardia Nacional y del Ejército en el control del orden público. El 83 % de los muertos no tenía antecedentes policiales. Los datos indican que la causa de la muerte en el 98 % de los casos fue por heridas de armas de fuego. La mayoría de las personas que murieron eran jóvenes, entre estos destacan 38 menores de dieciocho años.

Tres años después del » Caracazo » se pudieron ver claro los resultados del » paquete económico » : un franco deterioro del nivel de vida de la población, particularmente de las capas medias y de los trabajadores y de sus expectativas, a la par que un incremento de la corrupción y la concentración cada vez mayor de la riqueza y del poder en círculos restringidos de los estamentos político, económico y militar, lo que trajo como resultado un descontento generalizado de la población y un divorcio de ella con las instancias del poder, y provocó los acontecimientos del 4 de Febrero de 1992.

Fue dentro de este marco que Hugo Chávez realizó un pronunciamiento militar en febrero de 1992. Durante años Chávez y un grupo de oficiales de las fuerzas armadas, inspirados en sus estudios sobre Bolívar, habían comenzado a definir una filosofía política que llamaron Bolivarianismo. Intentaban resucitar algunos de los valores centrales de Bolívar que según su punto de vista habían sido perdidos en la Venezuela moderna: independencia nacional, autosuficiencia económica, y la ética del servicio publico.

El resultado del fallido golpe del 92 es que Chávez se convirtió en un símbolo popular de resistencia al viejo sistema político, particularmente para los pobres. Después de su puesta en libertad en 1994, Chávez se propuso construir un movimiento político de base amplia, agrupando partidos de izquierda tales como el MAS, Patria para Todos y el Partido Comunista, así como su propio partido el Movimiento Quinta República. Este movimiento emprendió una agenda definida como Bolivariana, inspirada por la visión de Bolívar de una sociedad democrática con derechos reales para todos los ciudadanos.

En las elecciones presidenciales de 1998 Chávez ganó con un 56% de votos, entonces impulso un proceso constituyente para elaborar una nueva constitución para el país. Se llevaron a cabo elecciones nacionales para elegir la Asamblea Nacional Constituyente, donde representantes de los partidos políticos y la sociedad civil escribieron una nueva ‘Carta Magna’, como la llamó Chávez en su momento. Esta nueva constitución fue sometida y aprobada en referéndum popular en 1999.

Uno de los pisos centrales de esta Constitución Bolivariana es su foco en la democracia participativa, la idea de que los ciudadanos deben estar activamente involucrados en el proceso político de toma de decisiones. Para este fin, la constitución permite, dentro de otras cosas, que cualquier funcionario electo por voto popular pueda ser removido de su cargo por referéndum popular cumplida la mitad de su período. El gobierno de Chávez también ha impulsado la creación de los llamados ‘Círculos Bolivarianos’, asociaciones de vecinos y comunidades cuyo foco reside en la educación popular y el activismo. Su objetivo es proveer un espacio para que el pueblo ejerza sus derechos bajo la nueva constitución, como atención médica gratuita y educación, y para exigir la actuación de sus representantes y gobiernos locales cuando existan fallas en su implementación.

Además, cabe destacar que Chávez ha revivido el ideal de Simón Bolívar de unificar a la América Latina, la aspiración a la integración latinoamericana. En cuanto las élites de dichos países se manifiestan sospechosas de la idea, las realidades locales con millones de habitantes desde Chiapas hasta Chile sintiendo los efectos negativos de las políticas neoliberales de Washington, apuntan a pensar que el terreno es fértil para dicha idea. Doscientos años después, El Libertador todavía tiende una larga sombra.

La   revolución   no   será   televisada

Dirección: Kim Bartley & Donnacha O´Briain
País: Irlanda
Título   original: Chávez: Inside the Coup
Año: 2003
Duración: 74 min.
Género: Documental
Productora: Power Pictures 2002
Producción: David Power
Editor: Ángel Hernández Zoido
Producida   en   asociación   con: The Irish Film Board, NPS & COBO, RTE, BBC, ZDF/ARTE, YLE