La ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (LTDTG) de Marx ha sido muy criticada o ignorada como una explicación irrelevante de las crisis en el capitalismo, tanto teórica como empíricamente. Las críticas no proceden de la corriente principal de la teoría economica, que suele ignorar por completo el papel de los beneficios en las crisis. Proceden en parte de los economistas postkeynesianos que consideran la «demanda agregada» como el motor de las economías capitalistas, no el beneficio. Pero los mayores escépticos están en las filas de los economistas marxistas.
Aunque Marx consideraba la LTDTG como «la ley más importante de la economía política» (Grundrisse) y la causa subyacente de los ciclos recurrentes de crisis (El Capital, volumen 3, capítulo 13), los escépticos argumentan que la LTDTG de Marx es ilógica e «indeterminada» como teoría (Michael Heinrich). Y el apoyo empírico de la ley es inexistente o imposible de establecer. En su lugar, debemos buscar una teoría de la crisis en otra parte, ya sea recurriendo a Keynes o amalgamando diversas teorías eclécticas como la «sobreproducción» o el «subconsumo» o la «financiarización», o simplemente aceptar que no existe una teoría marxista de las crisis. En mi opinión, estas críticas han sido contestadas eficazmente por varios autores, entre ellos yo mismo.
Pero dejemos a un lado la validez lógica de la ley y consideremos aquí sólo la evidencia empírica que apoya la fórmula de Marx para la tasa de ganancia del capital en una economía, que es s/C+v, cuando s = plusvalía; C= stock de medios de producción fijos y circulantes y v = valor de la fuerza de trabajo (costes salariales). Los dos puntos clave de Marx sobre la LTDTG son: 1) habrá una disminución secular a largo plazo de la tasa media de ganancia del capital a medida que se desarrolla el capitalismo y 2) el equilibrio de los factores tendenciales y contratendenciales de la ley explica los auges y las caídas regulares de la producción capitalista.