Me resistía a hacerlo, no deseaba comentar el articulo de Eduardo Garzón de La Marea Críticas a la Renta Básica Universal desde la izquierda, publicado en Rebelión el 31/01/2017) porque hay voces mucho más cualificadas que la mía para hacerlo[1], pero me decido debido a que hace una crítica desde la izquierda, afirmación/identificación con la […]
Me resistía a hacerlo, no deseaba comentar el articulo de Eduardo Garzón de La Marea Críticas a la Renta Básica Universal desde la izquierda, publicado en Rebelión el 31/01/2017) porque hay voces mucho más cualificadas que la mía para hacerlo[1], pero me decido debido a que hace una crítica desde la izquierda, afirmación/identificación con la que pienso que se agrega más confusión a quienes lo leen desde una posición bienintencionada.
Yendo al meollo de la crítica del artículo que ahora contesto, este se desarrolla enumerando 6 puntos. Comentaremos brevemente cada uno de ellos:
1) Efectivamente, la RB se canaliza desde y en capitalismo, y es dentro del capitalismo que se reciben prestaciones -recordemos que somos todos los que las pagamos, no nos lo regalan- como la sanidad y, una para nada neutra, educación o enseñanza, por las que no nos pagan (si no se consigue beca), pero aducir esto para reclamar ingresos en especie implica que la gente reciba caridad (Caritas da especies para la subsistencia). Seguimos con la cantinela de gran parte de los políticos según la cual, la gente es tan irresponsable y menor de edad que tendera a gastarse (650 euros dice) en ¿lujos? ¿Es que esos ingresos en especie no se canalizarían a través del mercado capitalista? ¿De dónde saca que la renta en especie es colectiva y democrática, feminista y ecológica, cuando seguimos en el sistema capitalista?
2) En este punto la crítica es porque la RB no puede obligar a tener compromiso social a los que la reciben. Efectivamente, la RB solo es un ingreso de supervivencia que no puede plantearse discriminar por catadura ética, como tampoco se le pide al trabajador actual que la tenga con respecto a los demás y lo social (con respecto al trabajo sí), pero se lleva el discurso al límite cuando habla de trabajo garantizado. Esta figura no solo no es factible -las TIC lo hacen imposible- en este capitalismo, pero es que el capitalismo nunca ha garantizado el trabajo, siendo más correcto decir que reclamarse del derecho al trabajo[2] es apoyar objetivamente al capitalismo que se nutre del mismo.
3) Este tercer punto es una mezcla de clase de economía política y lamento porque trabajadores y pequeños empresarios puedan escoger librarse de un trabajo con el que malviven y les esclaviza. Liberarse de la esclavitud del trabajo es correcto, y que la RB pueda (este condicional lo repite en varios puntos) provocar inflación no es inquietante para nada. La inflación la crean los grandes cuando quieren y a su antojo. Ahora mismo, el incremento de precios de la luz y el gas hace que en España la inflación este en una tasa interanual del 3%. Recordemos que el capitalismo siempre incrementa el precio de los productos y servicios en cuanto puede.
4) Este punto, también con el «puede» como bandera, es la vuelta de la tortilla. Los trabajadores pueden no verse obligados a cambiar de trabajo por comodidad o interés y los empresarios bajar los precios del trabajo. Los empresarios ¡YA! han bajado los salarios.
5) Decir que la RB no es incondicional en no saber qué significa la palabra, por lo menos si nos referimos a la percepción de la renta. Que los más ricos paguen impuestos (recordar que los grandes capitales solo pagan un 1% de los ingresos declarados, mientras trabajadores y pensionistas para salarios/pensiones que rondan los mil euros netos pagan en torno al 10,50 %) no quiere decir que no reciban su RB exactamente como todos. Luego se cuadrará todo con la declaración de la renta, que por cierto, tampoco es neutra.
6) Este punto lo deriva a costes administrativos. ¿De verdad? No voy a comentarlo, solo decir que me parece que la preocupación por este tema es residual y simple ejercicio de economía política.
Hecho el repaso de los puntos, si deseo expresar mi asombro por este tipo de artículos ideológicos. A todo lo largo del mismo florece el deseo de continuar con la ética de trabajo existente y continuar con la economía existente, la que es posible y está bien vista. Que todo continúe igual exceptuando que el 20% de la población (dice él), lo más pobres de los pobres, puedan cobrar una renta de inserción.
Recordar que la RB no solo elimina la pobreza y elimina la necesidad imperiosa de encontrar trabajo que no te libera de ser pobre y esclavo, sino que destruye la dependencia económica que el patriarcado ha impuesto a las mujeres (y menores) durante milenios.
Siempre ha existido un racionalismo económico entendido como necesidad de supervivencia, pero el capitalismo consigue llevar este racionalismo a la situación en la que el interés de apropiación de riqueza por unos pocos se normaliza en el pensamiento de los que son utilizados/consumidos. Si decimos que la filosofía es el ¿Por qué?, y la ética (no la que debería ser, sino la que hay) una racionalización de los actos humanos, está claro que dicho racionalismo económico encauza la práctica de los comportamientos hacia el interés egoísta de los poderosos.
¿Esta es una mirada de izquierda? Cada cual es libre de autodenominarse como quiera, pero si el escrito comentado es de izquierda, me pregunto ¿de qué izquierda? Es verdad que la socialdemocracia capitalista también se define como de izquierda aunque por política y ética no lo sea, pero como yo no doy carnets no diré más, excepto que no me identifico con ese discurso que pienso que confunde y tiene aires conservadores.
Notas :
[2] https://carlosgosto.files.wordpress.com/2016/02/la-negativa-al-trabajo-asalariado.pdf
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.