William E. Izarra
La Unidad de Batalla Electoral es la esencia de Maisanta. Creada bajo la óptica del Presidente, líder del Proceso, la UBE está llamada a convertirse en el germen de lo que será el Frente Nacional de Fuerzas Políticas y Sociales. La UBE es el punto de inicio de la ³metódica desde abajo². El Presidente ha sido claro e insistente. La UBE no es una partícula de poder de las organizaciones políticas para su promoción. No es tampoco una estructura cupular para usufructuar el mando. No obstante, parece que las palabras del Presidente han entrado por un oído y salido por el otro. Las UBE son el poder popular. Las UBE es la estructura que iniciará la nueva fase del Proceso, una vez ratificado el Presidente. La nueva dimensión de la revolución Bolivariana que arrancará el 16 de agosto, repotenciado el liderazgo de Hugo Chávez y proyectado exponecialmente como cabeza de los movimientos emancipadores de América Latina, se sustentará en dos pilares básicos: ideología revolucionaria y Frente Nacional. He allí la importancia de las UBE y, más aún, que sus ductores lo puedan entender.
A las UBE tienen que concurrir todas las organizaciones, formales e informales, que respaldan al presidente y que se identifican plenamente con el Proceso. No pude ninguna de ellas quedar por fuera. No puede tampoco ninguna organización política asumir su control de manera restringida. La conducción de la UBE no es nombrada. El Presidente es cada vez más específico, tal como lo señalo en su último ³Aló Presidente² del domingo 11. La coordinación de las UBE las determina el conjunto de elementos que la constituyen. Su dirección nace de los acuerdos y decisiones que de su mismo seno se produzca. Por eso es que esta metódica es desde abajo. No hay injerencia de las estructuras formales, sea regional o municipal. He ahí la esencia del poder popular. He ahí la convergencia del pueblo que va a ratificar a su Presidente. Este evento al que nos conduce la Batalla de Santa Inés, tiene una sola misión: Ratificar al Presidente. No hay otra razón de su existencia. Las UBE han sido creadas para batir al adversario y reafirmar a Hugo Chávez. Por lo tanto, en el mes que nos queda de campaña, las UBE que no han acogido las instrucciones del Presidente, tienen que rectificar su rumbo y acoger la línea que él ha establecido.
En el tiempo político treinta días es suficiente para corregir leves desvíos. El espíritu bolivariano que acompaña a los auténticos revolucionarios debe permitir la amplitud de conciencia para estimular la fuerza popular. No es tiempo de rivalidades electorales regionales. Ahora, este instante decisivo, solo cuenta Hugo Chávez. Y el pueblo, ese que protagonizó el 13-A, tiene la plena voluntad de volver a respaldar incondicionalmente a su Presidente. No puede entonces una interpretación errónea de la organización formal, alejar o excluir a la multitud que da la vida por el líder del Proceso.
Cumplida la misión, ratificado el Presidente e iniciada la nueva fase del Proceso, la metódica de las UBE pasará a ser referencia válida en los pasos iniciales que dará el Frente Nacional. Estructura que le dará el sustento político, orgánico y unitario a todas las fuerzas revolucionarias. Su constitución reflejará lo que en esencia busca el poder popular de la revolución.
Es tiempo de luchar exclusivamente por Chávez. Los treinta días que faltan congelemos nuestro yo. Excluyamos nuestras expectativas personales. Dejemos en el ³escaparate² nuestro individualismo y ambiciones de mando. Seamos consecuente con un hombre que ha luchado con tesón, de manera incansable e inimitable, por el cambio de estructura de la sociedad venezolana. Respaldemos, con auténtica devoción, a quien se ha sabido ganar el espacio glorioso de ser el líder del Proceso Bolivariano. Seamos generosos y humildes. Esta es la hora de pagar las deudas acumuladas. Entreguémosle al Presidente nuestra energías para cumplir con precisión lo que él nos exige a fin de ganar la Batalla de Santa Inés.