Los primeros Encuentros para una Europa de la Cultura, celebrados en París con la asistencia de casi 1.000 artistas e intelectuales de los 25 países de la UE, concluyeron ayer con un alegato en favor del Tratado Constitucional que deberá «consagrar el principio de excepción cultural» que todo el mundo defiende, según aseguró el presidente […]
Los primeros Encuentros para una Europa de la Cultura, celebrados en París con la asistencia de casi 1.000 artistas e intelectuales de los 25 países de la UE, concluyeron ayer con un alegato en favor del Tratado Constitucional que deberá «consagrar el principio de excepción cultural» que todo el mundo defiende, según aseguró el presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Durao Barroso, en su discurso de clausura.
El presidente en ejercicio de la UE, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, aprovechó su intervención para defender la propuesta de creación de una biblioteca digital europea destinada a competir con el gigantesco programa de digitalización de libros lanzada por el norteamericano Google. También se declaró favorable a un aumento sustancial del presupuesto cultural, calificó el actual presupuesto cultural europeo (el 0,12% del total) de «mediocre e insignificante» y señaló que «traduce mal las ambiciones culturales de la nueva Constitución».
La biblioteca digital europea es un proyecto francés al que se han sumado otros países europeos como Alemania, España, Hungria, Italia y Polonia. Por su parte, la Comisión europea anunció en Bruselas que recomendará a los Estados miembros que estimulen la digitalización del patrimonio facilitando las asociaciones de capital público y privado para este tipo de proyectos.
«Nuestras bibliotecas, nuestras peliculas, nuestra memoria televisiva y sonora, no sólo deben ser salvaguardadas sino también mejor explotadas con fines culturales, de educación, información e investigación», destacó la comisaria europea para la Sociedad de Información y de los medios de comunicación, Viviane Reding. Una declaración que fue acogida con una verdadera ovación por los participantes de los encuentros de París.
UNIDAD Y DIVERSIDAD
Al igual que Juncker, los casi 1.000 intelectuales que participaron durante dos días en los debates celebrados en la Comedie Française insistieron esencialmente en la necesidad de que se reconozca de una vez por todas que «la cultura no es un producto comercial sino una actitud ante la vida». La unidad en la diversidad es además el lema en torno el cual se alcanzó el consenso para definir lo que debe ser en el futuro la Europa cultural.
«Estar juntos y seguir siendo los mismos», fue la voluntad expresada por personalidades tan diversas como los cineastas Costa Gavras e Isabel Coixet (ver discurso), la cantante Teresa Berganza y la actriz Jeanne Moreau. El último de los debates de la tarde de ayer tenía como título Por una Europa basada en la cultura. El mismo espíritu inspiró el llamamiento que los partipantes hicieron al final de los encuentros, los primeros de este tipo, que de manera simbólica firmaron los ministros de Cultura de un total de 15 países de la Unión presentes en la sala.
El documento recoge varias medidas concretas para fomentar la producción y los intercambios, así como todo tipo de iniciativas en campos diversos como el arte, la danza, la música, el cine, la literatura e incluso las ciencias.