La violencia desatada desde el 12 de febrero del 2014 en Venezuela que comenzó como protestas estudiantiles en una marcha autorizada por el gobierno que preside el presidente constitucional Nicolás Maduro, se sustentó en un solo objetivo; exigir la «salida» del mandatario venezolano, no en demandas de mejoras para los estudiantes, nadie llevaba un pliego […]
La violencia desatada desde el 12 de febrero del 2014 en Venezuela que comenzó como protestas estudiantiles en una marcha autorizada por el gobierno que preside el presidente constitucional Nicolás Maduro, se sustentó en un solo objetivo; exigir la «salida» del mandatario venezolano, no en demandas de mejoras para los estudiantes, nadie llevaba un pliego de reclamos de mejoras para este sector del país. El verdadero trasfondo de estas acciones planificadas por la derecha y EEUU era generar acciones de calle bajo el «cliché» de marchas pacificas de estudiantes, donde el verdadero objetivo era desarrollar acciones de violencia terrorista, generando en la sociedad democrática venezolana lamentables perdida de seres humanos, ya que 29 ciudadanos de esta nación han sido asesinados y miles heridos, en su mayoría de la Guardia Nacional (GN) y la Policía Nacional (PN). Es bueno significar que 4 de los funcionarios de la GN asesinados, fueron ultimados por francotiradores profesionales.
Parte de estos hechos de violencia contra la democracia venezolana fueron presentados e n Ginebra, Suiza, en el XXV Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde la Fiscal Ortega informó que «…del total 359 lesionados, 250 corresponden a civiles y 109 son efectivos policiales y militares, cuatro miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) fallecieron producto de impactos de bala y 21 fueron lesionados por armas de fuego».
A lo que agregó Ortega «Esto nos evidencia que las manifestaciones no han sido pacíficas, sino violentas, ya que las autoridades han incautado 25 armas de fuego, más de 200 artefactos explosivos entre bombas molotov y C4».
Como parte del informe, la Fiscal Ortega, señaló que «se han registrado daños a múltiples instituciones públicas y privadas, se produjeron daños a la integridad física de las personas, al haber encerrado a muchos venezolanos en sus hogares, pues dejan de realizar sus actividades porque les obstaculizan el libre tránsito, y atemorizan a la población».
La ultraderecha venezolana no quiere dialogar y apuesta a la violencia
Hay parte de la letra de una canción popular que dice «la historia vuelve a repetirse» que marca claramente los quince años del gobierno bolivariano, desde el año 1999, donde se logró la aprobación de la nueva Constitución Bolivariana mientras la derecha desarrolló su estrategia desestabilizadora. Los ataques se centraron contra el presidente Hugo Chávez, comandante eterno de este proceso revolucionario, desde el 2001 la derecha dio paso a la fase más violenta: un golpe de estado, un paro empresarial con la destrucción de las refinerías de la empresa venezolana PDVSA, acciones violentas y terroristas de calle denominadas por este sector como «Guarimbas», en el 2004 pidieron un referéndum revocatorio al presidente Chávez, el que salió triunfante con el 66% de los votos. De 19 elecciones se han ganado 18, solo se perdió la propuesta de una enmienda a la constitución nacional.
En esta nueva fase la derecha, bajo la batuta de EEUU, consideraró que con la muerte del presidente Chávez había llegado el fin del proceso bolivariano. No reconocieron las elecciones democráticas donde salió electo Nicolás Maduro por más de 300 mil votos y nuevamente activaron la violencia el 14 de abril del 2013, generando más de una decena de ciudadanos asesinados y la destrucción de bienes del estado. Después definieron las elecciones de diciembre 2013 como un referéndum revocatorio al mandatario venezolano, tesis auspiciada por el candidato de la derecha Henrique Capriles, pero fueron derrotados por un 56%, con un millón trescientos mil votos, lo que desmonto una nueva intentona desestabilizadora.
Ante esa realidad solo la mentira instaurada en la mente de sectores irracionales, concibe una salida antidemocrática, ante su incapacidad de tener una mayoría de votos. ¿Bajo qué concepto de sociedad puede darle el paso a la violencia terrorista, como modelo de relación humana en la sociedad venezolana? Sólo el fascismo ha construido sociedades enfermas, donde la violencia y la segregación llevaron a las mayorías populares a la miseria. Esa es la sociedad de los golpistas, que califican al pueblo de «tierrudos», «pata en el suelo», o «ignorantes», olvidándose que millones de esos «clase medieros» vienen del mestizaje (como en toda América Latina).
La política intervencionista de EEUU se ha desatado en el Siglo XXI
Hoy la sociedad humana vive al borde de la guerra o la autodestrucción, ante las acciones de un modelo unipolar, donde una sola potencia imperialista -EEUU- ha llevado a la muerte a millones de ciudadanos en el mundo. Las guerras desarrolladas en Libia, Siria, demostraron los nuevos mecanismos de guerra de Cuarta Generación, donde las cadenas de medios privados de prensa, actúan como avanzadas militares, bombardeando con mentiras y creando una falsa imagen de cualquier nación para que sea intervenida. Irak en el siglo XX, fue el foco de esa estrategia, donde el gobierno de Bush afirmaba la existencia de «armas químicas de destrucción masiva». Esta nación fue arrasada y nunca aparecieron esas armas.
La segunda etapa de esta guerra colonialista es que luego de la acción de estos medios se aplica la intervención de mercenarios, terroristas, que apoyan a sectores opositores de derecha, aplicando una estrategia de tierra arrasada, asesinando a seres humanos y destruyendo la infraestructura de cada nación. Si logran su objetivo como en Libia, ponen un gobierno títere vinculado a las trasnacionales de EEUU y Europa (OTAN), para «reconstruir» y apropiarse de los recursos o lograr el control de un área estratégica. Un ejemplo es Siria, que ha sido concebida como una frontera contra Rusia. Bajo ese mismo objetivo desestabilizaron a Ucrania, para intentar cercar a un país con capacidades de desarrollo, que junto a China ha logrado acuerdos con naciones de África y América Latina.
En esta estrategia de gendarme del Mundo EEUU, viola los acuerdos internacionales, viola los derechos humanos, deja manos libres a los narcotraficantes de droga en su propia nación, aplica su Ley Patriota para investigar y detener a sus ciudadanos sin derecho a Habeas Corpus, detiene y golpea a estudiantes, aplica el racismo en varios de sus Estados, realiza operaciones a nivel mundial con funcionarios de la CIA, tiene cárceles fuera de su territorio, aplica torturas para obtener información legalmente. Todos delitos de lesa humanidad, acciones que lo desacreditan legalmente para ser garante de una sociedad humana, ellos solo aspiran al control de un mundo globalizado, a sus ganancias, sin importar los costos de vidas, de culturas ancestrales, solo el capital y la apropiación de los recursos de la humanidad.
Publicación Barómetro 20-03-14
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