Se ha dado por un hecho la venta de la CANTV al magnate mexicano Carlos Slim, lo cual no es del todo cierto. ¿Y por qué sucede tal cosa? porque como siempre la poca o ninguna investigación en algunos casos y los intereses ocultos en otros, sencillamente han difundido una «nota de prensa», ambigua, con […]
Se ha dado por un hecho la venta de la CANTV al magnate mexicano Carlos Slim, lo cual no es del todo cierto. ¿Y por qué sucede tal cosa? porque como siempre la poca o ninguna investigación en algunos casos y los intereses ocultos en otros, sencillamente han difundido una «nota de prensa», ambigua, con toda la intención de hacer el menor ruido posible en las negociaciones que Slim viene haciendo desde 2005 para apoderarse de la CANTV.
Como es del conocimiento de algunos, de acuerdo a nuestra legislación primero hay que entrar en una Oferta Pública de Adquisiciones (OPA) es decir, vamos a ver si hay otros interesados en comprar las acciones que Verizon posee y decidió vender. Ellos saben que hay otros interesados y ese es su temor, razón por la cual quieren hacer ver que la transacción o compra se realizó.
¿Quienes son esos otros posibles compradores interesados? Por lo pronto hablemos del comprador que más beneficiaría a Venezuela: el Estado venezolano, que además por derecho natural, tiene la primera opción de compra de esta empresa. Y, tiene el deber de garantizar la seguridad nacional que se pone en entre dicho si permite que, una empresa tan importante siga en manos del capital extranjero, cuyas relaciones alcanza a poderosos intereses transnacionales de la telecomunicaciones que, en gran medida llevan adelante la campaña de descrédito contra nuestro país.
Las implicaciones de esta venta y lo que se pone en juego para Venezuela, es más que una compañía telefónica. Estamos hablando de la empresa que sostiene y administra la plataforma tecnológica de comunicaciones más importante del país. La empresa por donde se transmite la mayor cantidad de datos e información del Estado Venezolano. Solo pensemos en manos de quien estan los sistemas de comunicación de empresas como PDVSA, las comunicaciones de los servicios de seguridad de Venezuela o la transmisión de datos de las elecciones de diciembre del 2006. Por cierto, Telmex, es decir Carlos Slim, tiene un caso serio de espionaje telefónico en México, que incluso puso a pensar al gobierno Colombiano, que de inmediato canceló una operación de compra del 50% de la empresa estatal de telefonía fija por parte de este magnate, entonces el gobierno colombiano dijo que era inviable, abriendo seguidamente una subasta pública, luego extrañamente se habló de cuestiones de «precio» y nuevamente Slim quiere comprar a Telecom.
Podríamos seguir escudriñando en el asunto y de seguro nos escandalizaríamos. Porque Carlos Slim tiene relaciones e intereses compartidos con hombres como Gustavo Cisneros, socios en Univision, «el primer grupo audiovisual hispano de EEUU». Los dos, Slim y Cisneros junto a otros pocos dueños de media América latina, se reunieron el año pasado en México, dizque para buscar la manera de contrarestar la pobreza y generar el desarrollo social en nuestros países pero, la verdad es que allí se habló de detener los procesos revolucionarios que se están extendiendo por todo el continente, o para decirlo con las palabras de un articulista mexicano para «coordinar sus estrategias y hacer frente a la ola populista en los gobiernos locales».
Hay que decirlo con mayúsculas, la venta de la CANTV a Slim es una AMENAZA A LA SOBERANIA Y LA SEGURIDAD DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Y en este momento, es al Presidente a quien me interesa llamarle la atención sobre este asunto que, él mejor que nadie lo sabe pero no está demás decirlo en voz alta. Recordemos que cuando el Referendo, el Presidente tuvo que enviar un claro mensaje a los jefes de Gustavo Roseen para que no se equivocaran en intentar sabotear o cambiar los resultados de aquellas elecciones. También lo digo porque hay dentro, fuera y alrededor del gobierno pequeños lacayos interesados en que el Estado no compre, o como dicen estos expertos señoritos no entre en la puja por la compra de la CANTV. Un ejemplo de esto es que la CANTV todavía no la ha comprado Slim, sin embargo los medios de comunicación siguen afirmándolo, lo cual es parte de una campaña de humo.
No entre aquí a hablar de las cifras multimillonarias que se están moviendo o los miles de millardos que posee Slim, su «buen olfato» para los negocios, los millones de clientes y sus líneas fijas o móviles, ostentando uno de los mayores monopolios de las telecomunicaciones en América Latina, para no distraerlos del problema central: LA VENTA DE LA CANTV ES UNA CONSPIRACIÓN CONTRA NUESTRO PAÍS Y SU PROCESO DE CAMBIOS.