Más nunca será callada la voz y la verdad de los pueblos. Para el mandatario venezolano, en la plenaria de clausura de la XVIII Cumbre Iberoamericana simplemente expresó la verdad en la que cree Prensa Presidencial (10.11.07) «El Rey es tan jefe de Estado como soy yo. Sólo que yo he sido electo tres veces […]
Más nunca será callada la voz y la verdad de los pueblos. Para el mandatario venezolano, en la plenaria de clausura de la XVIII Cumbre Iberoamericana simplemente expresó la verdad en la que cree
Prensa Presidencial (10.11.07) «El Rey es tan jefe de Estado como soy yo. Sólo que yo he sido electo tres veces con 63 por ciento. Somos iguales, jefes de Estado igual. Somos tan jefes de Estado el indio Evo Morales como el rey Juan Carlos de Borbón y yo».
Así les comentó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, a los periodistas que cubren la entrega del Doctorado Honoris Causa en Ciencias Políticas que le entrega la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (Arcis) de Santiago de Chile al mandatario venezolano.
El intercambio de ideas entre el presidente Chávez y el jefe de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, acaparó la atención de los medios de comunicación social que seguían la plenaria de la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en el llamado Espacio Riesco de Santiago, capital del país austral, tal vez porque en este tipo de foros, aunque parezca contradictorio, resultan atípicos los debates.
El presidente Chávez analizó el pasado reciente al calificar al ex jefe de Gobierno de España, José María Aznar, como un fascista, pues para nadie es un secreto que Aznar al igual que el Gobierno de Estados Unidos conocían del golpe de Estado perpetrado en Venezuela en abril de 2002. Estas palabras fueron calificadas como una ofensa por el actual jefe de Gobierno del Reino de España, Rodríguez Zapatero.
Para el mandatario venezolano el Gobierno de Venezuela se reserva el derecho de responder a cualquier agresión en cualquier espacio y momento, además de que un juicio a los hechos pasados no debe ofender a nadie, y en este caso a los españoles.
Para el presidente Chávez, quien aseguró no haberse dado cuenta de la molestia del jefe de la Casa Real Española, «ningún jefe de Estado puede estar mandando a callar a otro. Yo no lo oí (sin embargo), yo sólo estaba diciendo la verdad en la que creo».
Los periodistas consultaban al presidente Chávez sobre las expresiones del jefe del Gobierno español, las cuales, aseguró el mandatario, sí oyó y fueron respondidas en las dimensiones requeridas.
La respuesta no satisfizo a los representantes de los medios, pues aseguraban que durante la conversación el micrófono del mandatario venezolano no estaba abierto, resultando inaudible sus palabras, pero el líder de la Revolución Bolivariana aseguró que no iba a hablar a las puertas de un centro de estudios superiores lo que allí ocurrió, sobre todo porque son asuntos que corresponden a la agenda entre jefes de Gobierno.
Aseguró que no se marcha de Chile molesto con nadie, «todo lo contrario, me voy brillando. Si yo no hubiese dicho lo que dije me voy con el alma cargada; en realidad me voy en paz conmigo mismo. Y yo lo digo con respeto y citando a José Gervasio Artigas: «Con la verdad ni ofendo ni temo». La verdad en la que yo creo la diré delante de reyes, de imperialistas, de quien sea; allá los que se molestan».
Dijo además que habla a nombre de millones, millones que quizás hoy son polvo, son recuerdos, pero recuerdos de dignidad.
«Los imperios quisieran que nosotros nos calláramos, pero no nos vamos a callar más. Nadie nos va a callar».