Nadie hoy puede creer esa patraña de que EL PAIS es un ejemplo a seguir, el supremo garante de la libertad de prensa, con los mejores estilo y código ético. Nada más lejos de la realidad: hoy, martes 12 de junio de 2007, EL PAÍS se ha destapado -una vez más- como lo que realmente […]
Nadie hoy puede creer esa patraña de que EL PAIS es un ejemplo a seguir, el supremo garante de la libertad de prensa, con los mejores estilo y código ético. Nada más lejos de la realidad: hoy, martes 12 de junio de 2007, EL PAÍS se ha destapado -una vez más- como lo que realmente es: un panfleto de propaganda militar, esta vez al servicio de la oposición golpista contra el presidente Hugo Chávez.
Nunca antes el periódico estrella del grupo PRISA se había atrevido a tanto: de la mano de Robert Ménard y Benoît Hervieu, en tribuna, en la página 12, dentro de la sección de «Internacional», y bajo el ostentoso título de «Hugo Chávez o el advenimiento de una monarquía mediática», EL PAIS se desmelena, haciendo uso de todos los tópicos creados y repetidos por el Goebbles de turno de la derecha venezolana, todo un alarde de ignorancia sincronizada, una lección magistral de odio político.
En menos de quinientas palabras, los autores despotrican a sus anchas sobre la realidad social de un país que visiblemente ignoran, haciéndose eco del argumentario más neoliberal y ultra conservador de los sectores golpistas de la oposición venezolana.
Es triste ver como un periódico como EL PAIS se atreve a insultar con tan poco disimulo la inteligencia de sus lectores, brindando su espacio divulgar las tesis de los instigadores del golpe de Estado de 2002.
Es impropio de un medio de comunicación serio, faltar tan gravemente al respeto de un representante electo en las urnas, y más vergonzoso aún, exponer deliberadamente una sola versión del conflicto, negando al lector la posibilidad de evaluar las distintas posiciones y alcanzar su propia opinión. No, estamos en España, y aquí hace ya tiempo que el debate inteligente dejó de importar. En España hace más de setenta años que política y rigor son irreconciliables.
Detalles como entrecomillar la palabra Bolivariano, reproducciones descontextualizadas de frases aisladas de los discursos del presidente Chávez, referencias al pasado empleo militar del ahora comandante en jefe de las FAN, generalizaciones entremezcladas de noticias relativas a casos distintos (RCTV y Globovision), descalificaciones inconcretas al informativo presidencial Aló Presidente, cifras erróneas sobre el número de ocasiones en las que el Ejecutivo ha intervenido en los medios de comunicación… y en general, un interminable rosario de medias mentiras y medias verdades, conforman el cuerpo informativo de la ignominia publicada hoy en EL PAIS.
Especialmente curioso es el hecho de que los autores, en su cerril intento de descalificar el sistema mediático de la República Bolivariana de Venezuela lo tilden de ser una ‘monarquía’. No deja de ser gracioso, utilizar precisamente la voz ‘monarquía’ para describir lo que quieren presentarnos como el grado máximo de todo lo injusto. ¿’Monarquía’ dicen? Quizá sería mejor que invirtieran su tiempo en iniciar un debate político sobre la forma de gobierno de España -esa sí que es una ‘monarquía’- y dejaran en paz el pacífico proceso de revolución social experimentado por Venezuela en los últimos años.
Dice el libelo reproducido hoy en EL PAIS, que Hugo Chávez distingue entre golpes de Estado buenos y golpes de Estado malos. Me pregunto yo cómo calificarían Ménard y Hervieu el golpe de Estado que dio el poder a la persona que más tarde designaría a Juan Carlos Borbón… ¿’Cruzada contra los rojos’, ‘mano dura’, ‘mal menor’?
Al final, la verdadera cuestión -por supuesto, ocultada por EL PAIS-, es muy simple: ¿es lícito abusar de la libertad de prensa para alentar y enaltecer un golpe de Estado contra el sistema constitucional democrático y de derecho?
Desde luego, EL PAIS es libre de informar como mejor crea, es libre de divulgar las opiniones que estime más adecuadas al modelo de línea editorial que desee proyectar, tan libre, como nosotros de sentir vergüenza ajena por sus contenidos, o pensar con calma, si debemos o no comprarlo alguna vez más.
Huele a azufre en EL PAIS.
____ Referencia: el artículo «Hugo Chávez o el advenimiento de una monarquía mediática». http://www.elpais.com/articulo/internacional/Hugo/Chavez/advenimiento/monarquia/mediatica/elpporopi/20070612elpepiint_18/Tes