Ante la declaración de los líderes del G8 sobre seguridad alimentaria global publicada el pasado martes en Hokkaido, Yoshitaka Mashima, líder rural miembro de La Vía Campesina, afirmó no entender «cómo los líderes del G8 pretenden solucionar la crisis alimentaria con más libre comercio, visto que es la liberalización de la agricultura y de los […]
Ante la declaración de los líderes del G8 sobre seguridad alimentaria global publicada el pasado martes en Hokkaido, Yoshitaka Mashima, líder rural miembro de La Vía Campesina, afirmó no entender «cómo los líderes del G8 pretenden solucionar la crisis alimentaria con más libre comercio, visto que es la liberalización de la agricultura y de los mercados de alimentos lo que nos está llevando a la crisis actual.
«Para protegerse de la inestabilidad de los mercados mundiales, la población debe consumir comida local. No necesitamos más comida importada», agregó.
En una conferencia de prensa celebrada el miércoles (foto), los líderes campesinos afirmaron que los gobiernos del G8 están utilizando la actual crisis alimentaria y climática para promover un programa de libre comercio «que beneficia a las grandes empresas en vez de a los productores o consumidores». La declaración de los líderes del G8 «insiste en reanimar las negociaciones moribundas de la OMC, y en impedir que cada país regule la exportación de alimentos».
Sin embargo, agrega Vía Campesina, «los pequeños campesinos y campesinas de todo el mundo han experimentado los efectos devastadores de las políticas de libre comercio y de la OMC en sus vidas y en la producción local de alimentos. Defienden el derecho de cada país a proteger sus mercados locales, a apoyar la agricultura familiar sostenible, y a comercializar los alimentos en el lugar en el que se producen».
Los líderes campesinos resaltan que la declaración del G8 tampoco menciona dos de las causas principales de la actual crisis de precios de los alimentos: la especulación por parte de grandes comerciantes y empresas transnacionales, y el desarrollo de agrocombustibles como nueva fuente de energía. «Es importante tener en cuenta que estas causas profundas de la crisis alimentaria son consecuencia de las políticas neoliberales que promueven los gobiernos del G8, la OMC, el Banco Mundial y otras instituciones», recuerda Vía Campesina.
Así mismo, subraya que el G8 también promueve explícitamente una nueva revolución verde en África (la iniciativa AGRA) y el uso de organismos genéticamente modificados como solución a la crisis alimentaria: «El desarrollo de la agricultura industrial, que utiliza semillas transgénicas, grandes cantidades de pesticidas y abonos químicos y se basa en monocultivos, ha sumido a millones de campesinos en la deuda, además de dañar las tierras debido a la contaminación química», asegura.
«A los pequeños campesinos se les expulsa de sus tierras y se les sustituye por grandes agronegocios. Este modelo de producción y distribución de alimentos se basa en el uso intensivo de combustibles fósiles y contribuye claramente a la crisis climática», añade Vía Campesina.
La declaración del G8 habla de «promover la agricultura de pequeños terratenientes». Al respecto, Mashima se preguntó «cómo las naciones más ricas del mundo piensan apoyar a los pequeños campesinos, si ni siquiera les permiten entrar en los países en los que se reúnen». Recordó a propósito que diecinueve campesinos coreanos de la red internacional La Vía Campesina fueron deportados desde el aeropuerto de Hokkaido el 5 de julio, tras pasar 48 horas detenidos, bajo pretexto de que «podían perturbar las reuniones oficiales».
«Los campesinos y pequeños productores de alimentos actualmente producen la mayor parte de los alimentos del planeta. Promueven la producción local de alimentos a pequeña escala para los mercados locales, lo que crea empleo y protege la salud de los consumidores y el medio ambiente, respetando las diversas culturas y comunidades. No se encontrará solución ninguna a la crisis actual sin escuchar las voces de los campesinos», finaliza la organización.