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Según apunta una organización no gubernamental

La violación de derechos humanos sigue impune en Brasil

Fuentes: Radioagencia NP

 (1’40» / 392 Kb) – Las violaciones de derechos humanos en Brasil son raramente llevadas a juicio. La denuncia consta en el documento publicado recientemente por la organización no gubernamental internacional Human Wrights Watch. La institución resalta que, a pesar de que la legislación brasileña considera que los delitos contra los derechos humanos son crímenes […]

 Clique aqui para ouvir(1’40» / 392 Kb) – Las violaciones de derechos humanos en Brasil son raramente llevadas a juicio. La denuncia consta en el documento publicado recientemente por la organización no gubernamental internacional Human Wrights Watch. La institución resalta que, a pesar de que la legislación brasileña considera que los delitos contra los derechos humanos son crímenes de jurisdicción federal, la impunidad predomina en Brasil.

La constitución permite que ciertas violaciones de derechos humanos sean transferidas del nivel estadual al sistema de justicia federal, para investigación y juicio. O sea, si una persona es condenada en un tribunal de jurisdicción federal no es posible apelar por una nueva sentencia en otra instancia. Teóricamente, esto permitiría una mayor severidad en el análisis de los casos. Sin embargo, el informe apunta que, hasta hoy, no fue realizada ninguna transferencia.

El documento habla de la impunidad en el juicio a las Fuerzas Armadas brasileñas por los crímenes cometidos durante la dictadura militar y hace referencia también al proceso contra los acusados por asesinar a la misionera Dorothy Stang, en 2005, en el estado de Pará.

Las críticas sobre violaciones de los derechos humanos también son frecuentes cuando se habla de la política de seguridad hoy implantada en el estado de Río de Janeiro, por el gobierno de Sergio Cabral (PMDB).

Las acciones de la policía de Río de Janeiro son claramente dirigidas contra la población más pobre del estado. Según la propia Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro, la policía mató a más de mil personas en 2007.