¿Quién se atrevería a presentar una querella contra las todopoderosas Moody´s, Standard and Poor´s y Fitch? Una decena de abogados está ultimando una querella contras las grandes agencias de calificación por su presunta vinculación con el desarrollo de la crisis económica en España. La querella se presentará en breve en la Audiencia Nacional por […]
¿Quién se atrevería a presentar una querella contra las todopoderosas Moody´s, Standard and Poor´s y Fitch? Una decena de abogados está ultimando una querella contras las grandes agencias de calificación por su presunta vinculación con el desarrollo de la crisis económica en España. La querella se presentará en breve en la Audiencia Nacional por la vía de acusación popular. Uno de los abogados impulsores del proceso es Gonzalo Boyé, un profesional especializado en la defensa de los derechos humanos.
¿Cómo surge la idea de querellarse contra las grandes agencias de calificación?
La idea surgió porque la actividad de estas agencias está generando mucha preocupación en estos tiempos. Ante una serie de elementos que aparecen en la prensa comenzamos a investigar y entendemos que ahí existe una actuación delictiva. Establecemos esos comportamientos dentro de unos hechos que se presentan como querella.
Pero, realmente ¿no creen que es una lucha de David contra Goliat? Le están presentado una querella a Moody´s, Standard and Poor´s y Fitch, agencias que han influido en el desarrollo de la crisis pero que nunca han recibido un tirón de orejas por parte de los Gobiernos…
Creo que estas agencias tienen un determinado poder y una alta capacidad en función de que se les ha dejado, pero soy consciente de que han caído torres mucho mayores. Maddof era considerado un hombre intocable y ahora mismo está cumpliendo una condena de 150 años, y por cierto, hablando de Maddof: este señor estaba perfectamente calificado por las agencias.
Este proceso no es único de su bufete, sino que cuenta con el apoyo de más abogados.
Sí, somos varios abogados y no es, por cierto, la primera vez que trabajamos de forma conjunta.
Su querella se basa en el papel que a su juicio estas agencias desempeñaron en el desarrollo de la crisis, y concretamente en el desarrollo de la crisis española?
Estas agencias han desempeñado un papel extremadamente siniestro con sus calificaciones ya que han ido generando una serie de actuaciones que han perjudicado a España.
Sí, pero lo que dicen estas agencias es algo que es tenido muy en cuenta…
Las predicciones y los análisis que ellos hacen distan mucho de ser un procedimiento científico, incluso un instrumento serio. Hoy mismo había unas conferencias de economía en las que se decía las agencias calificadoras están alargando mucho la crisis y haciendo más complicada la salida de la crisis, no es algo que nosotros nos hayamos sacado de la manga. Esto, que es así visto desde la perspectiva económica, desde la perspectiva penal es un delito.
Ustedes son abogados, pero entiendo que contarán con la ayuda de economistas…
Sí por supuesto. Hemos y estamos contando con distintas personas, entre ellos catedráticos de Economía, que desinteresadamente nos está apoyando en este trabajo.
¿Decidieron ponerse manos a la obra después de las conclusiones sobre la crisis a las que llegó el Congreso de EE UU?
El Senado norteamericano realizó una serie de investigaciones en las que quedaba claro el papel que jugaron las agencias en el desarrollo de la crisis y que derivaron en distintas actuaciones. Sin ir más lejos esta no es la primera querella que se presenta contra las agencias de calificación. De hecho solo en Estados Unidos ya se han presentado tres en distintos estados.
Desde el Gobierno alguna vez se han escuchado quejas referidas a las calificaciones que recibía España por parte de las agencias internacionales, sin embargo, nunca hicieron nada al respecto. ¿Por qué?
Creo que gobernar es lo suficientemente complejo como para poder atender a todos los problemas que surgen. Así que cuando la legislación internacional estableció la figura de las acusaciones populares yo creo que lo hizo pensando en los huecos a donde no alcanzaba a llegar el Estado. Allí llega la sociedad civil gracias a este mecanismo. El Gobierno ha llegado a donde podía llegar y nosotros llegaremos a dónde podamos llegar. Yo creo que esa es la gracia de la participación de la sociedad civil en la justicia.