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Las casas y las muertes de Neruda

Fuentes: Rebelión

«yo dejo a los sindicatos/del cobre, del carbón y del salitre/ mi casa junto a la mar en Isla Negra/. Quiero que allí reposen los maltratados hijos/ de mi Patria, saqueada por hachas y traidores/, desbaratada en su sagrada sangre, / consumida en volcánicos harapos. Cap XV del Canto General Pablo Neruda La Isla Negra […]

«yo dejo a los sindicatos/del cobre, del carbón y del salitre/ mi casa junto a la mar en Isla Negra/. Quiero que allí reposen los maltratados hijos/ de mi Patria, saqueada por hachas y traidores/, desbaratada en su sagrada sangre, / consumida en volcánicos harapos.

Cap XV del Canto General

Pablo Neruda

La Isla Negra que ni es isla ni es negra

Isla Negra, más que la casa de Neruda, es una herencia de la cultura mundial y atesora un arcoiris material de la vida del Premio Nóbel. También contiene recuerdos de su muerte y testimonia el afecto y respeto de los chilenos de buen corazón. Isla Negra es una localidad de 1.600 habitantes pero donde millones de visitantes llegan hasta la casa de Pablo para respirar el aire que respiró, recorrer sus lugares tan queridos y dar una mirada respetuosa a la tumba donde reposa junto a Matilde.

Una semana después del Golpe de Estado falleció el poeta y apenas conocida la noticia se desató un saqueo de sus casas. Libros, objetos y documentos desaparecieron y fueron destruidos. Extrañamente pese a que regía el toque de queda los que hurtaban sus cosas, en especial las de gran volumen, no fueron reprimidos.

La dictadura y el propio Pinochet no ocultaron su odio contra el Premio Nóbel de literatura por su militancia comunista y su profunda amistad con Allende. Los excesos contra las casas de Neruda, que incluyeron intentos de incendio, inundación de «la Chascona», entre otros, nunca fueron investigados y más bien parecía que eran estimulados.

El regreso del poeta

Con el regreso de la democracia a Chile, poco a poco se reescribió la historia. En la cerca de madera que rodeaba la propiedad se podían leer mensajes de solidaridad a Neruda, insultos contra Pinochet y la dictadura y hasta frases de amor de parejas que al amparo de la oscuridad se juraban fidelidad y tomaban como testigo al poeta. También se supo que cada 23 de septiembre, pese a la vigilancia policial, aparecían flores en su homenaje.

Algunos objetos reaparecieron en manos de policías y militares. (Aún quedan muchas), pero lo más conmovedor es que manos discretas y sutiles dejaban paquetes en las afueras de la casa de Isla Negra «regresando» propiedades que habían sido guardadas durante todos los años de la dictadura y que vecinos y pescadores habían ocultado corriendo riesgos, Así pues, no todo el saqueo fue tal, una buena parte fue protección.

En 1997, el Estado de Chile declaró parte importante de Isla Negra como Zona Típica, figura legal que permite proteger y preservar lugares por su valor cultural, patrimonial e histórico. Esta norma define el manejo del área que se considere como tal. Hasta el día de hoy, esto se ha cumplido rigurosamente, como tarea de todos los vecinos de la Casa de Neruda.

El nuevo intento de asesinato

El 31 de mayo pasado el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, acogió a trámite la querella presentada por el Partido Comunista de Chile (PCCh) con el fin de clarificar responsabilidades respecto de la muerte del poeta Pablo Neruda, surgida la sospecha de que el Premio Nobel de Literatura pudo ser asesinado.

Carroza citó a declarar a Manuel Araya Osorio ayudante de Neruda, quien acusa de que al poeta le fue colocada una misteriosa inyección mientras estaba hospitalizado en la Clínica Santa María, pocos días después del golpe de Estado de 1973. El ex embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá expresó en entrevista con La Jornada (México) que «en la víspera de su muerte, Neruda no estaba catatónico» como se señala en el parte oficial.

En octubre de este mismo año, una empresa inmobiliaria con financiamiento del Bank of Nova Scotia de Canadá compró el hermoso bosque que orna el lugar con especies traídas de diversas partes del mundo, Más del 50% de su superficie se emplaza en la zona protegida y la inmobiliaria amenaza con construir un conjunto de edificios con más de 300 departamentos a sólo tres cuadras de la Casa del Poeta.

Este agravio es tan obvio que los habitantes del lugar y diversas instituciones han requerido formalmente del Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, CNM, (organismo público que vela por estos espacios), al Municipio local y a todas las Autoridades competentes y a parlamentarios, para que con carácter de urgente, se realicen todas las medidas que impidan que se vulneren normas establecidas y el respeto a ese lugar de valor cultural e histórico incalculable.

La empresa está vulnerando la Ley de Monumentos Nacionales al negarse a presentar su proyecto ante el CNM, único organismo que está facultado legalmente para aprobar cualquier intervención dentro de una Zona Típica.

Casi al mismo tiempo que comienzan a confirmarse las sospechas de que Neruda no murió sino que fue asesinado mientras estaba ingresado en una clínica en Santiago, la muy dudosa Fundación Neruda y el gobierno de Piñera resultan cómplices en la tarea de desaparecer el legado de Neruda. Lo que no logró Pinochet, lo quieren lograr constructoras inmorales protegidas en sus excesos por el actual gobierno.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.