En mi anterior publicación critiqué la premisa de que el rearme de Europa era necesario para hacer frente a una amenaza «existencial» por parte de Rusia. La pregunta que se plantea en esta publicación es: ¿cómo se va a financiar? ¿Y qué otras consecuencias económicas cabe esperar?
Plan ReArm Europe / Readiness 2030 propuesto por la Comisión Europea en marzo de 2025 tiene como objetivo recaudar más de 800 000 millones de euros para 2030: 650 000 millones activando las cláusulas de escape fiscal del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, 150 000 millones mediante préstamos de la CE a los miembros para la adquisición conjunta, más otras sumas posibles a través del Banco Europeo de Inversiones y un nuevo Banco de Rearme. El efecto combinado de estas medidas duplicaría aproximadamente el gasto de la UE en defensa en cinco años, pasando del 2,5 % del PIB al 5 %.