Recomiendo:
0

Las elecciones de hoy siete de agosto, un compromiso con la democracia

Fuentes: Prensa Electrónica

Por la importancia que tienen en el acontecer futuro del país, las elecciones de Concejos Municipales y Juntas Parroquiales que se realizan este domingo 7 de agosto de 2005, se convierte en tema ineludible de análisis. De acuerdo al Artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV): «El Poder Público se […]

Por la importancia que tienen en el acontecer futuro del país, las elecciones de Concejos Municipales y Juntas Parroquiales que se realizan este domingo 7 de agosto de 2005, se convierte en tema ineludible de análisis.

De acuerdo al Artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV): «El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.». Aclarando que: «Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado

Como se puede apreciar el primer lugar está reservado para el Poder Municipal, el cual está definido de la forma que sigue en el Artículo 168 del texto constitucional: «Los Municipios constituyen la unidad política primaria de la organización nacional, gozan de personalidad jurídica y autonomía dentro de los límites de la Constitución y de la ley.» Las competencias del Poder Municipal se encuentran establecidas en el Artículo 178 de la CRBV.

El Poder Municipal está conformado por: el Alcalde o Alcaldesa, el Concejo Municipal y las Juntas Parroquiales. Estas últimas, son las entidades locales que conforman los Municipios. Las autoridades municipales son electas mediante votación popular directa y secreta, entre aquellos aspirantes que cumplen determinados requisitos. El Secretario del Concejo y el Contralor Municipal son designados por el Concejo Legislativo.

La importancia de este Poder, base de la pirámide del Poder Público Nacional, ha dado lugar a que cuente con una legislación propia: la Ley del Poder Municipal que permite la participación directa de las comunidades organizadas, en el diagnóstico, planificación, asignación de recursos y ejecución de las soluciones a los problemas.

Cambiar la visión y asumir la corresponsabilidad

La responsabilidad que cada habitante debe tener ante los asuntos públicos de la localidad, región o país era delegada en el sistema representativo en un «funcionario» elegido para desempeñar un cargo. Supuestamente en los inicios de ese sistema, el propósito que animaba a los ciudadanos a buscar dichos cargos era la opción de SERVICIO a la comunidad. Con el tiempo ese propósito se transformó en ambición por alcanzar esa designación sólo por el PODER que el ejercicio distorsionado del cargo permitía.

Ese interés o apetencia creció de manera gigantesca. Hoy día, los aspirantes a un cargo utilizan métodos publicitarios para su promoción y venta, después de pasar por las manos de un experto en un laboratorio, en el cual su imagen, sus gestos y su discurso son diseñados de acuerdo a las más exigentes técnicas de mercadeo. El aspirante o candidato es ofrecido finalmente al electorado como PRODUCTO.

Esa imagen del candidato PRODUCTO, en búsqueda de PODER, aumenta según la importancia del cargo al que aspira. La visión de esa imagen es una de las razones que ha llevado paulatinamente a los electores a no participar en las elecciones, especialmente, las municipales.

El actual proceso que se adelanta en Venezuela requiere con carácter urgente un cambio en la cultura política de los ciudadanos. Invertir la visión que los propios candidatos tienen de los cargos, es un IMPERATIVO. Estos deben pasar de la idea del candidato PRODUCTO al candidato comprometido en la solución de los problemas. El aspirante a ser elegido debe estar consciente de que está al SERVICIO de sus electores, dispuesto a aceptar sus obligaciones y a dar a sus electores cuenta pública de su gestión. Recordar que éstos tienen la posibilidad de terminar con su mandato mediante el referendo revocatorio.

La opción de simplemente delegar su responsabilidad de ciudadano en un «representante» también debe cambiar. La exigencia del cumplimiento de las obligaciones de los poderes por parte del ciudadano será el pleno ejercicio de la corresponsabilidad.

Dos concepciones enfrentadas el 7 de agosto

Vencer el fenómeno de la abstención en las elecciones de Concejos Municipales y Juntas Parroquiales de este domingo 7 de agosto, debe ser el compromiso de todos los grupos que participan en la elección. Ello implica realizar una intensa campaña que devele la «concepción deformada» en la cual ha caído la razón de ser de los cargos a todo nivel.

Sin embargo, la oposición al proceso revolucionario de cambios, en lugar de colaborar en ese propósito. Con estrecha colaboración de la mayor parte de los medios comerciales de difusión masiva, estos sectores se dedicaron a silenciar o distorsionar la información acerca de las elecciones, dando sólo cabida a todo aquello que las desprestigiara. Esa campaña desinformativa y malintencionada, es coherente con la esencia misma de lo que defiende la oposición en Venezuela, los intereses de las grandes trasnacionales. Esa campaña que favorece la abstención, sostenida por las cúpulas dirigentes del sector opositor, busca socavar las instituciones venezolanas para deslegitimar al Gobierno Bolivariano.

Aparentemente la oposición va dividida en dos grupos a las elecciones del 7 de agosto. Uno ¿democrático?, que participa en las elecciones llevando candidatos, advirtiendo que lo hace sabiendo que el ente comicial, el Consejo Nacional Electoral (CNE), no asegura elecciones confiables. El otro abiertamente «abstencionista» justifica su posición acusando al CNE, para ocultar la verdadera razón que tienen para abstenerse: no tienen nada que perder, porque carecen de apoyo popular.

Conveniente es recordar que ambas versiones de la oposición, son dos caras de una misma moneda: la ¿democrática? y la abstencionista participaron juntas, muy hermanadas y «coordinadas» en el golpe de Estado de Abril de 2002, en el paro patronal y en el sabotaje petrolero de diciembre de 2002 y enero de 2003, que le significó al país la pérdida de casi 20 mil millones de dólares.

Para tratar de vencer el abstencionismo sólo queda el conjunto de fuerzas que apoya la revolución bolivariana. Este grupo está consciente de la necesidad de recuperar la verdadera dimensión y orientación que tienen los cargos de elección popular para seguir concretando el proceso de cambios.

Las consecuencias de los diferentes problemas que existen: seguridad, transporte, vialidad, recolección de basura, etc., afectan a TODOS por igual, sean estos ciudadanos opositores o partidarios del proceso de cambio. Por esa razón la idea que debe mover a TODOS para esta elección de Concejos Municipales y Juntas Parroquiales es la posibilidad de elegir candidatos que asuman la defensa de los intereses de los ciudadanos y que estén dispuestos a colocar el cargo al SERVICIO de los electores.

Oportuno es recordar que los derechos políticos y principios consagrados en la Constitución Nacional, como la corresponsabilidad establecen que elegidos y electores somos gobierno. La elección de este domingo coloca a los electores ante el compromiso de reafirmar que ahora Venezuela es de todos. A cumplir con este compromiso el 7 de agosto. A VOTAR.